Disculpas

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No sabía si hacerlo o no.
Pero no se dio tiempo de dudar más y tocó la puesta de cristal de la oficina de Carlos Sainz.
Sabía que este estaba ocupado en su computadora, lo podía ver por el cristal.

Los ojos siempre expresivos de su colega lo observaron una fracción de segundos y después este se puso de pie.
Abrió la puerta y lo deja pasar.
El no tomó asiento no tenía por qué hacerlo.

-estoy aquí en símbolo de paz- ataco directamente al madrileño, suspiro para quitarse el mal sabor de boca y prosiguió.
-fue un completo estupido, mucho más creo. Tomé malas decisiones y también elegí compañías que no valían la pena, fuiste mi amigo y eras genial... te debo una disculpa por no saber mirar más haya de la historia que yo quería... lo siento mucho Carlos Sainz Vázquez de Castro Cenamor Rincón Rebollo Virto Moreno de Aranda Don Per Urrielagoiria Pérez del Pulgar- sonrió y extendió su mano.

Carlos parecía estupefacto.
Sin moverse, Sergio incluso pasó su mano por su nariz para saber si este seguía respirando.

-Sergio... Yo también creo que te debo una disculpa- comenzó el español aceptando por fin la mano del mexicano.
Checo negó con una sonrisa real.

-estabas... estaban en todo su derecho y lo siguen estando- el apretón fue suave pero a ellos que se les había enseñado como funcionaba aquello de estrechar las manos para terminar un trato supo que estaba bien.

-si, era tu decisión no debí alejarme... no debí dejarte solo cuando yo si sabía el tipo de persona que era Max-

Sergio volvió a negar con su cabeza.

-tenia que aprender y elegí que fuera por las malas- quizo traer consigo su mano pero Carlos lo obligó a tomar asiento en el sillón de cuero negro que tenía su despacho.

-¿cómo estás? ¿Donde estuviste todo este tiempo? Aquella noche regresé, pero tú ya no estabas y por la mañana Horner me dijo que tú habías solicitado un adelanto en tus vacaciones, después simplemente ya no regresaste y no sabía si podía llamar-

-puedes llamarme cuando quieras, a la hora que sea. Me tomé un largo descanso para poder tomar varias decisiones que pronto comenzarán a tener sentido ¿amigo?- Carlos lo abrazó en cuando este término y Checo estaba más que aliviado las piedras de su pasado estaban soltando su cuerpo.
-pensé que mi apariencia dejaba más que claro que estoy mejor que nunca dijo cuando se separan y su amigo le sonrió como en los tiempos en los que estudiaban.

Carlos lo despidió con un abrazo y deseándole lo mejor, para que pronto volvieran a verse y Sergio estuvo más que de acuerdo.
El madrileño no dijo nada malo con respecto a su renuncia, incluso bromeó sobre que el también quería renunciar.
Pero claro estaba que no podía simplemente tomar esa decisión, como tampoco Checo lo debería haber hecho, por que simplemente no puedes renunciar a tu estabilidad económica, pero el Mexicano ya se preocuparía después por sus gastos.

Su ruta lo llevó ahora al departamento de Yuki.
Eran pasadas de las cinco de la tarde así que sabía ya estaba en su casa.
Tocó con suavidad la puerta y espero paciente.

-!Pierre donde sea comida rápida te voy a golpear con el mazo de la carne¡- lo escucho gritar mientras abría la puerta.
La cuchara para espagueti calló de su mano cuando lo vio.
Sergio abrió sus brazos para poder abrazarlo, era tan pequeño que pudo sostenerlo como un bebé.

Pronto se arrepintió por que estaba mordiendo su hombro.
Este grito por el dolor y tan pronto como pudo lo separó de su cuerpo.

-¡Que sea la última vez que desapareces sin dejar una buena explicación, número de teléfono, correo o dirección Sergio Michel Pérez Mendoza¡- lo regaño con una pose de madre.
Checo pudo tomar enserio su amenaza conociendo el carácter de su querido amigo, pero el mandil con el dibujo de un cuerpo femenino muy voluptuoso con su vestido rojo de lunares muy estilo 50  no ayudó en aquello.

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