Capítulo 15: Cortejo III

534 56 0
                                    

Los diez minutos habían pasado, no había ningún rastro de los omegas, los alfas estaban ansiosos y esperaban a la orden de la reina, algunos se acomodaban las ropas y la mascara, y otros esperaban de manera paciente.

- ¡Busquen a los omegas!- Grito la alfa mientras veía como los alfas salían corriendo de allí con gran velocidad guiándose por sus sentidos.

Katsuki corría como alma lleva al diablo, seguía la esencia de su omega como un sabueso en busca de su presa, pero de un momento a otro se quedo sin ella.

Busco huellas, ramas rotas, mas aroma, pero nada, siguió caminando con calma mientras se mantenía en alerta mirando los alrededores, alzando la cabeza para mirar arriba de los arboles, pero nada.

- ¿Omega, donde estas?- Uso a su alfa para llamar al omega del peliverde, seguía caminando esperando una respuesta pero fue sorprendido por la omega pelinegra la cual se acerco a el contoneando sus caderas.

- Aquí estoy alfa.- Se acerco al cenizo para tomarlo del brazo y besarlo de manera lenta, cosa que sorprendió al alfa que no correspondió el beso.

Izuku se bajo de uno de los arboles miro al cenizo con una mirada fría y aplaudió- Felicidades Katsuki, al fin tienes una pareja.- Con esas palabras dichas se alejo de ellos corriendo con mayor velocidad sin hacer nada de ruido.

- ¡N-NO I-IZUKU ESPERA! ¡NO ES LO QUE CREES!- Iba a correr pero fue detenido por la omega pelinegra además de que el cuerno ya había sonado dando a entender que debían regresar.

Katsuki maldijo en bajo para tomar del brazo a Momo con algo de brusquedad y caminar hacia el centro donde habían varios alfas y betas con varios omegas, pero no vio a su pecoso.

- Falta Izuku.- Dijo la reina mientras miraba en todas las direcciones en busca del peliverde esperando a la llegada del menor.- Sino llega a tiempo seguiremos con la ceremonia y luego lo buscaremos.- Hablo la ceniza mientras esperaba con calma, pero no había rastro de Izuku.

Katsuki temió, su destinado no llegaba, su alfa se sentía ansioso, quería correr en busca de su pecoso, pero nada.

Los minutos pasaban y la reina dio el siguiente nombre de la prueba mientras mandaba a uno de sus guardias a buscar a Izuku, los jóvenes seguían con las pruebas mientras que el guardia buscaba a Izuku.

()

Izuku seguía corriendo de manera veloz, sentía mucho dolor en su pecho ya que el ver como su alfa destinado era besado por una omega le dolía mucho, quería ignorar sus sentimientos por el cenizo pero no podía, aun lo amaba.

Seguía perdido en sus pensamientos mientras seguía corriendo hasta que se dio cuenta que había llegado hacia el lago donde conoció a su destinado, los recuerdo de su primer encuentro se hacían presentes de manera hermosa sacándole una sonrisa.

- Vaya vaya, pero mira que tenemos aquí, un hermoso omega solo.- Una voz resonó a su lado sacándolo de sus pensamientos, se giro de manera veloz y miro a un alfa de cabello negro junto a una alfa de cabello rubio amarrado con dos coletas.

- ¿Quiénes sois?- Pregunto el pecoso de manera seca mientras mantenía su mirada clavada en sus rivales, sabia que no pertenecían al reino asique ganaría tiempo mientras esperaba a que alguien viniera.

- ¡Soy Toga Himiko! ¡Eres hermoso y me gustaría probar tu sangre!- Chillaba feliz la alfa mientras se relamía los labios de manera lenta clavando sus ojos en Izuku.

- Soy Dabi.- Dijo el alfa con firmeza dejando salir sus feromonas las cuales envolvieron el lugar, Izuku se sintió mareado por esa cantidad de feromonas pero aun se mantenía de pie.- Eres un buen omega.- Se acerco de manera lenta.

Izuku retrocedió con rapidez, sentía una rabia inmensa recorrer por su cuerpo, haciendo que una luz verde se activara y dio el primer golpe hacia el alfa de cabello negro lanzándolo unos metros hacia atrás, sintió como su brazo se rompía pero no le importo en lo absoluto.

Toga corrió hacia Izuku haciendo que uno de sus cuchillos rozara con la piel del pecoso, una mancha carmín adorno el suelo del bosque, los intento de la alfa en clavar su cuchillo en el cuerpo del pecoso eran en vano, pero el suelo se seguían manchando de rojo.

Dabi se acerco con rapidez para hacer un muro de llamas azules dejando a Izuku rodeado, el calor era abrumador, Izuku no sabia que hacer, buscaba con su miraba una abertura para poder huir pero de un momento a otro un golpe en seco impacto en su nuca haciendo que callera al suelo inconsciente.

- Omega bueno, das guerra, serás una buena baza.- Dijo el alfa para cargar el cuerpo del pecoso en su hombro como saco de patatas y miro a Toga.- Larguémonos.- Dijo el alfa en una orden para caminar de manera veloz alejándose de allí siendo seguido por la mujer rubia, la cual miraba a Izuku con una pequeña sonrisa.

Ambos se alejaron sin hacer nada de ruido, nadie noto que uno de sus miembros había sido secuestrado, que eso destrozaría el corazón de una madre y rompería el corazón de un alfa en pleno crecimiento.

El cortejo seguía como si nada, todos salían con parejas menos un alfa de cabello naranja que se había ido a dar una pequeña vuelta en busca del pecoso, pero al no verlo decidió seguir dando el paseo, caminaba perdido en sus pensamientos de manera lenta.

Nadie noto su desaparición.

Hinata caminaba con calma hasta que vio un rastro de sangre el cual se extendía por toda una explanada, restos de llama azul seguían vivos, la ceniza de la hierba seguía igual.

Un escalofrió recorrió su cuerpo, el aire golpeo de la nada su cara haciendo que el olor del peliverde junto a sangre golpearan su nariz, temió por el pecoso, que giro sobre sus pies para correr hacia el centro pudiendo ver como todos celebraban de manera alegre.

- ¡IZUKU FUE SECUESTRADO!- Grito con dolor desgarrándose la garganta, las lagrimas no tardaron en descender por sus mejillas mientras explicaba de manera veloz a la reina lo que había visto.

Katsuki escuchaba atento, su alfa interno gruñía, por su culpa su omega destinado había sido herido y secuestrado, se mantuvo en silencio, no sabia que hacer a esas alturas.

- ¡Peinen la zona! ¡Esos bastardos siguen por aquí y no descansen hasta que lo encuentren!- Grito la alfa mientras veía como varios de los presentes bajaban las cabeza, dirigió su mirada a la omega peliverde la cual se tapo la boca por el shock y las lagrimas no tardaron el caer.

Ese día quedaría grabado en las vidas de todos...

The memory of a beautiful loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora