Destino Entrelazado en Sombras MLBB

Sinfonía de Venganza y Despedida (2)

El gran día había llegado, y la celebración de la mayoría de edad de Hanabi y Hayabusa estaba en pleno apogeo. Con apenas una pequeña diferencia de edad y cumpleaños, la aldea se sumía en una efervescencia de preparativos desde temprano en la mañana. Todos querían ser partícipes de la ceremonia que marcaba un hito en las vidas de estas dos destacadas figuras ninja.

"Te ves como la flor más hermosa de todas, Hanabi", expresó el padre de la joven al verla con su cabello oscuro, piel radiante y un kimono elegante. "Eres toda una mujer y, además de ser muy bella, eres todo el orgullo de nuestra familia". Las palabras afectuosas provocaron un sonrojo inmediato en Hanabi.

"Me honran mucho sus palabras, padre", respondió Hanabi con gratitud. Su padre colocó su mano en su mejilla, acariciándola con ternura. "Sé que te pusimos mucha presión para que te cases pronto con ese joven ninja. Lamento eso". A pesar de ser un hombre fuerte y seguir las tradiciones, el corazón del padre de Hanabi era bondadoso, en marcado contraste con la mayoría de los hombres de la aldea.

"Hanabi, ya verás que el amor llegará con el tiempo. Quizás no de la forma que ustedes, los retoños, lo desean, pero él tiene un gran potencial. Va a cuidar de ti, y por la familia que tiene, se nota que no hará algo que te pueda deshonrar a ti ni a nosotros", concluyó su padre. La respuesta de Hanabi fue rápida y sincera.

"Entiendo todas las responsabilidades que se me han asignado, padre, y las acepto con lo que conlleve". Sin embargo, lo que su padre no sabía era que Hanabi encontraba la idea de celebrar un matrimonio con Hayabusa como la mejor de todas. La ironía de la situación le parecía simplemente hilarante, aunque, por supuesto, mantuvo esa perspectiva para sí misma.

Cuando los preparativos estaban listos, Hanabi se dirigió a su asiento, que ocupaba el centro de atención. En ese lugar destacado, rodeada de numerosos invitados, se encontraba junto al asiento de Hayabusa. Mientras se acomodaba, notó que sus ojos se encontraban con los de él, generando un torbellino de emociones dentro de ella.

Hayabusa, con un kimono oscuro que resaltaba su porte, le sonreía abiertamente. Hanabi no pudo evitar sentir que su corazón casi se detenía ante esa expresión. Mientras la ceremonia comenzaba, pensó en lo que realmente sentía Hayabusa por ella y qué pensaba acerca de la idea de casarse en el futuro.

Supongo que jamás lo sabré si no se lo pregunto, se susurró a sí misma de manera inaudible mientras se sentaba a su lado, sumergiéndose en el inicio de la ceremonia.

"Te ves radiante", comentó Hayabusa, otorgándole ese cumplido mientras no dejaba de sonreír. La sonrisa constante del ninja confundía a Hanabi, generándole un torbellino de emociones. No estaba segura de si Hayabusa estaba coqueteando o simplemente siendo amable. Sus mejillas se llenaron de color, y trató de disimular su nerviosismo. Era curioso cómo, siendo una de las ninjas más poderosas, esta situación la ponía nerviosa.

"Tú también te ves bastante bien", respondió Hanabi, dándole una palmada suave en el hombro. Luego añadió sinceramente: "Eres parte de mí toda la vida". Fue la confesión más honesta que le había expresado a Hayabusa. Él se sorprendió al escuchar eso, ya que compartían una conexión que se remontaba a la cuna. Nadie conocía a Hanabi tan íntimamente como él, ni siquiera sus propios padres.

"Sin ti y Kagura, muchas cosas de mi vida no tendrían sentido", dijo el pelinegro con una sonrisa en el rostro. Hanabi intentó sonreír de vuelta, pero era lo más falso que había hecho en toda su vida. Odiaba la omnipresencia de Kagura, siempre presente en cada aspecto de su vida. La sonrisa en su rostro no reflejaba la incomodidad que sentía ante esa afirmación.

A pesar de la aparente armonía en sus palabras, las complejidades de sus emociones y relaciones comenzaban a tejer una trama más intrincada en la historia de Hanabi y Hayabusa.