10.

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Chiara y su madre entraron a la cafetería. Habían estado toda la mañana comprando los regalos de cumpleaños del hermano menor de Chiara y la ojiverde le había insistido a su madre de ir a tomarse un café a la cafetería, no tenía nada que ver con que allí trabajara cierta pelirroja. 

Después del día de la playa, Violeta y Chiara habían estado super unidas. Chiara la había ayudado todas las veces que se tenía que quedar hasta tarde haciendo dulces, que siempre acababan en acalorados besos en la cocina y Violeta salía a escucharla cantar todos los días para ir después a la cafetería e invitarla a un café.

Aunque no siempre estaban solas, muchas veces hacían pequeñas reuniones ya fuera en casa de Naiara y Salma, en la playa o en la cafetería con sus amigos. La verdad es que Chiara estaba muy feliz de haber conseguido un grupo de amigos tan maravilloso como lo eran ellos.

La mesa en la que se solían sentar Martin, Chiara y Ruslana había sido abandonada. Ahora todos se sentaban en la mesa larga en la que se sentaban siempre los amigos de Violeta, ahora eran todo un grupo, así que Chiara se encaminó hacia esa mesa siendo parada por su madre y sentándose en una para cuatro personas. Aunque se paró momentáneamente para saludar a Denna que estaba, también con su madre, en una mesa de dos.

-Don't we have to order first? -preguntó Emma colocando las bolsas en una de las sillas vacías. (¿No tenemos que pedir primero?)

-No mom, I am VIP here -le contestó Chiara sonriendo.

Violeta, que las había visto entrar, no pudo evitar sonreír al ver a Chiara. Por mucho que la pelirroja lo negará, Chiara le gustaba mucho, sus ojos, su sonrisa, sus chistes malos, su risa contagiosa, su espanglish... todo lo que había conocido en las dos semanas que llevaba en la isla le encantaba.

La pelirroja cogió su bandeja y se acercó sonriendo a la mesa de Chiara y su madre. -Hola, ¿que os pongo?

A Chiara le brillaron los ojos al ver a Violeta. -Yo quiero lo de siempre. -contestó para después mirar a su madre. -Mom?

-Un americano, por favor -pidió la mujer y Violeta sonrió al escuchar el acento tan marcado.

-Enseguida. -Violeta se fue a preparar la orden de ambas. Una idea le cruzó la mente y cogió un papel, escribió algo rápidamente y lo puso bajo la taza de Chiara pero sobresaliendo un poco. Mientras iba de camino a dejarle la orden, la madre de Chiara se levantó y se dirigió hacia el baño. 

La pelirroja comenzó a colocar las tazas y el plato de tarta en la mesa y, a pesar de toda la gente que estaba esperando para ser atendidas, Violeta se paró y acarició levemente el brazo de Chiara. -Mucha gente hoy, ¿no? -preguntó la inglesa agarrando la mano de Violeta.

-Ya ves, encima estoy sola, no se donde coño ha ido mi tía. -Violeta dejó un rápido beso en la cabeza de la ojiverde y se marchó a atender al resto de gente.

Chiara vio un papel sobresaliendo de su taza cuando la cogió para beber. Agarró el papel y dejó la taza de nuevo sobre el platito. Lo desdobló y dentro estaba escrito una frase: "Que guapa estás hoy, Kiki -V" y al final, junto a la V, un pequeño corazón.

Chiara se mordió los labios para ocultar la sonrisa tonta que comenzaba a formarse en su rostro al leer la nota, se giró un poco para mirar a Violeta y esta la miró y le guiñó un ojo. Chiara sonrió y sintió un cosquilleo agradable en su abdomen. Se guardo la notita en el bolsillo a la vez que su madre volvía a la mesa.

-I hope we get all the decorations on time. -dijo la madre de Chiara al sentarse. (Espero que tengamos las decoraciones a tiempo.)

La familia de Chiara siempre se esforzaba mucho en los cumpleaños de sus hijos porque pensaban que era un momento clave para ellos y que crearían recuerdos imborrables en la niñez de sus hijos, y ahora, que el pequeño de la casa cumplía un año más, todo en la familia transcurría alrededor de ese día.

Última Noche de Verano.Where stories live. Discover now