Capítulo 2

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Hoseok se escondió por el resto del día en su habitación y luego en el baño, dónde por fin se pudo arreglar, pero no tuvo la valentía de salir. Su madre y hermana lo estuvieron entretuviéndo hasta que su padre hizo aparición, llevándoselo para hablar del comercio de las flores, pero luego lo invito a almorzar, por lo que Hoseok tuvo que acompañarlos.

Todo el tiempo que estuvo en la mesa no dejaban de hablar su madre y hermana, tal vez un poco su padre, pero Hoseok miraba con atención su plato. Lo más extraño fue que su mirada siempre volvía al perfil del hombre, luego se sonrojaba y volvía a comer lentamente. El hombre lo había pillado algunas veces, por lo que Hoseok ya se estaba muriendo de vergüenza, y más aún cuando pidió la sal a su hermana, pero él terminó dandosela. Hoseok se la arrancó para su mortificación y agradeció rápidamente.

Apenas terminaron de hablar, él ya se había levantado, pidiendo disculpas, pero que tenía que aprender francés.

Cómo si a él le gustará aprender idiomas.

Hoseok supo que se fue porque cuando ya oscureció, vio como un carruaje majestuoso hizo ruido afuera de su ventana con las velas encendidas. Miro fijamente como el carruaje se detenía un poco y el hombre miraba la casa solo por unos segundos, pero Hoseok los tomo para ver de cerca su perfil en la oscuridad y compararlo con esta, que a pesar de esa aura, seguía brillando con fortaleza.

Él se había ido y Hoseok suspiro rendido con la cabeza doliendo. No entendía por qué de su comportamiento y por qué lo había puesto tan nervioso.

Recordaba su aroma y algo en él se removió.

Su hermana vino gritando: —¡Saldré con él mañana!

Ella le dijo a la luz de la vela que él iba a ver mañana por la mañana las flores y seleccionarlas y que sería bueno si lo acompañará a dar su opinión de cual debería llevarse. También dijo que se quedaría a almorzar y que probablemente podrían ir al lago por la noche para disfrutar su compañía.

No sabía por qué a Hoseok eso lo entristeció.

No es que esperaba que él fuera invitado si apenas había hablado con este, pero hubiera sido lindo si la invitación se hubiera extendido hacia su persona. Lo entristeció un poco que ni siquiera fuera considerado para salir a pasear, a pesar de su obvia timidez.

Era la primera vez que le irritaba y más aún ver a su hermana emocionada por salir con ese tipo.

De todas formas, ¿qué tenía aquel tipo? Bien, era guapo y educado, tal vez encantador y gracioso o elocuente a su hora de hablar que había dejado encantados a todos, pero… no se diferenciaba de ningún alfa que hubiera sido adiestrado para eso. A Hoseok le irritó que le importará de aquella manera masiva.

Aún cuando había similitud, no dejo pasar la forma en que se diferenciaba de cualquiera que haya conocido alguna vez.

Lo dejo desconcertado hasta la mañana siguiente, en la que salió con un overol marrón a medida y camisa blanca con tul y zapatos negros brillantes a sentarse a leer bajo un árbol y cerca del prado en donde se cultivaban las flores.

No había sido su intención estar tan cerca, pero algo dentro suyo lo había llevado a estar cerca de donde estaban tanto su hermana como el alfa, visitando las flores y escogiendo las mejores.

Leyó y leyó, pero no sé concentró como acostumbraba y no entendía por qué estaba actuando de esa manera tan desconcertante. Comenzaba a hartarse de sí mismo.

No se había vestido con pijama como ayer, pero esto no era mejor que lo que traía ayer; sin embargo, esa era la idea: conservar su yo interior y dejar de actuar raro solo porque había venido una visita importante.

Era ridículo solo pensar.

Estaba tan ensimismado en sus pensamientos confusos acerca de la visita inesperada, mirando el libro sin ver, que no se dio cuenta que una sombra estaba posada por encima de él.

—¿Qué estás leyendo?

Casi pegó un grito, pero solo se abstuvo, mirando el rostro del hombre que no ha dejado de rondar sus pensamientos hasta cuando trataba de dormirse.

—Lo siento, yo…

—¿Por qué te disculpas?—la sonrisa que tendió parecía divertida.

Hoseok se callo por unos breves segundos, solo mirando aquella sonrisa. El hombre no se inmutó.

—Entonces… es “Cantando con el mío señor”…—parecía que se inclinaba, pero en realidad, solamente estaba viendo su libro, que hacía en su regazo.—Creo haberlo leído un año atrás.

Hoseok no sabía que decir, su lengua no estaba habida y encima, su timidez llegó a sus mejillas, de seguro poniéndose rojas.

—Mi compañía no es grata.—dijo al cabo de unos segundos en los que Hoseok no había dicho nada y solo miraba el pasto como si fuera la gran cosa—Me perdonará.

Entonces el hombre estaba a punto de caminar e irse, pero Hoseok, por alguna extraña razón, no quería eso. Él quería que se quedará y le hablara con esa voz baja. No sabía la necesidad de querer a fuerza que el hombre a su costado siguiera consigo.

—V-voy por la mitad—dijo a penas en un susurro—Creo q-que… me gusta, e-es un libro b-bueno.

Bien, su tartamudeo no serviría de mucho, pero el hombre no se había ido, él lo había escuchado, aún cuando no hablaba bien. No se burló de su tartamudeo, es más, solo lo miraba complacido por la respuesta.

—Lo es, de hecho.—respondio—Solo que en algunas partes me pregunto si Elizabeth sabía lo que hacía, como que si ella sabía que no podía ponerse en el lugar de su hermana, la traería hasta allí, en la casa de su futuro amor.

Hoseok lo medito por unos segundos, solo encontrando su voz para responder.

—Tal vez ella no lo sabía… era el d-destino.—respondio aún sin verlo y apretando las solapas de su libro.

—¿Cree en el destino, joven Jung?
La pregunta lo tomo por sorpresa, pero no quería dejar de responder.

—Siento que sería más bello creer en él, que si por casualidad.

—¿No sería lo mismo?

Hoseok aspiró aire.

—El destino es algo que está predestinado a pasar, la casualidad… es más bien suerte, y está bien, no digo que no sea igual de sorprendente, pero quisiera que si las cosas sucedieran por algo, fueran de manera que nos beneficie y no nos deje incertidumbre, ¿ustedes lo entiende, no es así?

Tenía miedo de parecer un bobo, soltando comentarios sin sentido. Al parecer el hombre, cuando levanto su mirada y lo veía con rojez en sus mejillas, él solamente se dedicó a observarlo, pero parecía pensativo. No estaba juzgándolo, lo cual era un buen avance, pero tampoco respondía.

Lo ponía aún más nervioso.

—Lo extrañamos ayer en la conversación—solto sin ninguna mueca, solo diciendo los hechos—Su madre me dijo que no se sentía bien, ¿cómo se encuentra ahora?

Hoseok no sabía que su madre apañaría sus escapes.

—Algo así.—respondio, volviendo su mirada a sus dedos.

—Espero su pronta mejora, pero si no le resulta difícil—alargo eso último, dejando a Hoseok sin aire—, ¿no quisiera usted dar un paseo conmigo ahora que no se encuentra delicado de salud?

Hoseok casi se atora con su propia saliva.

—¿Usted quiere dar un paseo conmigo?

Indaudito. Nadie quería alguna vez dar un paseo con él, demasiado desinteresado como para seguirlo en una charla.

—Si no es mucha molestia—dijo con un ligero brillo en sus ojos cuando Hoseok levanto la mirada con miedo. Parecía divertido de verlo consternado.—Yo quise hablar con toda la familia Jung, pero faltaba usted, y me temo que a penas sé un poco de su personalidad como para tenerlo en cuenta cuando me vaya de su pequeña y pintoresca casa. Sería una pena no haber charlado con usted, joven Jung.

¿Una pena? Pero qué importancia tenía él. Quiere decir, no es como si fuera el fin del mundo; sin embargo, este hombre quería hablar con él antes de irse. Era extraño que le prestará atención y aún más que Hoseok estaba sintiéndose complacido por eso.

—¿Está usted seguro?—pregunto, florenciéndo en su interior las inseguridades que lo atormentaban.

—Tiene que recompensar su falta de atención de ayer.—Hoseok se sorprendió por la respuesta directa. El hombre sonrió, pero sin dientes.—Ademas, ¿Por qué crees que no estaría seguro?

Hoseok decidió ser sincero. Dar una advertencia para que replanteára querer ir con él a pasear.

—Porque podría aburrirlo—lo dijo con lamentación.

El hombre lo miro con una mueca, parecía de disgusto.

Hoseok temió haberlo estropeado enormemente, pero le sorprendió cuando esté respondió:—¿Cómo podría usted aburrirme si ha respondido correctamente las preguntas que le hice acerca de su libro? Fue la respuesta más interesante que alguna vez oí.

Hoseok se quedó sin habla por unos momentos, así que el contrario siguió:—No puede menospreciarse aún si no ha tenido mi opinión final acerca de su compañía, ¿Por qué no probamos un poco?

Hoseok lo miro como si le hubiera crecido dos cabezas. Era sorprendente que pareciera que le estaba insistiendo en hablar con él. No podía tener tanto interés, los alfas tenían más interés en Jiwoo…

—¿Mi hermana vendrá con nosotros?—pregunto frunciendo el ceño.

Por alguna razón, no quería que viniera.

—Tu hermana tuvo que dejarme solo porque su madre la requería, entonces aproveche para venir a verte y hablarte.—dijo y luego suspiro.—He hecho demasiados esfuerzos por encontrarlo, ¿no quisiera apurar el paso y dejar de hacerme sufrir por su indirecta negación?

Hoseok soltó una risa corta. Sabía que estaba siendo dramático, pero le resultó de buena forma, porque Hoseok se paró y se mantuvo a la par de él. Se miraron por un segundo hasta que él comenzó a caminar y preguntarle: “¿Qué parte del libro más te gusta hasta este momento?”. Hoseok temía explayarse con sus respuestas, pero para su fortuna, el señor Kim Taehyung es buen oyente y aunque de pocas palabras, decía cosas tan certeras que Hoseok se impresionó porque sea tan bien estudiado. Se sintió cohibido algunas veces cuando le preguntaba cual era su libro favorito y temió decirle algo poco menos culto, pero se sorprendió que su novela romántica también lo fuera del señor Kim.

Kim jamás le dijo que se callara y tampoco lo miro mal por hablar demasiado. Aunque fuera extraño, Kim le estaba dando una ligera sonrisa cuando estaba ensimismado explicando.

No sabía porqué los nervios habían desaparecido y en su lugar, tenía una bella sonrisa plantada en su rostro. Tampoco se había fijado en la hora, pero Kim no hizo alusión a querer comer, aún cuando sus preguntas se volvían más triviales todavía.

—Y, joven Jung, ¿usted que piensa de las flores?—pregunto mirando el prado lleno de tulipanes en el que caminaban a los alrededores. El sol estaba en su máximo esplendor y era sumamente hermoso que contrastaba con la cara del alfa, haciendo que se vea más majestuoso de lo que ya era.—Me supongo que tendrá una opinión de eso si usted vive cerca de ellos, lamentablemente no puedo decir lo mismo.

—Oh, pero ahora puede verlos y olerlos.—respondio Hoseok con la boca arrugada. Probablemente se veía muy feo.—Yo todo el tiempo lo hago y hace que ya no sea tan impresionante, lamentablemente.

—¿Así que ya no le apasiona?

—No es eso, pero…—lo medito por un segundo—, es complicado.

—Trate.—insistio.

