Capítulo 12: Un omega nuevo.

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Los años pasaban en concreto 7, los cachorros ya tenían 15 años, ahora los alfas eran entrenados con brutalidad, los omegas se encargaban de lo básico en la aldea, pero uno en especifico entrenaba en mitad del bosque, solo.

Izuku, un omega 15 años entrenaba con rudeza en mitad del bosque, aprendió a usar el arco con ayuda de su madre, aprendió usar la espada con ayuda también de su madre y ahora aprendía a pelear cuerpo a cuerpo.

- Izuku, cariño, puedes usar tus feromonas para dominar a los alfas.- Decía la omega mientras miraba a su hijo, ella sabia pelear, su difunto marido se lo había enseñado para su defensa, además de que en su antiguo reino todos los omegas podían pelear si ellos querían.

Y ella le enseñaría todo a su pequeño, no quería que sufriera ante nada, y si ese sufrimiento se ponía a su favor mucho mejor para todos.

- Si mama, las usare.- Decía el pecoso con ánimos mientras seguía entrenando, gracias a las lecciones de su madre sabia lo básico y lo agradecía de manera interna.

- Bien cachorro, ahora puedes ir donde quieras, pero con cuidado.- Se acerco la omega con tranquilidad para besar la cabeza de su hijo.- Iré a hacer la comida, dentro de un rato ven.- Se despidió la mayor con alegría.

Izuku miraba como su madre se iba, ella no sabia que su alfa destinado lo había rechazado, que tenia que ocultar sus sentimientos, no quería preocupar a su madre o eso cree el, el instinto de una madre nunca se equivoca.

Silbó con algo de fuerza y Kui apareció, el caballo de 17 años, seguía igual de joven, Izuku se acerco a el para subirse a su lomo y cabalgar con calma hacia el centro de la plaza.

- Kui.- El caballo relincho en respuesta.- ¿Crees que en la celebración esa encontrare pareja?- Pregunto a su caballo para seguir caminando hasta la plaza.

Kui ante esa pregunta solo asintió con la cabeza de manera lenta para dar un acelerón y asustar al peliverde sacándole un chillido.

- ¡Kui!- Chillo Izuku y las personas de allí sabían la relación que tenia el caballo con el menor que se reían por lo lindo que se veía esa escena.

Esa escena fue vista por un cenizo, le pareció tierno ver eso, su alfa quería correr y abrazar a su omega, pero ya no se podía, lo rechazo cuando aun era un cachorro y ahora pagaba las consecuencias.

- Katsubro.- Dijo el pelirrojo sacando al cenizo de sus pensamientos y miro hacia la dirección que miraba el cenizo, sonrió al ver a Izuku encima de su caballo.- Es hermoso.- Murmuro bajo pero fue oído por el cenizo.

- ¡NO MIRES NI DIAGAS ESAS COSAS SOBRE MI OMEGA!- Grito el cenizo cegado por los celos, Izuku miro hacia su dirección y rodo los ojos con pesadez, tiro de la rienda de Kui para cambiar de dirección y se alejo de allí.

- ¿Pero que pasa?, ya no es nada tuyo, te recuerdo que lo negaste.- Dijo el pelirrojo con los brazos cruzados sobre su pecho y miraba al cenizo.

- ¡Lo se joder, no hace falta que me lo recuerdes!- Grito el cenizo con enfado y dolor en su pecho.

Kirishima rodo los ojos para dejar a su mejor amigo, tenia que prepararse para la ceremonia del cortejo que seria esa misma noche, miro de reojo a Katsuki.- Tienes la ceremonia del cortejo para enamorarlo, sino date por jodido.- Le dijo eso y se alejo de allí.

Katsuki ante eso, sonrió leve, no lo había pensado, pero sabia que seria algo jodido, pero no se rendiría, lucharía por su omega.

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Izuku caminaba de regreso a casa, dejo a Kui en su establo con agua y comida, camino hacia la entrada de su casa y entro con calma, pero al ver a un omega de cabello negro le choco mucho.

- Hola.- Saludo Izuku con calma para mantenerse alejado, nadie entraba en su casa, y su madre donde estaba.

- Ouh, Izuku, perdón que no te lo había dicho, es te Shota Aisawa, era miembro de la guardia real de tu papa, nos acaba de encontrar y quiere enseñarte a pelear.- Le dijo la omega con amor, acaricio la cabeza de su hijo y miro al omega.- Yo te enseñe lo básico, pero el te puede pulir mejor.- Sonrió de manera dulce la omega mientras miraba a su cachorro el cual asintió de manera lenta.

- Eso es joven Midoriya, lo entrenare para esta noche que es el cortejo de alfas y de omegas, cada uno tiene que hacer una acrobacia para engatusar a un alfa o una omega, en tu caso a un alfa, además de que en esta noche te darán tu piedra espiritual, la cual puedes usar si la sabes dominar.- Le dijo el mayor mientras tomaba la taza de té que le había puesto la omega peliverde.- Puedes prepararte varias pero que te aseguren una pareja.- Le seguía hablando el pelinegro.

Izuku ante sus palabras pensaba el que hacer, quería algo llamativo pero no tanto, quería que su destinado viera lo que se perdía y quería hacerle sufrir un poco, quería volver a enamorarlo pero a la vez no, quería que solo lo viera a el.

Pensaba con una velocidad increíble que un poco mas le salía humo por las orejas, Inko miraba como su hijo se mantenía perdido en sus pensamientos, le recordaba a ella cuando intentaba llamar la atención de Yagi.

- ¿Piedra espiritual? ¿Qué es eso?- Pregunto el pecoso de manera suave para sentarse al lado del omega pelinegro.

- Bien, la piedra espiritual es una piedra echa de un mineral que contiene magia escondida en su interior, siempre será un animal, pero ese animal es que significa tu alma, alma que si logras dominar del todo te puedes convertir en ese animal y huir de los peligros que te acechan a tu alrededor.- Le explicaba el mayor mientras tomaba de su té.

- ¿Qué animal tienes tu?- Le pregunto Izuku con curiosidad.

- Tengo un ocelote.- Dijo el mayor mientras sacaba el collar de la piedra con un ocelote tallado.- Cada piedra es tallada con un animal diferente, pero no puedes negar la piedra, te tocara guardarla y usarla aunque no quieras, siempre será para tu bien, no para el de los demás.- Le dijo Aisawa con un tono monótono mientras se volvía a guardar el collar.- Casi toda la gente la tiene, pero algunos omegas no se sientes listos a tener esa piedra que se la ceden a sus cachorros.- Miro el mayor a la omega que asintió de manera lenta.

- Mama, ¿tu no tienes?- Le pregunto el menor.

- No Izuku, yo no tengo, además yo no soy una guerrera.- Le sonrió con dulzura para acariciar la cabeza de cachorro.- Pero tu si lo serás mi pequeño guerrero.- Le beso en la frente.

- ¿No te hubiera gustado serlo?- Le pregunto el menor mientras recibía gustoso los mimos de du mamá.

- En su dia di, pero me enamore tanto de tu padre que solo me mantuve a su lado, ayudando en los alrededores y protegiendo a los cachorros de la manada, fue una vocación muy linda, pero luego me quede embarazada de ti y me propuse protegerte.- Le contaba todo con un toque de nostalgia, los tres hablaban del pasado y del presente.

The memory of a beautiful loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora