Oscar Piastri

253 6 0
                                    

-

En el resplandor difuso de un atardecer que teñía el cielo de naranja y rosa, Oscar Piastri se encontraba en el balcón de su apartamento, mirando hacia el horizonte urbano que se extendía frente a él. La ciudad bullía a sus pies, un contraste marcado con la tranquilidad que buscaba en ese momento. En su mente, resonaba la melodía pegajosa de "Cold Cold Man" de Saint Motel, una canción que, por alguna razón, había capturado perfectamente el torbellino de emociones que lo consumía últimamente.

Oh, mi amor, no lloriques, soy un hombre frío, frío, pero puedo mantenerte caliente esta noche...

Oscar sabía que no era el mejor en expresar sus sentimientos. Había momentos, especialmente en los días recientes, en los que sentía que su corazón estaba envuelto en una capa de hielo, incapaz de mostrar el calor que realmente guardaba en su interior. Esto se había convertido en un punto de fricción con Ella, la chica que había revolucionado su mundo desde el momento en que se conocieron.

Ella, con su risa fácil y su capacidad para ver la belleza en lo mundano, había derretido algunas de las barreras que Oscar había construido alrededor de su corazón. Pero aún así, había momentos en que él se retraía, volviéndose el hombre frío y distante de la canción, atrapado en su incapacidad para verbalizar lo que ella significaba para él.

Esa noche, Ella estaba viniendo a su apartamento, y Oscar sabía que esta visita no sería como las otras. Había una tensión que pendía en el aire, un presagio de conversaciones difíciles que estaban por venir. Y mientras la puerta se abría y Ella entraba, con una sonrisa cautelosa que no llegaba a sus ojos, Oscar se preparaba para enfrentar lo que había estado evitando.

"Oscar," comenzó Ella, su voz temblorosa, "necesitamos hablar. Siento que... siento que a veces no sé quién eres. Es como si... como si fueras dos personas diferentes."

Él la miró, el corazón golpeándole en el pecho con una intensidad que le sorprendía. Sabía que este momento era crucial, que lo que decidiera decir o hacer podría cambiarlo todo entre ellos.

"Ella, sé que a veces parezco distante, que puedo ser un 'hombre frío' como dice la canción," dijo Oscar, forzándose a mantener el contacto visual, a no retroceder. "Pero por favor, créeme cuando digo que me importas más de lo que puedo expresar. No soy bueno mostrándolo, pero... pero quiero intentarlo, por ti."

Ella lo miró, evaluando sus palabras, buscando la sinceridad en sus ojos. "Oscar, necesito más que palabras. Necesito saber que esto no es solo un momento, que realmente quieres intentarlo."

Y ahí, en ese pequeño apartamento que de repente se sentía demasiado grande para los dos, Oscar tomó una decisión. Se acercó a Ella, tomó sus manos entre las suyas, y con una vulnerabilidad que nunca antes había mostrado, le dijo: "Te quiero en mi vida, Ella. No como una sombra pasajera, sino como el sol que ilumina mis días. Voy a ser mejor, por ti, con tigo. No será de la noche a la mañana, pero te prometo que voy a intentarlo. Cada día, un poco más."

Ella, con lágrimas asomándose en sus ojos, le dio una sonrisa temblorosa pero genuina. "Eso es todo lo que necesito escuchar, Oscar. Estoy aquí para lo que necesites, para ayudarte a ser ese hombre que sé que puedes ser."

En ese momento, con "Cold Cold Man" todavía resonando en su mente, Oscar sintió que el hielo alrededor de su corazón comenzaba a derretirse. Quizás, solo quizás, con Ella a su lado, podría aprender a ser el hombre cálido que siempre había querido ser.

One Shots F1Where stories live. Discover now