Capítulo 35

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Estoy nerviosa, entro a clase en dos horas y después de lo que pasó ayer no se qué esperar cuando llegue al instituto.

Aún no me creo lo que pasó anoche, aún sigue dando vueltas en mi cabeza, lo que Orión me hizo, como mi madre me defendió, la conversación que tuve después con ella sobre este tipo de cosas, la conversación sobre mi padre...

Siempre he sabido que mi padre es un imbécil, y más aún cuando se largo a la playa con una chica que no me saca ni cinco años, pero nunca pensé que hubiera tratado mal a mí madre.

Sé que mi madre no me lo contó para ponerme en su contra, obviamente, pero despues de saber esto dudo mucho que vaya a poder mirar a mi padre sin sentir repugnancia, lo bueno es que voy poco a verle porque vive lejos y el tampoco está muy interesado en pasar tiempo conmigo y con mi hermano.

Ahora que lo pienso básicamente mi madre ha hecho todo el trabajo sola, ya os dije en una ocasión que durante un tiempo quise ser como ella.

Lo malo es que es muy cerrada pero por lo que estoy viendo está cambiando un poco, y eso me alegra porque mañana mi hermano nos presenta a su novio y ella aún no sabe que el es gay.

Esperemos que se lo tome bien.

-Celia, baja ya, mamá dice que nos lleva ella a clase.

-Voyyyyy.

La última vez que nos llevó a clase no salió bien, pero puedo imaginarme porque nos va a llevar hoy.

Por Orión.

Bajo las escaleras y me encuentro a mí madre con una blusa blanca con escote, una falda de traje negra, unos taconazos negros y poniéndose la gabardina color negro que tanto me gusta.

Me dispongo a ponerme el mío verde y mi madre interrumpe.

-Ese no cariño, ponte el negro queda mejor con el uniforme.

Al final me pongo el abrigo sin reprochar, si efectivamente es lo que estáis pensando, llevamos uniforme que consiste en una camisa blanca, un jersey azul claro, y una falda negra en las chicas, con el escudo del colegio en el jersey por supuesto y una camisa blanca un jersey gris claro y un pantalón negro en los chicos, con el escudo también.

-Recuérdame que te lleve a comprar mas ropa.

-¿Que le pasa a la mía? -digo algo ofendida.-

-Que pareces una vagabunda -dice sin más y yo la miro mal- No me mires así cariño, es la verdad, el año que viene vas a ir a la universidad y a hacer prácticas en mi bufete tienes que empezar a parecer adulta, Sam tu también te vienes.

-Yo no voy a estudiar derecho mamá.

-¿Y quien te ha dicho que lo hagas? ¿Que tiene eso que ver con ir elegante?

Mi madre nos mira con confusión mientras se pone los guantes, ya empieza a hacer frío.

-Nada, solo digo que para estudiar psicología no hace falta ir elegante.

-Los psicólogos van elegantes querido.

-Pero para ir a trabajar, no para ir a clase.

-Mira, haz lo que quieras, si no quieres pues nada, pero Celia, tu sí vas.

-Vale -digo sin más.-

No me gusta reconocerlo pero me gusta como viste mi madre, además en su bufete, sí es suyo, hay que ir arreglado y yo quiero mis practicas ahí.

Nos subimos al coche y mi madre pone la radio, es una canción que no conozco pero me gusta el ritmo, poco después llegamos al instituto y mi madre se queda esperando a que bajemos del coche y acto seguido se baja ella.

Mi hermano y yo nos quedamos mirándola sin entender porque se baja y parece que ella se da cuenta.

-¿Qué pasa? Os acompaño, venga va. -dice sin darle importancia-

Mi hermano y yo la miramos, nos miramos entre nosotros y encogemos los hombros en señal de que nos da igual, total aunque no nos de igual lo va a hacer.

A lo lejos veo a Orión con los que imagino que son sus amigos porque nunca me los presentó, se me queda mirando y mi madre se quita las gafas de sol con la elegancia que solo ella tiene y le mira fijamente.

Orión al momento deja de mirar, normal a mí también me daría miedo que mi madre me mire así, sin decir una sola palabra te dice que está cabreada y lo mejor que puedes hacer es huir por tu vida o quedarte totalmente quieto y no mirar para que con suerte ella no te vea.

-El trozo de mierda te ha mirado cielo.

Si así es ella y ahora me doy cuenta de que me encanta.

-Lo sé me he dado cuenta. -digo sin darle importancia.-

-¿Quién? -dice mi hermano sin entender nada.-

Ahora recuerdo que mi hermano aún no sabe nada de lo que pasó, mi hermano mira hacia Orión y luego a mí, creo que entiende que ya no estamos juntos pero no sabe porque y se tensa.

-¿Te ha hecho algo malo? -dice tenso.-

-Ya se ha encargado mamá, mi vida. -dice mi madre.- Celia levanta la cabeza que nadie se piense que pueden contigo, recuerda lo que te enseñé.

Sí, lo recuerdo, una de las grandes filosofías de Coco Chanel era mantén la cabeza, los tacones y los principios altos. Mi madre siempre ha seguido esa filosofía y me la enseñó desde pequeña, entre otras muchas.

Mi hermano no parece muy convencido, estoy seguro de que va a investigar lo que ha pasado y que cuando se de cuenta le va a hacer una visita a Orión, puedo defenderme sola pero me alegra saber que tengo a mi madre, a mí hermano y a sus amigos para ayudarme, sé que también a Jorge y a mis amigos pero me agrada saber que tengo a mi madre de mi lado.

-Samy, ¿Donde está tu novia? -dice con interés.-

-Por ahí viene. -dice él haciendo señas para que se acerque.-

Ay dios mios, creo que no se va a esperar a que llegue la cena de mañana, para mí que lo va a presentar ahora, veo como un chico con el uniforme se acerca y no me puedo creer quien es.

Es Diego.

El que se supone que es su mejor amigo, el capitán de natación, el que fue mi Crush durante todo el verano cuando tenía doce años.

Mi madre ya se ha dado cuenta de lo que va la cosa y le ha cambiado la cara.

Ay Dios, esperemos que salga bien.

Tres son multitudWhere stories live. Discover now