36. TENGO UN TUTOR PRIVADO

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ESTE GESTO en realidad no significaba mucho para Fang Chi, solo era algo así como un consuelo, y ya lo había hecho muchas veces antes.

Pero después de ese apretón, tanto él como Sun Wenqu se quedaron paralizados.

Sun Wenqu se volteó para mirar primero la mano de Fang Chi que seguía en su hombro, antes de mirarle y comenzar a sonreír lentamente.

—De repente te pareces a Liang-zi en este momento.

Fang Chi también sonrió, se frotó la nariz algo avergonzado y giró la cabeza para mirar el patio de abajo.

—Ese hombre gordo de mediana edad es mi segundo tío, tiene mucha fuerza en las manos. Cuando era niño, podía levantarme con una sola mano y ponerme en sus hombros. El idiota de lentes es su hijo...

Con una sonrisa bailando en los labios, Sun Wenqu miró hacia abajo con él.

—El chico de lentes no era un idiota cuando era niño, pero de repente se volvió un imbécil luego de ir a la escuela. Sigo pensando que lo que ha estado estudiando desde la primaria hasta ahora quizá sea una especialización en estupidez... —Fang Chi señaló con los dedos de un lado a otro sobre el cristal, comentando con gran entusiasmo—. ¡Ha usado el movimiento letal Corazón de Pantera! ¡No pudo esquivarlo en absoluto! Sabía que no lo lograría... Amigos espectadores, por favor... ¡Oh, es el ataque Puño de Mantis! Tampoco pudo esquivarlo, era imposible. El valor de combate del chico de lentes es demasiado bajo, creo que ni siquiera con mis muchos años de experiencia... ¡La Mano Rebanadora, es la Mano Rebanadora! ¡Ahora el chico de lentes quiere huir! ¡Está huyendo! Esta técnica secreta se llama «Salir por la Puerta», pero la puerta está un poco lejos... ¡Salió! Bien, se escapó, y parece que el segundo tío no tiene intención de perseguirlo. GAME OVER, la transmisión en vivo ha terminado.

Sun Wenqu se apoyó contra la ventana y no pudo parar de reírse, y le dio una ronda de aplausos.

—Eres muy hablador, no te había visto hablar así antes.

—¿No querías que lo comente? Hasta ya me dio sed —Fang Chi se rio—. Es una lástima que Fang Hui no haya podido soportar la paliza y lo derrotaran en dos movimientos, si fuera yo... cuando mi abuelo y mi papá me golpeaban, por lo menos podía correr alrededor del patio unas ocho o diez veces antes de ser atrapado.

—Sí, tú —Sun Wenqu asintió, tomó la taza sobre la mesa y se la entregó—, el mono que creció como un perro salvaje.

—Al final soy un mono o un perro. —Fang Chi tomó la taza y bebió un sorbo. No era agua hervida, sino té, y olía muy bien... momento, esta era la taza de Sun Wenqu.

Fang Chi se atragantó con el sorbo de té, dejó la taza y tosió por un largo rato.

—Dios mío. —Sun Wenqu tomó la taza y miró dentro—. ¿Escupiste en mi té?

—Tíralo, a lo mejor hay mocos. —Fang Chi se sorbió la nariz.

Sun Wenqu chasqueó la lengua y vertió el agua en la maceta de flores.

Este grupo de macetas eran iguales a las que estaban en la habitación de Fang Chi; también tenían pequeñas plantitas verdes sin flores, y era imposible saber de qué especie eran. Por supuesto, no era como si hubiera muchas plantas en floración en esta temporada.

—¿De dónde sacaste estas plantitas? —Fang Chi se sentó en el sillón.

Pero antes de que pudiera sentarse bien, su cuerpo se inclinó hacia atrás y se hundió, y por más que lo intentó, no pudo sentarse derecho.

El sillón parecía normal, pero una vez que te sentaras, te darías cuenta de que era muy similar a un cuenco. A menos que te levantaras, solo podías quedarte medio tumbado.

Perro caído del cieloWhere stories live. Discover now