Capítulo 9

1.1K 187 92
                                    

Nika despertó con su corazón acelerado y lleno de terror, con sus manos alrededor de su garganta por el miedo que se arraigaba en su ser.

Tener pesadillas nunca fue igual que soñar. Tener pesadillas lo ahogaban en un mar lleno de sangre y recuerdos nauseabundos.

Tener pesadillas era un sufrimiento diario.

Pero tener esas pesadillas tenían el beneficio de mostrarle a Luffy, donde se acurrucada a su costado con una cara llena de pánico.

Dolía. Dolía estar lejos de su gemelo, de lo único que tenía en este mundo fúnebre y asqueroso.

Sus dedos pasaron al número de serie más abajo de su nuca, estremeciéndose ante los recuerdos.

Tres años como esclavo y uno como experimento en un laboratorio de mierda. Se estremeció al pensar en Luffy, todavía allí, en ese laboratorio, pasando dolor solo.

Luffy fue alejado de él hace un año y medio, los marines iban a “rescatarlos”, pero sólo lo tomaron a él, dejando atrás a su gemelo que gritaba su nombre y lloraba desesperado.

En esos momentos, Nika se aferró a la ropa andrajosa de Luffy, llevándose un pedazo de tela que acurrucó sobre su pecho.

Era lo único que tenía de Luffy.

Sintió sus ojos llenarse de lágrimas y apretó sus labios, conteniendo un sollozo agonizante.

Tomó la tela entre sus dedos, llevándola a su pecho que temblaba ante cada respiración. Sus ojos se sentía ahogados en un mar de lagrimas saladas, y Nika no quería volver a llorar, no quería.

Se imaginó la cara llena de tristeza y oscura de Luffy, con sus ojos opacos y sin vida en ese laboratorio, sintió que su mente gritaba.

Tenía que trabajar con el gobierno para proteger a Luffy, sabía que tal vez Luffy escapó de allí, lo habían planeado en ese año en ese laboratorio, pero justo cuando iban a hacerlo, los interrumpieron los idiotas de la marina.

Luffy era fuerte, tenía a Hannah con él, esa navaja mataría con fuerza si Luffy lo deseaba, Nika lo sabía bien.

Suspiro con fuerza, separando la tela de su pecho para guardarla en la mesita de moche.

Algún día se volvería a ver con Luffy, lo tendría entre sus brazos y llorarían hombro a hombro por su separación.

Nika sabía que Luffy no lo abandonaría, Luffy lo amaba como Nika lo amaba a él.

Y con ese pensamiento, cerró sus ojos nuevamente, esperando el amanecer para sus sentimientos.





—♡—





Luffy miró como el barco de Barbablanca se alejaba e hizo un puchero triste.

¡Se había vuelto un buen amigo de Ace y Sabo! Era primera vez que tenía un amigo.

Era un sentimiento raro tener amigos, ver como ellos se preocupaban por él y esas cosas, lo hacía sentir extraño.

Shanks llegó a su lado, revolviendo sus cabellos con una sonrisa orgullosa ante su avance.

—¿Vamos a dormir?—Preguntó el hombre, apoyándose contra la barandilla.

Luffy soltó un bostezo y asintió, rascando suavemente sus ojos.

—Me pica la venda, Shanks—Murmuró, señalando la venda alrededor de su cuello.

Esa venda que había puesto allí para tapar esos números de serie, esa venda que tapada dos años de dolor.

ᴡʜʏ ᴅɪᴅ ʏᴏᴜ ꜱᴇᴘᴀʀᴀᴛᴇ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora