El maestro de todo

Capitulo 8 - El burdel - Parte 2.

Deje de manosear a la chica para recibir á mi buen hermano Edward, que acababa de llegar.

― ¡Alastor, mi buen hermano! ― Edward me recibió con un fuerte abrazo, lleva tiempo desde la última vez que nos habíamos visto.

―Veo que aún no te encadenan a ninguna familia, ¿nadie quiere al hermoso Edward Fanher, aun soltero? ― una sonrisa curvo mis labios mientras el rubio se encogía de hombros restándole importancia.

―Mejor para mí, nada me impedirá llevarme por fin a mis chicas a casa, no importan lo que digan en el clan. ― respondió viendo a dos lindas chicas corriendo hacia nosotros, eran las concubinas de Edward.

El joven Fanher fue el primero en solicitarlas el día en que llegaron a este burdel, y desde entonces es el único hombre que las ha visto y acompañado en sus camas 5 noches regulares por semana.

Con la permanente promesa de llevarlas a su familia y no tener que volver a poner un pie en el burdel.

Ambas eran rubias, muy parecidas entre sí, exceptuando sus razas, una de ellas era una elfa del bosque, y la otra una mujer de las razas bestias antiguas, más en específico, de la raza Zorro del desierto, que son rubias y no de cabello anaranjado o pelirrojo como sus familiares de otras especies de zorros.

― ¡Maestro Edward! ―

― ¡Joven maestro! ―

Ambas mujeres exclamaron con felicidad, arrojándose a los brazos abiertos de Edward, que las recibió igual de contento.

Sonreí un poco y los guie a los tres a mi mesa, donde un joven intentaba ligarse a mi tímida, que intentaba entre tartamudeos explicarle que ya tenía a alguien.

Mi sonrisa se esfumo al ver de quien se trataba...

―Alexander Belfast, parece ser que el ejemplo de Emil Fervell tirado en medio de la calle cagado en sus propios pantalones luego de intentar robarse a una de mis mujeres no fue suficiente para hacerte retroceder, debo admirar su valentía o su brillante estupidez. ―

Uno de los hijos del actuar jefe de la casa Belfast.

―Alastor Phoenix... ¿no olvidas tu también la posición de tu familia en esta ciudad? Un poco de suerte en tu camino de cultivación ha llevado tu arrogancia hasta los cielos, ¿se me permite ayudarte a bajarte los humos? Mejor, por Raven puedo hacerte un favor y ayudarte ahora mismo, ¡Un joven ilustre como usted no debe contaminarse con una repugnante prostituta! Déjeme tomar ese riesgo por usted. ―

Entonces Alexander forzó su mano dentro del escotado vestido de Lily, la acompañante que seduje.

Puede que ni siquiera me la haya llevado a la cama, y solo tenga media hora de conocerla, pero la refrescante personalidad tímida y sumisa de ella fue una agradable compañía comparándola con mis atrevidas sirvientas.

―Creo que no, Alexander, quítale tus sucias manos encima antes de que corras el riesgo de perderlas y quedar manco. ―

La fría voz de Alastor llamo la atención de casi la totalidad de personas dentro del lugar, que parecían esperar un buen espectáculo mientras estaban acompañados de bellas mujeres.

Illyana no parecía muy interesado en el pleito de dos debiluchos en el reino Temperamento de tendones, incluso los niños pequeños de su secta ya han alcanzado ese reino, aunque claramente solo contaba a los mejore genios.

Aun así, fue refrescante ver a dos jóvenes guapos y ricos nobles luchar por la compañía de una mujer de su estatus para las compañeras de la peli blanca.

Quienes constantemente pedían bebidas alcohólicas dulces y comida deliciosa para ver el desarrollo de este drama.

―Una audaz amenaza, ¿pero tienes los papeles para respaldarla? ― la voz de un hombre se escuchó provenir de una esquina, parecía tener unos 20 años, de cuerpo enorme y lleno de músculos, tenía al torso descubierto mientras dos mujeres guapas lo acariciaban, dándole de comer y beber. ― ¿tiene tu patética familia el valor de amenazar a uno de los discípulos de mi secta Dragon del crepúsculo?