★ Oh My Ghost! - Yeongyu

23 - Aquella primavera que se convirtió en invierno (Parte 1)

Cuando la noche había caído, la chamana notó la silueta de alguien familiar a la par de la puerta principal.

—¿Beomgyu? —susurró confundida.

—Señora Lee... —exclamó el pequeño Choi. —Ya recordé todo... Recordé cada detalle de mi muerte.

Al notarlo llorar, la chamana se acercó rápidamente para envolverlo en un cálido abrazo.

—Oh, Gyu. Debe ser muy difícil.

Las lágrimas de Beomgyu caían por sus mejillas, tenía una gran mezcla de emociones en ese momento.

La chamana estuvo a su lado todo el tiempo para apoyarlo, pues no era fácil lidiar con el recuerdo de una muerte tan atroz.

Cuando Beomgyu se encontraba más calmado, ambos tomaron asiento.

—¿Te sientes un poco mejor?

Beomgyu asintió.

—Así que no eras un fantasma virgen... Fuiste asesinado por ese hombre. —DongDaek puso sus manos sobre la mesa, llamando la atención de Beomgyu— A partir de ahora, tienes que tener más cuidado con Taehyun. Es poco probable que se quede de brazos cruzados ahora que sabes que él es tu asesino.

Beomgyu bajó la cabeza, aún estando muy aturdido por toda la situación.

...
El oficial Kang se encontraba caminando con prisa por las grandes calles, moviendo su cabeza en todas las direcciones para buscar a Beomgyu.

—¿Dónde se habrá escondido el idiota de Choi Beomgyu? —pensó.

—¡Oficial Kang! —exclamó el señor Huening, quien le mostró una sonrisa al verlo de cerca.

—¡Señor Huening! ¿Qué hace por aquí a esta hora? ¿Quiere que lo ayude? —Taehyun le mostraba una gran sonrisa al mayor, como si nada estuviera pasando—.

—Oh no, estoy bien. Vine por algo de carne de cerdo para la cena. ¡Hoy vendimos toda la carne!

—¡Eso es estupendo! ¿Por qué lleva tanta carne? Sus hijos no suelen comer mucha.

—No es solo para mis hijos, hoy tenemos un invitado en nuestro hogar.

El oficial Kang se quedó en silencio, sin quitar su sonrisa.

—Oh, ¿un invitado? Suena increíble.

—Lo es. Bien, me esperan en casa. ¡Nos vemos mañana, oficial Kang!

Ambos se despidieron.

...
Soobin se encontraba sentado en una mesa dentro del restaurante. Pensando en la llamada que había tenido con Beomgyu unas horas antes.

"—Creo que antes de morir usé mi diario y mi celular para anotar ese número." Recordaba ese dato que Beomgyu le había proporciado.

Tomó su celular y comenzó a llamar a Yeonjun.

—¿Sí?

—Yeonjun, ¿dónde estás?

—En mi departamento.

—¿Recibiste una visita?

—No, ¿por qué lo preguntas?

—Hay algo que debes saber... Se trata de Beomgyu.

—¿Él está bien? —Se pudo escuchar como Yeonjun se levantó de su cama—.

—Eso espero, creo que descubrió algo sobre su muerte... Y el oficial Kang tiene algo que ver.

—¿Qué?

—Iré hasta tu departamento para contarte mejor.

—No, es peligroso salir de noche. Iré hasta donde estés.

—Está bien, me encuentro en el restaurante de los Huening.

—Iré lo antes posible.

Soobin colgó la llamada una vez observó al señor Huening entrar.

—Señor Huening, ¿a dónde fue tan tarde?

—Supuse que tenías hambre así que fui a comprar carne para que cenes con nosotros.

Soobin sonrió avergonzado, tomando asiento.

—¿Dondé están Kai, Bahiyyih y Lea? Creí que ya habían terminado sus tareas. ¡Niños, bajen a cenar!

...
Soobin salió del restaurante una vez había cenado. La calle se encontraba muy oscura, pues aquel restaurante era lo único que se encontraba abierto a esa hora.

—¿Dónde vendrá Yeonjun?

El rubio tomó asiento en la pequeña mesa que se encontraba en el exterior del establecimiento.

Poco después de haberse sentado, sintió la presencia de alguien más a su espalda.

—¿Yeonjun? —exclamó antes de poder mirarlo, pues aquella persona le había cubierto la boca y la nariz con un trapo empapado en alcohol, haciendo que quedara inconsciente al poco tiempo.

Yeonjun llegó minutos después, llamando a Soobin, pues no se encontraba en el del restaurante.

—¿Se habrá cansado de esperar? Seguro tomó un taxi hasta mi departamento. Soobin suele ser muy terco... —Yeonjun se congeló al observar el zapato que le pertenecía a Soobin por debajo de la mesa del exterior—.

Tomó su celular rápidamente, llamando al número de de la estación de policías de la zona.

—Buenas noches ¿El oficial Kang Taehyun se encuentra en la estación? —dijo, pues había recordado que Soobin mencionó al oficial Kang en la llamada que habían tenido anteriormente—.

Para su mala suerte; el oficial Kang no se encontraba ahí. Yeonjun tenía una acorazonada, y Taehyun estaba involucrado en ella.

...
En el templo, la chamana y Beomgyu se encontraban haciendo un rezo a los dioses para que les ayudaran a encontrar luz en ese momento tan oscuro.

—¡Dioses! Son tiempos difíciles y los espíritus malignos están en todos lados atormentando humanos inocentes... ¡Denme la fuerza para derrotar a esos espíritus oscuros!

Sus palabras fueron interrumpidas por unos golpes en la puerta, la chamana fue rápidamente a abrirla, dejando entrar a un Choi Yeonjun muy agitado.

—Señora Lee... —Se quedó en silencio al observar a Beomgyu al lado de la mujer, su pulso comenzó a acelerarse cuando observó el rostro triste del menor—. Beomgyu... Soobin ha desaparecido, junto con el oficial Kang.

Aquellas palabras aterraron a Beomgyu, pues se sentía responsable de haber involucrado a Soobin en todo esto.

—No... No quiero que le pase lo mismo a Soobin... —exclamó Beomgyu. —Chamana Lee ¿Qué hacemos?

—El espíritu maligno ha tomado a Soobin como carnada.

—¿Espíritu maligno? —dijo Yeonjun confundido.

...
El trío se encontraba en el auto de Yeonjun, en camino hacia la casa del oficial Kang.

—Beomgyu recordó su muerte, había observado al oficial Kang atropellar a alguien y cuando intentó reportarlo, fue atacado por Taehyun. Estamos casi seguros que él está siendo poseído por un espíritu maligno.

Yeonjun se quedó sin palabras, sentía una gran impotencia al no poder consolar físicamente a Beomgyu.

—Entiendo... ¿Por qué vamos a casa de Taehyun?

—Beomgyu tiene un vago recuerdo de cuando recién había transcendió al plano espiritual.

—Recuerdo ver una maleta... Y al oficial Kang escondiendo algo —dijo Beomgyu, el cual experimentaba un dolor de cabeza por recuperar tantos recuerdos en poco tiempo.

...