Lienzo

Capitulo 5.

Hoy era el gran día, mi tutora ajustaba mi vestido con la esperanza de exhibir mi figura. Aún me sentía mal por aquel día en que me engaño y tontamente me deje. Mi vestido era uno rosado pastel con un escote elegante. En dicha reunión estaría el concejo y mucha gente "importante" mi tutora cepillaba mis cabellos bruscamente.

—Estaré con el concejo. Actúa natural llegado el caso necesites otro... - La mire seriamente. —No me inyectare. No quiero depender de ello siempre. 

—Eso no lo decides tú. - No quería volverme adicta a esa formula pero esta noche me condenaría.

Llegamos al salón principal con todos reunidos. Mi tutora saludo a la maestra y los integrantes del concejo. Por mi parte tome una copa de vino mientras me apartaba de la sociedad.

—Hola Gen. - Saludo Sian con su traje de guerrero. Armaduras talladas perfeccionando cada detalle pero la armadura de el traía una capa roja.

—Hola ¿Cómo estás? - sonriente se apoyo en el muro del balcón donde me hallaba. —Te dije que este día llegaría ¿No? - alardeo. —Sí. Cuando éramos niños no dejabas de mencionar este día. Ahora es un echo. Me siento muy feliz.

—Hoy elegiré a mi carguera. Al amor que me acompañará en cada paso que daré como guardia y líder de la zona.

—Sorprendente Sian tienes un título más. Me alegro mucho por ti. - reímos. Era obvio su padre era líder de zona. Juntos entramos al salón donde mi tutora nos vio sonriendo.

La tan anhelada hora había llegado. El mayor integrante del concejo habló. —Quiero felicitarlos una vez más por este logro. - aplaudimos. —Quiero nombrar como nuevo líder de zona a Sian Pradera. El cual se establece como guerrero de categoría A.

Los aplausos resonaron más. —El mejor de su clase por cierto. - Reímos. —Sian elije a tu carguera. - Aplaudimos más fuerte. Me miró sonriente. Mi sonrojo se hizo evidente. —He esperado este día desde que tengo memoria. Mi compañera de juegos, mi cómplice... Gen. Fue la que estuvo apoyándome y guiándome en este proceso.

Estaba muy sonrojada. —Gracias preciosa. - Levanto su copa. Todos tenían su vista puesta en mi. ¿Sian lo harás? —Creo que ya eligió a su carguera. - dijo el mayor. —Brisa ¿Quieres ser mi carguera?

—¡Sí! - Grito emocionada. Sonreí mostrándome fuerte. —Gen ¿Estas bien? - pregunto una de mis compañeras. —Sí.

—Cada guerrero elija su carguera. - mi tutora se acercaba a mi peligrosamente mientras todos elegían.

Sali del salón para caminar por los pasillos. —¡Gen! - tomo mi brazo lastimándome. —¿Qué fue eso? ¿Acaso nunca le seguiste el juego? Te humilló.

—Pensé que lo haría pero... -apretó más fuerte. —Siempre me encargue de arreglarte el camino solo tenias que coquetearle. Solo tenias que hacer una cosa. A veces creo que no eres mi hija. Me llevo con ella fuera del salón. Me arrastraba a tirones aunque yo intentaba defenderme y soltarme de su agarre. Me daba uno que otro golpe para seguir con el control. No sabía a donde me llevaba pues la casa quedaba del otro lado.

—Eres una decepción. No eres mi hija. No te pareces en nada a mi. Solo tenias que hacer una cosa. Todo este tiempo fue desperdiciado.

—Madre. - me jalo tomando mi rostro otra apretarlo con fuerza. —¿Ahora me llamas madre? - me abofeteo. —¿A donde me llevas? - dije entre lágrimas. —Te falta poco para ser mayor de edad. Podrás arreglártelas sola.

Estábamos en los muros de contención para las bestias. —No es mi culpa que el no me hubiera elegido.

—Sí. Es culpa tuya. Si fueras más inteligente, más atractiva y sobre todo una buena carguera que controla su energía te hubiera escogido. Solo te pareces al imbécil de tu padre. Te hubiera dejado con el pero es verdad esta ¡muerto!

Entonces papá no se fue. El murió. La mire con mis ojos llenos de lagrimas. En el se veía la furia. —Buena suerte Gen. - abrió el muro de contención y activo su energía para empujarme fuera de estos al exterior con las bestias. Se giro yéndose sin mirar atrás corrí pero era inútil, el muro contenía la ciudad.

Grite desesperada angustiada jale mis cabellos me lastime una y otra vez. No entendía. No lo entendía ¿Qué era lo que estaba mal conmigo? ¿Por que? ¿Qué era lo que yo pagaba? Sucia y destrozada me deje caer en la tierra. Solo esperaba que alguna bestia me matara. Siempre fui el problema. Mire mis manos sucias resignada. Jamás sería una carguera.