Capítulo 72

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Fue un dolor de cabeza, pero ya estaba por acabar otra celda más con su respectiva maldición, cada una de las maldiciones estaba hecha impecablemente por un viejo pincel de punta fina remojado en el frasco de tinta maldita

Mientras Tom daba los pincelazos en los barrotes, creando patrones complementarios junto a unos cuantos simbolos esparcidos entre los barrotes de la celda y les daba algo de su magia mientras murmuraba una simple oración para completar la maldicion, pudo escuchar unas suaves pisadas que se acercaban a el

No hacía falta ver quién era, conocía el andar de la mocosa, y ese era sin duda alguna el de ella, solo que a un ritmo más pausado del normal

- Ya acabe señor Tom - Mensionar con voz desganada, incluso sonando algo ronca

Tom la miró de reojo, realmente no se veía como siempre, sus hombros estaban caídos, su postura algo encorvada hacía delante, se podía notar que estuvo llorando por su nariz y por sus ojos enrojecidos

Su pálida piel hacía juego con sus ojos sin brillo, era normal ver a un mago oscuro verse tan mal, tanto su apariencia como su imagen debían ser un desastre igual que su estado emocional y mental, porque uno mismo no tiene tiempo para preocuparse por su apariencia o estado cuando tienes un gran revoltijo de emociones, sensaciones, problemas e incluso de batallas internas

Véanlo a él como un ejemplo

Pero verlo en ella le resultó un poco raro...

- ¿Te bebiste el té? - Preguntó volviendo su atención a los pincelazos que daba en la celda

- Ujum... - La niña asintió, tenía la taza del té en sus manos, solo quedaba un poco que no podía beberlo o se tragaría sin querer las hojas que le quedaban

- ¿Fue suficiente para mantenerte bajo control o necesitas más? - Preguntó dando el último toque a la celda para así poder ver a la niña

Ella había bajado la mirada, se veía tan desganada que incluso hablaba con voz suave

- No, también me comí las bayas de Tejo, las bayas me ayudaron a no tener tanta hambre - Explico apretando sus labios mientras se encogía

Tom entrecerró sus ojos, en verdad era muy extraño verla actuar así...

- ¿Necesitas más? Puedo prepararte otra taza de té - Le dijo con el ceño fruncido, la niña le miró un instante para después volver a bajar la mirada y asentir lentamente

Ambos caminaron fuera del pasillo de las celdas donde debía encontrarse aún el sitio en el que se estaba preparando el té

Pero al llegar, solo encontró dos cristales Ignis totalmente vacíos e inservibles

- Perdón... C-Creo que me comí por accidente la magia que les restaba cuando absorbiá mi magia oscura - Se disculpó sonando realmente arrepentida y nerviosa

- No pasa nada, aquí tengo otros más - Comento Tom rebuscando en su bolso algún otro cristal Ignis que aún tenga algo de Magia

Logró encontrarlo, aunque no tenía tanta intensidad como los demás, aún así lo remplazo por los otros

- El agua va a tardar en calentar, así que tendrás que esperar un poco para cuando el té esté listo para beberse, siéntate - Le indico mientras echaba algunas cuantas hojas más al agua a la par que Delia le obedecía y se sentaba al frente suyo, abrazando sus rodillas - Deberías reposar mientras esperas, has absorbido una cantidad inmensa de magia oscura, que aunque sea tuya, sigue siendo demasiada como para ser controlada o incluso digerida por alguien tan inexperta como tu - Señaló con un rostro acusatorio que hizo que la pequeña se encogiera en su mismo sitio

¿Villana? Ella es de todo menos una villana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora