Libro II de la Saga DESEPERATE LOVE
Una historia a base de mentira nunca tiene un final feliz y esta fue la mía, no sé en que momento pero perdí a la persona que estaba conmigo en todo momento.
NO pensé que Anastasia Brown fuera la persona que fuer...
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Harry.
Italia, 2020 ( tres meses después)
Miro la lluvia que cae por la ventana de este edificio en Italia. ¿No sé que hago aquí? Pero aquí estoy. Se supone que tengo que estar en una reunión con unas personas importantes de este país, pero no de temas legales más bien de Mafia. Toda la pequeña luz que tenía se fue el día que ví como explotó el edificio donde estaba el amor de mi vida, pero ya no está.
Llego tres meses buscando a mi hermano Josué. Fue secuestrado, sé que no es la criminal por qué yo la mate con mis propias manos, nadie se libra de mi y menos después de matar al amor de mi vida, ese tal Lucas no sé si fue, pero lo tengo que averiguarlo. De Danis no tengo ninguna información, según la loca de la criminal ella lo mató, pero eso no me lo creo, por qué él es como un gusano y sé que es difícil de matar.
Sigo preguntándome, ¿dónde está mi hermano?
La puerta de la habitación suena. Odio saber que llegó el momento de salir de esta habitación, no me gusta estar en lugares públicos, odios a las personas, no me gusta ver cómo ellos son felices y yo estoy sufriendo por la muerte de Anastasia. Todos estos años han sido muy duros.
Han pasado cinco años desde la muerte del amor de mi vida.
Aún sigo buscando pistas o algún detalle que se me haya escapado, quiero seguir creyendo que ella está viva. No soporto la idea de que esté muerta. Odio pensar en esa idea y cada vez que lo pienso se que yo tuve la culpa y eso me molesta hasta el punto de que he comenzando a consumir drogas, es la única manera de olvidar de todo lo que he hecho. Camino hasta la puerta, la abro y lo veo, como siempre está hay y agradezco que me apoyo en todo momento.
— Mi amigo del alma, ¿Cómo estás?
—Hecho mierda... pero bien.
—Debes de sonreír un poco, Harry.
—Si quieres sonreír te puedes ir a un puto circo y reírte todo lo que quieras, Andrews.
Frunció el ceño, mientras me mira mal.
—Eres muy pesado, Harry.
—Te puedes ir a la mierda, Andrews. Déjame en paz.
—Sh. Solo te venía a decir que tenemos que ir a la reunión con ese imbécil.
—Otro imbécil como tú.
— A veces pienso en que error yo cometí el la otra vida para que me mandarán a un amigo como tú.
Lo miro mal, mientras me dirijo y busco mi arma pequeña negra y mis documentos, lo cojo y me giro mientras me pongo el arma en la parte de delantera de mi chaqueta de cuero negra. En mi pantalón de cuero negro por mi botas negra me pongo un pequeño cuchillo, siempre tengo que andar preparado, no se puede confiar en nadie. Alzo la mirada y me encuentro con la mirada de mi mejor amigo.
