30 DÍAS (ʟᴀʀʀʏ)

CAPÍTULO 13

Holaa, cómo están?
No olviden tomar agua y sonreír

Una hermosa canción con una letra hermosa en multimedia<3

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Harry no se había despertado cuando Awsten ayudó a Louis a llevarlo a la cama. La Doctora Lee comprobó sus signos vitales antes de marcharse. Les dijo que probablemente dormiría hasta la noche y tuvo razón.

Louis lo sostenía cerca en la temprana luz de la mañana. Dos o tres veces, se despertó para oír los murmullos de Harry en sueños, pero se calmaba en cuanto Louis lo tocaba. La fuerza de la confianza de Harry en Louis lo consolaba.

Sólo una semana había pasado desde que Harry llegó para un simple almuerzo. Muchas veces Louis se había preguntado si era solo suerte o debería agradecerle al destino que trajera a Harry a su vida.

La pena profunda que sentía por Víctor no se había ido, nunca se iría completamente, pero Harry había ahuyentado lo peor del dolor. Parecía que era el turno de Louis, para exorcizar los demonios de Harry.

Sólo tres semanas quedaban para cumplir su acuerdo temporal. Si las cosas hubieran sido diferentes, ya habría reclamado permanentemente a Harry como suyo. Pero no era solo su decisión y Harry no era capaz de hacer una elección objetiva.

Cuando Harry se removió contra él, Louis se alejó. En los últimos días había logrado evitar el sexo diciéndole a Harry que estaba cansado. Lamentablemente, su cuerpo no seguía con la charada. Su gran erección mostraba la verdad de su mentira.

Quería a Harry tanto que le dolía, pero la doctora tenía razón y lo supo en el minuto en que ella lo dijo. El sexo enturbiaría la recuperación de Harry, así que en lugar de disfrutar del delgado cuerpo, Louis se arreglaba con duchas frías y su mano, en privado.

—Buenos días —le susurró cuando los ojos de Harry se abrieron. Sus pestañas parpadearon varias veces antes de que Harry girara su cabeza para mirar a Louis.

—¿Amo?

—Aquí estoy. —Louis pasó una mano por sus hermosos y largos rizos. La idea de trenzarlo o ir a una estética para experimentar y hacerle distintos peinados pasó por su mente. Estuvo a punto de decirle, pero de repente se detuvo. Esta era otra de las decisiones que Harry debería aprender a tomar. Le sonrió al hombre más joven. La ironía de reeducar a Harry, y que él también tuviera que cambiar, hizo que su sonrisa se ampliara—. ¿Cómo te sientes?

—Dolorido... —Harry giró su cabeza de un lado a otro, estirando los músculos del cuello—. ¿Qué ha pasado?

—¿No lo recuerdas?

—El Señor Nilsson estaba aquí... —Harry frotó sus ojos y se sentó. Una arruga plegaba su frente—. Me hizo algunas preguntas.

—Sí, y eso te trastornó.

Cabeceando, Harry cerró sus ojos. —¿Amo?

—¿Sí?

—¿Estoy en problemas ahora? Yo ayud... —un sollozo suave ahogó sus palabras.

—Shhh... —Louis se sentó a su lado y deslizó un brazo alrededor de él—. No, nunca estarás en problema por decir la verdad.