kpop stuff

❝Wonwoo, SVT❞

————Flowers.

oneshot𖧧🌷₊˚⊹♡

Dal amaba las flores, cualquier tipo de flor para ella todas eran hermosas.
Amaba sus colores, sus aromas y sus significados.

Y Wonwoo la amaba a ella, su flor, su Dalia. Para él ella era como una dalia naranja, porque era la felicidad y la alegría de su vida.

La amaba tanto que aún no se lo decía, la amaba tanto que le daba miedo que ella lo supiera. —¿Wonwoo?— La voz de Mingyu lo saco de sus pensamientos, miró a su amigo con curiosidad.

—Deja de mirarla así, hyung— ¿La estaba mirando? Cómo no hacerlo, se veía hermosa.

—No la miraba, solo pensaba— Respondió jugando con su vaso de cerveza, suspiro y su mirada volvió a ella inconcientemente.

Mingyu sonrió con complicidad. —Todos pueden verlo, Wonwoo. Es obvio que estás enamorado de Dal ¿Por qué no se lo dices?—

Wonwoo frunció el ceño, sus emociones mezcladas de nervios y temor. —Temo arruinar nuestra amistad si ella no siente lo mismo—

Mingyu asintió comprensivo. —Pero también podrías estar perdiendo la oportunidad de ser feliz juntos. No subestimes lo que siente ella—

Wonwoo suspiro y tomo lo último que quedaba de su cerveza. —Quizas en otro momento, no quiero arruinar la noche. Sabes que ama la navidad y hacer eso ahora arruinaría todo— Murmuró con pesadez.

—O sería un buen regalo de navidad— Wonwoo solo revoleo los ojos e ignoro a Mingyu.

La chica había organizado una pequeña cena de navidad con sus amigos, entre ellos claramente Wonwoo. Él no podía dejar de admirarla mientras ella sonreía y disfrutaba de la velada. Mingyu le lanzó una mirada cómplice, recordándole sus palabras anteriores.

El reloj marco las 00:00 y todos fueron a abrir sus regalos sin saber quién era el que se lo había dejado, el maldito Santa secreto. Wonwoo abrió el suyo y una sonrisa decoro sus labios, era una foto enmarcado de él y Dal. —¿Que te regalaron, hyung?— Pregunto Mingyu acercándose, el mayor oculto su regalo y sonrió nervioso.

—Una fotografía— Respondió y busco con la mirada a la chica, que se encontraba abriendo sus regalos junto a Seungkwan.

—¿Tuya o de quién?— Wonwoo se la mostró y Mingyu trato de no gritar como un loco. —¿Habrá sido ella?—

—Supongo que si, solo ella tenía esa foto— Murmuró y Mingyu le dio varios codazos.

—Es una señal hyung, debes decirle— Pero el miedo volvió a su cuerpo y negó varias veces.

—Hoy no, Gyu— Guardo el regalo y se fue a la cocina en busca de algo para tomar, sin darse cuenta de que alguien lo había seguido hasta allá.

Mientras abría la cerveza sus ojos se empezaron a llenar de lágrimas, suspiro con pesadez y cubrió su rostro mientras aquellas lágrimas que llevaba aguantando tanto tiempo desbordaban empapando sus sonrojadas mejillas.

—Nunu— La voz de la chica lo hizo sobresaltar, se limpió rápidamente las lágrimas y se giró para mirarla.

Dal lo observó con preocupación en sus ojos, notando la tristeza en su expresión. Se acercó suavemente a Wonwoo y le preguntó con ternura. —¿Estás bien, Wonwoo? ¿Qué pasa?— Sus manos se posaron en las mejillas del mayor y limpio sus lágrimas, cuando iba a soltar su rostro él puso su mano sobre la de ella y suspiro.

—Lo siento— Murmuró levemente, bajo la mirada pero ella sonrió y negó.

—No tienes que disculparte por nada, Nunu — Sus ojos se veían tan brillantes en ese momento y su sonrisa lucia tan deslumbrante.

Su mirada puesta en él se sentía tan tierna, tan ella. Y en él despertaron, nuevamente, las ganas de besarla, y sus ojos, sus brillantes y hermosos ojos expresaban lo mismo, también quería hacerlo.

En ese pequeño rincón de la cocina, con las luces tenues y el sonido suave de la celebración de la Navidad de fondo, Wonwoo dio el primer paso y sin pensarlo mucho junto sus labios con los de ella.

El beso fue un encuentro dulce y delicado, como una melodía suave que se desliza en el aire. Los labios de Wonwoo se fundieron con los de Dal en un ballet armonioso de emociones contenidas y anhelos compartidos.

Se transmitía la ternura y deseo, como si en ese instante se hubieran liberado todas las palabras no dichas. Los labios de Dal respondieron con la misma pasión, acogiendo el gesto con un amor que había estado esperando.

En ese pequeño rincón de la cocina, el tiempo parecía haberse detenido. Las manos de ella estaban aferradas con suavidad a los brazos de él, como si quisiera asegurarse de que este momento no fuera efímero.

El suave roce de sus labios se prolongó, como una danza lenta y armoniosa. Ambos se perdieron en ese momento, olvidando el resto del mundo. Las manos de Wonwoo acariciaban con suavidad la espalda de Dal, mientras ella respondía al beso con una delicadeza que expresaba todo lo que sentían.

El aire alrededor vibraba con la complicidad de sus corazones sincronizados. Cada segundo que compartían se volvía un tesoro, y el murmullo de la música navideña en el fondo se fusionaba con el latido apresurado de sus corazones.

Cuando finalmente se separaron, sus frentes se apoyaron una contra la otra, compartiendo un cómodo silencio. El brillo en sus ojos reflejaba la profundidad de las emociones que habían compartido, mientras se perdían en el éxtasis del momento.

—Eso fue...— Ella buscó las palabras, pero la expresión de Wonwoo le indicó que no eran necesarias. Se entendían sin necesidad de explicaciones.

—Fue hermoso— Wonwoo acarició con ternura la mejilla de la chica, sellando con un suave roce el final de ese momento mágico.

A medida que volvían a la realidad, el bullicio de la celebración navideña llenaron sus oídos. Pero en ese pequeño rincón ellos compartían un secreto especial, un regalo que la navidad les había brindado: el descubrimiento de un amor que florecía como la más hermosa de las flores.

volví después de un millón de años.
espero que les haya gustado<3