Snowgrove.

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Era un viernes por la noche en Phoenix, el aire estaba lleno de la energía eléctrica del fin de semana que se avecinaba. Los pasillos de la escuela repletos de estudiantes que se dirigían a sus habitaciones, algunos con la intención de dormir, mientras que otros se quedaban en su sala común, disfrutando de la libertad de poder quedarse despiertos un poco más tarde los viernes.

Moon, como de costumbre, se dirigía a su sala común con la intención de ir a dormir. Mientras subía por las escaleras de piedra, una voz familiar la detuvo. Al girarse, vio a su amiga Grace, su rostro estaba un poco rojo por la subida apresurada.

Grace posó su mano en su pecho, recuperando el aliento. Entre risas, se quejó: "Oye, Moonita, escúchame cuando te llamo, casi me quedo sin pulmones".

Ante esto, Moon soltó una risita suave. "Lo siento, Grace, sabes que a veces mi mente divaga y los prattles me distraen".

Grace asintió, todavía sonriendo. "en fin, vine aquí para decirte que mañana hay una salida al pueblo de Snowgrove. Trajiste tu permiso firmado, ¿verdad?"

Moon miró hacia arriba, recordando. "Oh... sí, claro, mi padre siempre los firma. Le gusta pensar que salgo con amigos". Hizo una media sonrisa al decir esto, su mirada perdida en algún recuerdo distante.

Grace inclinó las cejas y le dedicó una sonrisa a su amiga. "Pues mañana saldrás con amigos. Te espero en el comedor después del desayuno. Adiós". Le saludó con la mano y rápidamente bajó por las escaleras, desapareciendo de la vista antes de que Moon pudiera responder.

La rubia se quedó estática por un momento, luego se encogió de hombros y murmuró para sí misma: "Supongo que iré". Con eso, se dirigió a su habitación, su mente ya pensando en el día siguiente. Se recostó en su cama, dando fin a su día.

El sábado llegó a Phoenix, y aunque la mañana estaba soleada, un poco de nieve caía en escarcha, cubriendo los jardines de la escuela con un manto blanco. El frío invernal se podía sentir en el aire, haciendo que cada respiración se convirtiera en pequeñas nubes de vapor. Moon bajó al gran comedor decidida a tomar una chocolatada caliente para combatir el frío que se colaba por sus huesos. El aroma del chocolate caliente y el sonido de las risas y conversaciones llenaban el aire, creando un ambiente acogedor.

Grace, con su cabello pelirrojo brillante, apenas vio a Moon, corrió hacia ella emocionada, invitándola a la mesa de Valorys para desayunar. Con una sonrisa, Moon aceptó placidamente y le comentó: "Te ves muy bien, Grace". La pelirroja llevaba su cabello trenzado a los costados, dejando a la vista sus bellos ojos verdes y su rostro pálido con algunas pecas que adornaban su nariz. Su suéter verde de invierno y sus jeans apretados la hacían lucir cómoda pero elegante.

Grace sonrió con gratitud por el cumplido y observó a Moon, quien llevaba un gorro gris de invierno. Su largo cabello rubio, esponjoso por la humedad, se asomaba por debajo del gorro. Vestía un gran suéter amarillo que resaltaba su alegría y una calza negra. Sus botas de lluvia amarillas completaban el conjunto, dándole un toque divertido. "Bueno, tú también", comentó Grace con más seguridad.

Ambas se dirigieron a la mesa Valorys, que estaba ubicada cerca de una ventana con vista a los jardines nevados. La mesa estaba ocupada por otros cuatro alumnos, que charlaban animadamente mientras disfrutaban de su desayuno. Moon, con su taza de chocolate caliente entre las manos, se sentó en silencio, tomando pequeños sorbos y saboreando el dulce y reconfortante sabor. Grace, con una sonrisa en el rostro, miró a sus compañeros y les dijo: "Oigan, ella es Moon Lovelock de la casa Luminaris. Saldrá con nosotros hoy".

La rubia dejó de beber su chocolate caliente y levantó la mirada al percatarse de que estaba siendo presentada, para encontrarse con las miradas curiosas de los demás. Sus ojos saltones reflejaban su curiosidad mientras saludaba con un suave "Hola". Los demás alumnos, aunque inicialmente desinteresados, comenzaron a prestar más atención. "Hola, soy Henry", se presentó el chico que tenía enfrente. Su rostro amable, cabello negro y ojos verdes transmitían una sensación de calidez. Continuó presentando a los demás: "Él es Nabil", señalando a un chico alto de cabello oscuro que saludó tímidamente. Y "él es Reddel le decimos Red..." Grace interrumpió aclarando: "Es el bobo de mi hermano".

Moon asintió con una sonrisa amable. Reddel, quien se parecía bastante a Grace, solo levantó la mano en forma de saludo mientras devoraba su desayuno. Una chica castaña que se encontraba a un lado de el le dio un golpe en la cabeza y le reclamó: "Debes saludar con más educación, Red. Hola, Moon, me llamo Elea, es un gusto", saludó amablemente.

Moon agradeció el gesto con una sonrisa y continuó disfrutando de su desayuno en compañía de los valorys. Aunque inicialmente se había sentido intranquila por estar rodeada de tantas personas, pronto se dio cuenta de lo cálidos y acogedores que eran. El gran comedor se llenó de risas y charlas animadas, creando un ambiente de camaradería y amistad.

Después de despedirse de Phoenix, los estudiantes se reúnen en la entrada principal, emocionados por su día en el pueblo de Snowgrove. Moon, Grace y los demás se encuentran allí, con sus mochilas llenas de expectativas y curiosidad. El sol brilla en el cielo, iluminando el camino hacia la estación de tren cercana.

Las amigas conversan animadamente mientras caminan juntas hacia la estación. El sonido de sus risas y voces llenan el aire, creando una atmósfera de camaradería y emoción. Al llegar a la estación, se encuentran con el tren Express, listo para llevarlos a su destino.

Los estudiantes suben al tren, buscando compartimentos vacíos para sentarse juntos. Moon y Grace encuentran un lugar cerca de la ventana, desde donde pueden ver el paisaje pasar mientras el tren se pone en marcha. El vapor se eleva en el aire mientras el tren avanza por los rieles, llevando consigo la emoción y la anticipación de los estudiantes.

A medida que el tren se adentra en el campo, los estudiantes disfrutan de la vista de los verdes prados y los bosques frondosos. Algunos sacan sus varitas y practican hechizos en miniatura, mientras otros comparten dulces y chistes. La energía en el compartimento es contagiosa, llena de risas y emoción.

Después de un viaje lleno de diversión y camaradería, el tren finalmente se detiene en la estación de Snowgrove. Los estudiantes bajan llenos de entusiasmo y listos para explorar el pueblo mágico. La calle principal se extiende frente a ellos, llena de tiendas y lugares interesantes para visitar.

Y así, Moon, Grace y los demás estudiantes de Phoenix comienzan su aventura en el pintoresco pueblo de Snowgrove, listos para descubrir todo lo que tiene para ofrecer.

Phoenix✨ Dracon Y Moon✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora