ʟɪᴛᴛʟᴇ ꜰᴏᴏᴛᴘʀɪɴᴛꜱ | ᴍɪᴄʜᴀᴇɴɢ (G!P)

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─ Ohh, buena chica, Haewonie. ─Son Chaeyoung, de 28 años, una de las más nuevas pediatras, se encontraba atendiendo a una de sus pequeñas pacientes. Se trataba de la pequeña Haewon de seis meses, hija de Myoui Mina.

Chaeyoung había empezado a trabajar allí hace tan solo seis meses, por recomendación de la facultad de medicina a la cual asistió gracias a sus buenas calificaciones. Esta ventaja le permitió empezar a trabajar ni bien se graduó.

Chaeyoung siempre le tuvo un amor muy grande a los niños, así que desde el principio supo que se quería dedicar a la pediatría. Ella estuvo realizandole diferentes chequeos a Haewon, secretamente su paciente favorita, desde sus primeros días de nacida. Siempre era lindo volver a verla ya que era una niña muy tranquila.

─ Bien, pequeña Myoui. Ya casi estamos. ─Habló con la bebé mientras la volvía a vestir con mucho cuidado.─ Estás creciendo muy bien, Haewonie ¡Buen trabajo! ─Dijo haciendo que la pequeñita forme una sonrisa en su lindo rostro. Chaeyoung volteó a ver a la madre de la niña y sonrió con ternura.─ Buen trabajo a usted también, señorita Myoui.

Myoui Mina, una mujer de belleza serena, devolvió la sonrisa de Chaeyoung con gratitud. Había notado la dedicación y el afecto especial que la pediatra mostraba hacia Haewon en cada visita.

─ Gracias, doctora Son. Realmente aprecio su cuidado con Haewon. ─ Mina acunó suavemente a Haewon mientras Chaeyoung completaba los últimos detalles en el examen.

Chaeyoung, con su experiencia reciente y el entusiasmo inherente a su amor por la pediatría, continuó brindando consejos a Mina sobre la alimentación, el sueño y otros aspectos del cuidado infantil.

─ Haewon está en buen camino. Si tiene alguna pregunta o inquietud, no dude en comunicarse. Estoy aquí para ayudar. ─ Chaeyoung expresó con calidez mientras acompañaba a Mina y Haewon hacia la salida del consultorio.

Ambas se dedicaron una ultima sonrisa antes de despedirse. Chaeyoung estaba por volver a sus labores habituales cuando Mina habló nuevamente llamando su atención.

─ Doctora ¿Usted tiene hijos? Es que se le hace tan natural entender a los bebés... ─Preguntó con un brillo curioso en sus ojos negros. Chaeyoung negó con una cabeza.

─ Por el momento no he tenido el gusto, pero gracias. ─Respondió sonriente. Mina la miró como si estuviera intentando leer entre líneas, pero luego sólo sacudió su cabeza.

─ Ya veo... En fin, que tenga una buena jornada. ─Dicho esto, la mujer se fue con la pequeña en brazos.

Después de la salida de Mina y Haewon, Chaeyoung continuó atendiendo a otros pacientes en su consultorio pediátrico. La mañana avanzaba con su rutina habitual de chequeos y consultas,.

A la hora del almuerzo, Chaeyoung se dirigió a la pequeña área de descanso del personal médico. Al sentarse con su bandeja de comida, su amiga y colega, Sana, se unió a ella.

─ Hola Chaeyoung, ¿cómo va tu día? ─ saludó Sana con una sonrisa amistosa mientras tomaba asiento.

─ Hola Sana, todo está bien hasta ahora. Un poco cansada de cargar bebés que cada vez parecen estar más pesados, como siempre. ─ Chaeyoung respondió con algo de diversión en sus palabras.

Sana, con una chispa de admiración en sus ojos, comentó: ─ Deberías considerarte afortunada. No todos los días se tiene la oportunidad de cuidar de un bebé tan adorable. Esa pequeña, Haewon, es realmente linda.

Chaeyoung asintió con una sonrisa al traer de nuevo a su mente la imagen de una sonriente Haewonie. Sana, entre bocados de su almuerzo, continuó: ─ A veces, envidio un poco tu trabajo. Me encantaría cuidar de esos angelitos todos los días.

Chaeyoung rió suavemente: ─ Bueno, siempre hay días agitados, pero sí, definitivamente tiene sus recompensas.

Sana, con una mirada juguetona, añadió: ─ Y bueno, Haewon se parece un poco a ti, ¿no crees? Debe ser por eso que la cuidas tan bien.

Chaeyoung pensó en las palabras de Sana por unos segundos. La verdad, tenia algo de razón, sí se parecia un poquito. Bromeó: ─ ¿Ah sí? Tal vez sea mi gemela perdida. No me había dado cuenta.

─ Bueno, ahora ya sabes cómo se vería si tuvieras bebés. Deberías considerarlo. ─Habló con su típico tono vacilón, sacándole una risita a su amiga.

─ Por el momento no, gracias. Prefiero concentrarme en mi carrera.

─ Ok, también siempre existe la probabilidad de seducir a una mujer que ya tenga hijos. La madre de Haewon está bastante bonita ¿No crees?. ─Bromeó Sana, moviendo sus cejas de arriba a abajo. Chaeyoung, ante sus palabras, casi se atraganta con una pequeña porción de su comida.

─ Es guapa, sí, pero no es mi tipo. Sabes que tengo una debilidad por las de cabello negro, no por las castañas como ella. ─Respondió con simpleza, encogiendose de hombros. Sana hizo un gesto simulando limpiarse algo de los hombros y puso una sonrisa coqueta.

─ Mejor, más para Minatozaki.

YIPEEEE, una historia nueva jdkdks. Esta surgió anoche, gracias a una pequeña idea con la que me crucé. Es una historia super corta y rápida. No quise darle muchas vueltas.

Espero que, a pesar de todo, la disfruten ♡