Hoseok pensó por un segundo antes de parar de repente y decir:—Son hermosas, pero pierden su encanto en abundancia. Si las miro mucho tiempo, pueden resentirse, como las personas. Son bellas si se aprecian, no cuando se codician. Así que está bien si no las ve mucho y las admira ahora, la belleza puede ser admirada más no codiciada.

Estaba apenado de que haya sonado estupido, pero el hombre simplemente lo miro antes de decir con una clara marca de análisis:—Entonces soy afortunado por verlas durante un tiempo, pero luego pierden su encanto conforme paso más tiempo con ellas… es un poco… no quiero decir que está mal, pero considero que admirar las por tiempo indefinido no es codiciarás.

Hoseok tragó saliva mientras el hombre se acercaba un paso.

—Es como las personas; no considero que si ves una personalidad bella pierde su encanto por apreciarla mucho tiempo. La persona sigue allí y creo que no sería aburrido pasar tiempo con esa persona si sabes cómo admirarla.

Hoseok no podía pensar demasiado bien si el hombre estaba un poco más cerca y mientras más olía su aroma masculino, Hoseok temía que hiciera algo tonto como cerrar los ojos y darle la razón aún cuando no estaba escuchando del todo.

—Creo que tiene razón. Estoy confundiendo términos. Aunque si le permite decir, las flores y personas son diferentes, así que supongo que podríamos admirar a las personas tantas veces como sea posible.—Hoseok sonrió nerviosamente antes de seguir avanzando.

No quería que viera como le había afectado su labia conforme estaban pasando más tiempo juntos, Hoseok solo quería esquivar lo que sea que fuera esta aura cargada de… algo.

—¿Cuál es su flor favorita?—pregunto al cabo de unos segundos en el que avanzaban por un sendero de rocas, más lejos de casa.

Hoseok dio gracias por el cambio de tema.

—Creo que las margaritas son bellas. Son coloridas y combinan con todo, casi son tan bonitas como los girasoles.—dijo Hoseok animado.
—¿Y por qué no escoge los girasoles?

Hoseok sonrió mirando un punto fijo.

—Porque las margaritas son más divertidas.

Y con eso siguió avanzando, pero sin darse cuenta, había una roca demasiado pequeña para ver, por lo que su zapato tropezó levemente, haciendo que casi cayera hacia adelante, salvo que una mano lo sostuvo del brazo y la otra de su cintura.

Hoseok se puso tenso por el toque, pero también sentía esa zona caliente, tan atento al tacto que jamás hubiera experimentado. Hizo real, que este hombre existía y le estuviera hablando por horas a él y lo hubiera salvado de un tropezón.

Hoseok no se movió por mucho tiempo, hasta que el alfa hablo por detrás de su oído, haciendo aún más intenso su aroma reconfortante y su aura fuerte.

Puso de los pelos de punta a Hoseok, pero aún seguía sin moverse.

—Que raro, tu hermana me recomendó rosas para llevar, pero ahora creo que podría cambiar de opinión.

Hoseok comenzó a respirar un poco más fuerte, sabiendo que la cercanía lo estaba poniendo ansioso, por lo que se alejó levemente y volteando para verlo, él había sacado la mano de su cintura, pero no de su brazo. Era demasiado consciente de ese toque que hizo que no pudiera conectar bien la oración siguiente.

—Tambien los tulipanes son lindos.

Había sido bobo, pero no sabía que decir, si la proximidad de ese alfa no lo dejaba pensar bien.

Kim Taehyung simplemente río y miro más allá, hacia donde podría estar su casa.

Entonces él solo soltó un:—Interesante.

Y lo soltó, pero no se alejó. Hoseok no pudo apartarse tampoco, esperando lo que sea que él hiciera.

Sin embargo, para su mala suerte, Jiwoo venía corriendo por detrás de Kim Taehyung.

—Que maleducados ambos.—a pesar del regaño, parecía animada. Su gran vestido no la dejaba caminar bien, pero para eso, sin mucha modestia, se sostuvo de la mano de Kim, quien caballeroso la ayudo a estar de pie. Sus manos estaban unidas.—Madre me llamo para ayudarla en la comida y se ha cansado de esperarles, que simplemente papá y mamá comieron y ya pasaron al té.

Taehyung hablo primero.

—Mil perdones, no sabía que ya había pasado demasiado tiempo.—miro en dirección a la cabaña.—Tendriamos que apurarnos para comer.

—¿De qué tanto hablaban?

La pregunta de su hermana no sonaba con mala intención, pero le tendió a Hoseok una mirada evaluativa, como si ocultara o tramara algo. Lo cual era ridículo por el simple hecho de que nada podría estar sucediendo.

Solo una plática demasiado reveladora para Hoseok, quien estaba comenzando a sentir algo inexplicable conforme miraba más a Kim Taehyung.

—De libros y flores.—respondio con simpleza el señor Kim. Cambiando de tema, él dijo:—¿Por qué mejor no apuramos el paso para ir a comer? Tu madre debe estar irritada por mi demora, lo siento nuevamente.

—No está enojada contigo, pero si de Hoseok.—lo miro con severidad.—Se la pasa leyendo todo el tiempo que se olvida de ayudar a mamá a cocinar.

—Lo siento.

Hoseok no quería que su hermana lo humillarse en frente del señor Kim. Juraba que podría sacarles los ojos, pero entonces el señor Kim hablo:—Mi error, tu hermano solo fue mi compañía porque insistí mucho. Quería saber si se encontraba bien porque no estaba con nosotros ayer y también porque quería saber más de su personalidad. Me lleve una sorpresa grata…

Y con eso, lo miro intensamente. Hoseok se sintió cohibido e intensamente…

—Hoseok es demasiado tímido, me sorprende que haya durado demasiado hablándole.

Era un hecho, Hoseok mataría a su hermana apenas estuvieran solos.

No sabía que bicho le picó para avergonzarlo ahora que no quería nada de eso. Su hermana debía estar muy irritada para que se completará así. Usualmente es porque Hoseok se abstenía con las visitas, que ahora como estaba ocupado con dicha visita, entonces ella tuvo que hacer de su papel, que era preparar comida con mamá en vez de estar entreteniendo a Kim.

En otro momento se hubiera sentido culpable, pero Hoseok no podia sentirse así porque fue tan bueno el paseo con el alfa, que si por él fuera, se hubiera olvidado por completo comer solo para pasar más tiempo con el señor Kim.

Así de loco se estaba comportando.

—Fue muy hablador —dijo Kim aún con su mirada fija en él—No era algo que me molestará, si es lo que insinúa, señorita Jung.

Mi hermana se puso roja como un tomate, cuando una mirada helada se posó en ella y Kim guardo distancia.

Hoseok se sorprendió del cambio que tuvo, cuando hace unos momentos estaba relajado con Hoseok a su lado.

Su hermana río y procedió a decir:—Quiero decir, me preocupaba que no se desenvolviera como es debido.
Kim siguió mirandola de forma no tan agradable:—Usted es muy amable al cuidar a su hermano.

Las palabras no contrastaban con su mirada gélida; sin embargo, eso no detuvo a su hermana, quien con una confianza abismal, puso su brazo debajo del codo del señor Kim y dijo:—Que bueno que sepa verlo, pero tiene razón en decir que madre se pondrá furiosa si no vamos a comer ya. ¿No quisiera que le cuente acerca de mis dotes culinarios ya que los va a probar?—ella puchereo—No acepto malas críticas.

La cara de Kim se relajo, pero no estaba sonriendo cuando dijo:—Espero que sea de mi agrado, aunque la comida de ayer estuvo exquisita, ¿usted ayudo?

Entonces ellos estaban caminando, dejándolo levemente atrás.
Hoseok no sabía porqué le molestó el brazo cruzado de su hermana y Kim, pero de todas formas los siguió hasta la casa, preguntándose por qué tan repentino cambio de humor acerca del alfa. No es que fuera su intención decir que estaba mal, pero realmente su hermana era la más elogiada y creía ver qué fue la primera vez que le habían dado una mirada como esa.
A Hoseok le causó cierta gracia.

