Capítulo 41: Interrupciones Inesperadas

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Capítulo 41: Interrupciones Inesperadas

El hospital estaba impregnado de una atmósfera cargada de emociones cuando Lucía y Aida se encontraban en medio de una conversación crucial. Las notas de la canción seguían flotando en el aire cuando, de repente, la puerta se abrió con brusquedad.

Sarahy: (entrando) ¡Hola, chicas! Espero no interrumpir nada importante.

Lucía y Aida se miraron con sorpresa, y Lucía esbozó una sonrisa forzada.

Lucía: Sarahy, ¿qué haces aquí?

Sarahy: (sonriendo) Vine a visitar a Aida. Pensé que podría necesitar algo de distracción.

Aida: (agradecida) Gracias, Sarahy. Pero estábamos teniendo una conversación seria.

Sarahy: (notando la tensión) Oh, lamento interrumpir. ¿Debería irme?

Lucía: (decidida) No, está bien. Puedes quedarte.

Antes de que pudieran retomar la conversación, la enfermera Capri entró en la habitación con una sonrisa.

Enfermera Capri: Buenas noticias, Aida. Después de revisar tus informes, creo que es hora de darte el alta médica.

Aida: (sorprendida) ¿De verdad?

Enfermera Capri: Sí, tus signos vitales han mejorado significativamente. Solo necesitarás seguir algunas indicaciones en casa.

Aida miró a Lucía con una mezcla de alegría y sorpresa, mientras Lucía asentía, contenta por la noticia.

Lucía: (sonriendo) Eso es increíble, Aidi.

Justo cuando retomaban la conversación, la puerta se abrió nuevamente, y esta vez era la enfermera Capri con un papel en la mano.

Enfermera Capri: Antes de continuar, Aida, necesito que tus padres vengan a firmar algunos documentos para el alta médica.

Aida asintió. Lucía se dirigió a la puerta y le dijo a Aida: "Yo me encargo de llamar a tus padres, Aidi. Tú ve juntando todas tus cosas. No te preocupes, les diré lo justo y necesario, como lo pediste."

Aida le agradeció a Lucía con una sonrisa, y Lucía salió de la habitación. Mientras tanto, Sarahy y Aida esperaban con ansias en la habitación.

Lucía, al salir, suspiró y se encontró con Sarahy en la sala de espera.

Lucía: Siempre hay algo que nos interrumpe, ¿verdad? ¿Y realmente, qué haces visitando a Aida?

Sarahy: (riendo) Parece que sí. Pero al menos las noticias son buenas para Aida. Es mi amiga, Lucía. Tranquila...

Lucía: Sí, eso es cierto. Ahora solo espero que podamos retomar nuestra conversación cuando vuelva. No confío en lo que me dices, a vos te gusta Aida.

Sarahy: Estaré aquí para apoyarlas, chicas. Todo saldrá bien.

Las dos mujeres se quedaron en la habitación, esperando el regreso de Aida para enfrentar juntas lo que estaba por venir. Mientras esperaban, en la sala de espera, la tensión entre Lucía y Sarahy aumentaba. Miradas frías se cruzaban, y suspiraron, cada una esperando a que la otra diera el primer paso.

De repente, la oficial Megan entró en la sala de espera, notando la atmósfera tensa.

Oficial Megan: (seria) ¿Hay algún problema aquí?

Lucía y Sarahy intercambiaron miradas rápidas antes de que Lucía hablara.

Lucía: No, todo está bien, oficial.

Sarahy: (sonriendo falsamente) Sí, todo en orden.

Oficial Megan: (escéptica) Bueno, asegúrense de que siga así. No queremos problemas en el hospital.

La oficial se retiró, pero la tensión persistió entre Lucía y Sarahy. Ambas mujeres se mantenían en silencio, pero sus ojos reflejaban una guerra no declarada.

Melodías del Corazón HeridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora