Capitulo 2.

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Para ser una carguera debías dominar tu energía interior que venia de tu "Corazón" pero yo creía que esa energía venia del alma no del corazón. A la edad de los trece a los catorce años las personas destinadas a ser cargueras recibían una marca en cualquier parte del cuerpo que pueden ocultar a voluntad, claro que cuando debían actuar esta marca se pronunciaba.

La mía era un punto negro... Algo insignificante ya que varias conocidas tenían flores, pequeños dibujos hermosos y yo solo tenía un ridículo punto. Mi tutora lo consulto con el concejo el cual aprobó mi vocería como futura carguera, pero para ello debía ir a unas clases.

—En la clase de hoy vamos a tomar como ejemplo la bestia de categoría A que apareció días antes. Era un bestia bebe. Cinco puntos para la persona que me diga porque está en categoría A.

—Es por su poder. – respondió una de las integrantes de la clase. —Exacto. Muchas veces el físico de la bestia no importa, solo importa su poder. Tomemos otro ejemplo. La semana pasada apareció una bestia pantera bebe. De no haber tomado cartas en el asunto seriamos historia. Laura dime ¿Qué arma hubieras creado para tu guerrero?

—Hubiera creado una espada de doble filo. – Laura se puso de pie frente a toda la clase. Junto sus manos haciendo una bola de energía azul para darle forma de espada de doble filo. —Muy bien Laura.

—Gen ¿Qué arma hubieras creado? – guarde silencio. —El arma que mi guerrero hubiese pedido. – me limite a responder. —Uh si, pero necesito un ejemplo. Gen es la clase numero treinta y dos y aun no eres capaz de controlar tu bola de energía. Párate y hazme un hacha de doble cabeza.

Si... A diferencia de otras cargueras yo aun no controlaba mi bola de energía, al no hacerlo no podía darle forma a un arma y mucho menos materializarla. Me concentre, pero esta simplemente no tomaba forma ocasionando las risas de mis compañeros.

—Suficiente. – me senté. —En la próxima clase les enseñare a materializar las armas juntos a sus guerreros. Eso lo haremos con guerreros retirados. Gen si para entonces no controlas tu energía me temo que tendrás que repetir todo el curso. Bueno clase nos vemos en tres días.

Tres días... Debía ser un chiste. —Perdedora. – menciono Laura con su grupo de amigas. Si, no tenia buenas relaciones sociales. —No esperances que Sian te haga su carguera. Solo esta contigo por lastima.

Ignore los comentarios para regresar a mi casa. Afuera estaba Sian. —Gen ¿Cómo te fue en la clase de hoy? – Quería ignorarlo, pero no podía. —Bien. – sonrío. —Acompáñame... pasemos la tarde juntos. Podríamos jugar algún juego o mejor aún enséñame tu energía. – reí nerviosa. —Te invito almorzar. Vamos a comer a mi restaurante favorito. – conociendo los gustos de Sian seria uno de esos lugares caros.

—Las clases de cargueras terminaran en una semana. Laura me dijo que la ultima clase es la materialización de armas. Espero que apruebes con buenas calificaciones. Me uniré el grupo de protectores para esos mismos días, apenas terminen elegiremos a nuestras cargueras. Elegiré a mi carguera. 

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