***

—¿Qué estuvieron hablando? Dímelo ya—exigió su hermana una vez se fue Kim y ya era de noche.—No puede ser que hayan pasado horas y no se dieron cuenta de la comida.

—Ya te lo dijo: libros y flores.—respondio Hoseok sentándose en su cama. Su hermana se sentó al frente en una silla con mucha ansia de saber.—No hablamos sobre ti.

—Eso es muy raro.

Claro que lo era. Jiwoo habría esperado hablar sobre ella y que yo haya movido mi boca para halagarla y así el señor Kim tuviera más interés en ella. Había sucedido cuando habían preguntando por ella y Hoseok les había informado bien, pero en esta ocasión… no sabía por qué había estado agradecido de haber hablado de todo menos de su hermana. Era como una bocanada de aire fresco.

Por primera vez era lo que Jung Hoseok podía expresar.

—Como sea, espero que si tienen de nuevo una conversación, hables sobre mi, ya sabes, como siempre: di cosas que me hagan parecer perfecta.

—Pero, ¿si él no quiere hablar sobre eso? Ya sabes, quiere hablar sobre todas las cosas… conmigo.—Hoseok dijo con cautela, sin dejar nada a la ambigüedad.

—Bueno, igual menciónalo.—respondio restándole importancia con una mano.

—Bien.

Hoseok respondió de mala gana y un poco exasperado por su hermana.

¿Cómo es que ella pensaba que sus conversaciones iban a girar en torno a ella? Quiero decir, puede que el señor Kim Taehyung no estuviera interesado a profundidad, pero fue demasiado amable para querer saber un poco más acerca de sus opiniones. No quería pensar en que él era cupido para su hermana y él. Simplemente no le agradaba la idea. Así como no le agradaba que su hermana pensara que él estaba descartado completamente como para que el señor Kim si o si quisiera cortejar de una vez a su hermana cuando apenas pasaron tiempo juntos.

Hoseok se sintió bastante molesto por primera vez en su vida.

Aunque quería a su hermana, no le gustaba el rumbo que tomaba.
Pero, también estaba el hecho de que él no era nadie para Kim, entonces no sabía por qué se estaba comportando bastante desafortunado al respecto. Al fin y al cabo intentar lo que quería su hermana, no cambiaba el hecho de que Kim seguro lo veía como alguien agradable con quién charlar.

Eso lo puso más deprimido y solo quería acostarse en su cama para poder olvidar un poco el malestar subyacente.

—Es raro que le haya pedido a los sirvientes que no les molestara nada para cuando Kim fue a tu encuentro.

—¿Qué?

—Si.—su hermana se paro y comenzó a caminar alrededor de la habitación—Él pidió encarecidamente que no los molestarán a ambos por nada en el mundo. Estaba con él toda la mañana, pero al instante cuando se me necesito, él no impidió que me vaya; en cambio cuando fui adentro, uno de los trabajadores me dijo que el señor Kim específico que nadie molestará su paseo entre tú y él. Tuve que ver con mis propios ojos como ambos salían a caminar por sobre las flores.—ella se toco la mejilla, parecía pensativa.—Debe ser extremadamente amable porque enserio que te haya hecho dar un paseo para saber cómo estás… ¡solo quiere decir lo maravilloso que es!—solto eso tan alegre que le preocupo un poco la cordura de su hermana.

Entonces ella camino feliz hacia la puerta gritando unas “buenas noches” y yéndose de su habitación.

Hoseok frunció el ceño.

Eso sí que no era normal y le hizo cosas extrañas a su interior saber dicha información. Saber el contraste entre el paseo de su hermana y él, hizo que se cuestionara si Kim Taehyung era demasiado amable con él o tal vez si estaba interesado en Hoseok como persona, aún cuando no sea románticamente hablando.

No sabía porqué eso lo emocionaba.

Durmió con una sonrisa en su rostro y rememorando el paseo y la frescura que le traía Kim Taehyung a su vida.

Omega simpleWhere stories live. Discover now