Me removí en la cama tratando de aparentar que estaba dormida. El mundo ya no era como lo conocía. El apocalipsis estaba presente. Siempre lo estuvo —¡Gen! - Era hora de levantarme. —¡Gen despierta! - No quería hacerlo. No quería afrontarlo. —¡Gen!.
—¡Gen! - Me senté en la mesa fingiendo una sonrisa. —Debes levantarte más temprano una carguera se levanta temprano.
—Sí. Lo lamento. - ser una carguera era el sueño de prácticamente casi todos. Las cargueras podrían ser tanto hombres como mujeres. Poseían un poder sobrenatural el cual le daba vida a armas, máquinas, dominios e incluso curaba enfermedades.
—Debes ir al mercado. Asegúrate de hacer las cosas bien. Sian vendrá muy pronto. - llevé mis cortos cabellos hacia atrás de mis orejas. —Bienvenido Sian. - Saludo amable.
Me levanté de la mesa con una sonrisa. Me despedí de mi tutora para ir al mercado con él. Observaba las cosas a mi alrededor. Llevaba la canasta con las pocas cosas que podía comprar. En cambio, Sian podría comprar todo el mercado si así lo quisiese. Solía andar con uno o dos de sus ayudantes.
—¿Por qué tanto silencio? - Dijo jugando con sus lentes. —No juegues con tus gafas. Sé cuidadoso con ellas. - rio. —No me gustan. Me quitan mi estilo. - puso sus lentes en mí. —A ti se te ven bien. - Me los quite regresándoselos.
A lo lejos un grupo de personas pasaban corriendo. —Es mejor volver. - mencione a lo que el solo sonrío. —Eres una aburrida. Pronto todo esto cambiará. ¿Quieres salir en la tarde?
—No sé si pueda. - Ese comentario no le había gustado se notaba por sus expresiones de molestia e incluso desagrado. Caminamos hasta mi casa donde era una ubicada en las zonas más bajas. Deje las compras en la mesa mientras él las enviaba con uno de sus servidores a su casa. El vivía en zonas de alto "prestigio" pronto seria nombrado como uno de los guerreros principales optando así por conseguir una carguera que le ayudase a crear armas.
—Volvieron muy rápido. ¿Cómo les fue? - pregunto mi tutora. —Posiblemente se acerque una bestia de categoría A. Probablemente sea pequeña. En todo caso los guerreros de clase menor fueron al llamado.
—¿Vieron a los guerreros de bajo nivel? - Pregunto curiosa. —¡Si! Y a sus cargueras. No puedo esperar para tener la mía. Mi carguera será la mejor, me posesionare como uno de los guerreros con mayor nivel y prestigio.
—Seguro tendrás a la mejor de ellas. - Sian me miró sonriendo. —Voy a llevar a Gen a las cafeterías. Volveremos en la noche. Siempre asistía a casa una de sus invitaciones. No podía negarme.
En este caso iríamos alguna cafetería por helado, caminaríamos en la zona e incluso iríamos a ver a la bestia que se aproximaba. La tarde se pasó rápidamente para mi gusto. Sian me dejó en casa despidiéndose con una sonrisa.
Entre nerviosa. —Gen - Llamo mi tutora. —¿Cómo estuvo? ¿Se portó amable? -asentí. Se acercó a mí tomando mi brazo. —Espero que te conviertas en su carguera. Nuestro futuro depende de ello. Ya escuchaste lo que dijo, se posesionara como uno de los guerreros con mayor nivel y de eso no tengo dudas.
YOU ARE READING
Lienzo
FantasyEn un mundo apocalíptico ser una carguera es lo mas importante ya que con su poder pueden crear armas de gran capacidad que ayudaran a los guerreros acabar con las inimaginables bestias surgidas de las personas corrompidas que no encontraron su luga...