Historia Corta.
❝ Lan Wangji tiene una enfermedad, aunque eso no le molesta.
La curiosidad de Wei Ying por el joven maestro sentado frente a la ventana es demasiada, aunque intenta, no se resiste, ese joven es la persona más hermosa que Wei Wuxian...
Recordatorio recordante para que recuerden que esto es un fanfic y que si quieren algo que sea más canon vayan a leer la novela 🤓👆
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Si Lan Wangji tuviera que decidir cuál era su habitación favorita del Jinshi, definitivamente diría que era la de su dormitorio, por la simple razón de que había una ventana enorme, y si Lan Wangji miraba fijamente podía imaginar que estaba afuera de la barrera.
Fuera de la barrera, donde estaban los árboles, el pasto, las aguas agitadas de los ríos caudalosos y los lagos, el tan azul y basto mar, todo tipo de tierra, arenas y lodos, donde el aire podia golpear su cara sin la necesidad de tener que respirar el aire almacenado y purificado con talismanes.
Lan Wangji no sale del Jinshi, nunca ha salido del Jinshi en 17 años, si saliera; moriría, Lan Wangji no lo lamenta, sabe que es por su seguridad. Talismanes purifican su ropa, tiene cien uniformes blancos de su secta, todos exactamente iguales, del mismo tamaño, estilo y color, es su uniforme diario, una habitación de purificación y sanitización resguarda la entrada única de su morada para que no entre nada del exterior cuando intenten ingresar.
No es que a Lan Wangji no le guste salir o le den asco los gérmenes y la suciedad, si le causan rechazo, pero aún así lo soportaría si pudiera, pero no puede, un simple virus como un resfriado podría ser mortal para alguien con su condición, es como si fuera fuera alérgico a todo, lo que toca, lo que respira, lo que ingiere, todo tiene una consecuencia para su salud.
Tiene una extraña enfermedad, su tío se tomó el tiempo de explicarlo detalladamente cuando era más joven y es que básicamente Lan Wangji tiene un sistema inmunológico extraño, todos los cuerpos tienen anticuerpos que pelean las batallas contra las enfermedades pero para Lan Wangji no es así, tiene muy pocos anticuerpos y los que posee, son demasiado débiles, tanto que una gripe podría ser una enfermedad fatal.
Lan Wangji no se siente mal por ello, su tío fue muy generoso y siempre le ayudó y lo cuidó desde muy pequeño. Tampoco se siente desafortunado, Lan Wangji tiene una biblioteca privada donde puede gozar de tener conocimiento siempre que quiere, su tiempo lo reparte en estudiar, escribir, ya sean reseñas de los libros que lee o sus propios versos o poemas, hacer ejercicio y practicar con su Guqin las melodías impartidas por sus maestros que todos los días se toman el tiempo de escribir y detallar cada una de sus clases y instrucciones para que Lan Wangji pueda continuar con sus estudios.
Lan Wangji hay veces en las que se siente estancado o varado en un lugar desconocido, sabe que no está bien pues va en contra de las reglas de la secta y siempre asume las consecuencias por tener pensamientos incorrectos. Todos los días son iguales, todos los días tiene el mismo inicio y el mismo final e incluso el mismo trascurso durante cada hora que pasa.
Entonces como todos los días Lan Wangji se levantó, vistió, desayunó y luego estudió hasta que la segunda comida del día fue necesaria y la trajeron, la comió con normalidad para luego tomar el libro que recién había empezado y sentarse en el diván de la gran ventana redonda, empezó a tomar su té con tranquilidad cuando algo inusual captó su atención. Movimiento.
