Encuentro

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En la profundidad del bosque encantado, donde los árboles se alzan imponentes y frondosos, con ramas entrelazadas formando un dosel verde exuberante, se encuentra Moon. Descansando bajo la protección de un majestuoso roble, que la envuelve con su sombra fresca y agradable, resguardándola del sol.

En otro rincón del bosque, de manera sorprendente, se encuentra Dracon, apoyado en el tronco de un árbol al otro extremo. Con los ojos cerrados y los brazos y piernas cruzados, parece estar disfrutando de los cálidos rayos solares que acarician suavemente su piel, permitiéndose un momento de paz y relajación.

"¿Sabes, Lovelock? No pensé que este lugar sería tan relajante. Es una lástima que estés aquí", dijo Dracon, con un tono divertido y con ánimo de molestarla.

Moon respondió pacientemente: "Lo es, es relajante a pesar de lo que otros creen. En realidad, el bosque es encantador. Pero aún así, yo llegué aquí primero, así que no pretendo irme". Mientras hablaba, abrió el libro que había decidido leer.

Dracon abrió los ojos y se enderezó para regresar al instituto. "¿Ya te marchas? Pensé que te había agradado el bosque. Deberías volver", dijo Moon.

"Claro, volveré. Solo me aseguraré de que no estés tú", respondió Dracon, inclinándose hacia Moon con una ceja levantada y una mueca de burla.

Moon rodó los ojos y decidió no responder. A pesar de las altanerías de Dracon, ella tenía la esperanza de tener a alguien con quien compartir su amor por el bosque y las criaturas mágicas.

De repente, Moon se levantó del suelo bajo el roble y se acercó a Dracon, extendiendo su brazo con un pequeño libro en sus manos, apuntándolo hacia él. Dracon, confundido, la miró con una ceja levantada y preguntó: "¿Qué pretendes que haga con esto?"

Moon respondió: "Leerlo. Es un libro escrito por un famoso nomag (no mago). Trata sobre criaturas mitológicas. Mi padre me lo regaló cuando cumplí 10 años".

Dracon, con gesto de desagrado, exclamó: "¿Estás loca? Soy de una familia de linaje mágico y se espera que siga los pasos de mis antepasados. No puedo mezclarme con la basura nomag. Además, ¿qué podría saber un inútil sobre criaturas mágicas? Seguro es un simple cuento de niños".

Moon retiró el libro y lo guardó en su mochila, luego dijo: "De hecho, es bastante preciso en cuanto a lo que existe en realidad. Me parece curioso que una persona que no conoce la magia pueda tener tantas ideas mágicas en su cabeza".

Dracon hizo una mueca mientras se planteaba por qué estaba allí con esa chica y por qué se sentía cómodo hablando con ella, a pesar de sus duras palabras. No podía evitar sentir curiosidad por la singularidad de la muchacha. Sin embargo, decidió dar media vuelta e irse sin despedirse, dejando atrás a Moon.

La rubia decidió no darle más importancia y comprendió que, a veces, las personas juzgan un libro solo por su portada. Se acomodó bajo la sombra del roble y se sumergió por completo en el libro que tenía entre sus manos.

Phoenix✨ Dracon Y Moon✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora