Capitulo 4

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Williams Alexander



¿Debería lamentablemente? No lo creo, hace ya unas semanas mi comportamiento con Olivia a empeorado un poco, pero esa chica no me agrada todavía.

Además de que he notado comportamientos distintos en ella, antes no le importaba como la trataba, me desafiaba y me desobedecia.

Ahora era distinto, Medio la gritaba y ya tenía la cabeza baja o evitaba hablar me por algunos días, ¿Que le pasa?

Exactamente han pasado 2 meses desde el compromiso entre Olivia y yo, honestamente no se cuánto tiempo más pueda soportar la, es tan intensa.


—Olivia.

Con tan solo llamarla toda su atención ya estaba en mi, la mire seriamente y me enderece un poco antes de acercarme a ella.

—¿Si?.

—Hoy vendrán unos inversionistas importante para mí empresa, necesito que hagas la cena lo mejor posible, no quiero errores, ¡ah!, Por cierto, te presentaré como mi esposa, no hagas nada estúpido.


—Bien alexander, no soy una niña chiquita, entendí a la perfección.


La vi levantarse e iré hacia algún lugar de la casa, niñata malcriada.



Olivia Bronws


Otro día más soportando su indiferencia y malos tratos, genial, y como siempre dañando me la poca paciencia e tranquilidad que tengo,¿Porque lo digo? Porque Alexander entro por la puerta y me dirigió la palabra como si nada y muy serio, como siempre, empezaba a acostumbrar me.



—Olivia.

—¿Si?

—Hoy vendrán unos inversionistas importante para mí empresa, necesito que hagas la cena lo mejor posible, no quiero errores, ¡ah!, Por cierto, te presentaré como mi esposa, no hagas nada estúpido.

Bien alexander, no soy una niña chiquita, entendí a la perfección.

Sin decir le mucho más, me levanté de el estante en dónde me encontraba y me dirigí hacia el patio trasero de la casa, me molestaba esa actitud, me trataba como si fuera una nena de 5 años que no entiende bien las cosas a la primera.

—Vuelve pronto Emma, extraño contarte cada una de mis desgracias con Alexander.

Susurré de forma baja y me tire en el césped del lugar para relajarme un poco y dejar de pensar por el resto del día o bueno, por lo menos hasta que tenga que empezar a hacer la cena, más que su esposa parecía una más de sus empleadas.


Lo último que recuerdo haber hecho fue quedar me dormida en el césped, según yo, dormiría solo unos minutos, pero esos minutos no sabía que se extenderían a unas cuantas horas.

De ser por mi, seguiría durmiendo, pero el llamado de Amanda, una de las empleadas de la casa y que a pesar de ser una señora de edad había podido encariñar me mucho con ella.

—Señorita Olivia..

—¿Mm?..

—Disculpe que me meta en sus asuntos, pero, ¿Usted no debería estar haciendo la cena para los inversionistas y su esposo? Por mi no hubiera Problema en hacer lo yo, pero el señor alexander dió órdenes escasas de que la cena quería que la hiciera usted..


Amor por contrato Where stories live. Discover now