Telepatía

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Diablos, Jeno se encontró con el maldito chico infantil dos años después en la jodida cena de año nuevo que se realizaba todos los años en el Planeta Rojo 23. El pomposo chico no había asistido a ninguna cena en estos últimos dos años, pero como ahora éste ya tenía veinte años de edad y técnicamente ya estaba a punto de ser presentado en sociedad, iba a participar de los eventos sociales realizados por la realeza intergaláctica.

Sólo la realeza podía hacer esto, ya que ningún chico menor de veintiún años podía participar en eventos sociales antes de ser presentados en la sociedad. El chico idiota tenía un séquito de seguidores, la mayoría alfas de todos los planetas que pululaban a su alrededor como si el omega emanara algún tipo de encantamiento que los mantenía hipnotizados. Ahora su cabello no era tan largo como antes, para ser exacto tocaba sus hombros y por alguna extraña razón, sus ojos se veían más azules que color violeta, pero al parecer sólo él notaba esa incidencia. ¿Estaría mutando el maldito omega? Ugh, ni idea, pero entre más lejos se mantuviera de él, más lejos de lidiar con su pesada presencia.

—No puede ser, es él. —Un chico habló detrás de Jeno y a éste le tomó dos segundos para reconocer la voz de su hermano Taeyong.

—¿A quién te refieres? —Preguntó, dándose la vuelta. El chico de atractivos ojos verdes sonrió mirando hacia la dirección de Jaemin.

—El príncipe del sector uno, nos seguimos en el ID intergaláctico. —Susurró con gran sonrisa.

Jeno arrugó la nariz. 

—¿Cómo conociste a ese chico? ¿Estás siguiendo las órdenes de papá? —Expresó con el ceño fruncido.

Taeyong rodó los preciosos ojos verdes al escuchar las insulsas palabras de su hermano mayor. 

—Lo conocí en una fiesta en el bar de la frontera. Hicimos match como amigos y nos seguimos desde ese entonces. —Resopló. —Nuestro acercamiento fue natural, ninguno de los dos sabíamos que éramos príncipes del sector uno y dos. Yo no me acerqué para robar información o algo por el estilo, no seas idiota. No me interesa la política. —Indicó haciendo su paso hacia la dirección de Jaemin, pero su hermano atrapó su antebrazo para detenerlo. 

—¿Dónde crees que vas? —Éste preguntó con una expresión fría en el rostro.

Taeyong torció la boca. 

—Suéltame, voy a platicar con él, por supuesto. —Gruñó, tratándose de zafar del agarre de su hermano, pero éste le doblaba en tamaño y también en músculos. Taeyong a veces se preguntaba por qué había nacido como un alfa, si todo el jodido mundo era más fuerte que él. Putas razas, hubiese sido mucho mejor que hubiera nacido beta o en última instancia como un escaso omega de la luna azul.

Taeyong resopló. 

—Voy a saludar, gritaré si no me dejas tranquilo. —Advirtió con una mueca.

Jeno exhaló un soplido antes de refutar: —Compórtate Taeyong. Eres un alfa. Nos avergüenzas, se supone que debes resaltar con tu dominancia y empoderamiento, no con tus infantiles berrinches. —Torció la boca de dolor cuando el chico le pisó el pie para salir airoso del agarre. 

Taeyong respingó la nariz al hablar: —Cállate, si me sigues molestando no votaré por ti en la mesa del directorio, le daré el voto a Samans. —Amenazó con desplante.

Jeno apretó los labios, hizo un clic con la lengua y calmó sus feromonas furiosas. 

—Más te vale que me des el voto, sabes que es importante que yo sea el representante de nuestro sector en el consejo intergaláctico y no un extraño como Samans. —Gruñó entre dientes.

"Love On The Brain" ☙ | 𝗻𝗼𝗺𝗶𝗻Where stories live. Discover now