El futuro en el pasado || DC-Batman

Capitulo Dos

Matthew McGinnis y Bruce Wayne estaban en la sala de la mansión hablando sobre Terrence McGinnis, también conocido por sus cercanos como Batman, o Batman Beyond como le decía Jason Todd en ocasiones.

Batman había desparecido hace unas cuantas horas por culpa del Loco Stan y sus granadas mágicas y no sabían donde podría estar Terry. Bueno, Matt no sabía, porque Bruce si tenía una idea de donde podría estar.

Bruce solo estaba esperando a que Jason y Tim llegarán, los necesitaba a ambos para verificar sus dudas. Sabía que iban a aparecer, era inevitable.

Matt solo esperaba impaciente en la sala. Bruno le había dicho que le contaría donde estaba Terry, pero que tenía que tener paciencia. Le dijo que necesitaba a sus hijos para comprobar su idea.

Matt solo movía su pierna desesperadamente, estaba preocupado por su hermano, quien sabe donde podría estar, y parecía que Bruce no iba a decirle pronto. Jason vivía como al otro lado de la ciudad, y el niño no había visto que Bruce lo llamara. Lo mismo pasa con Tim, él de seguro estaría trabajando, y Wayne no le había siquiera mandando un mensaje.

–¡Ahg! Bruce, no puedo esperar más. –se levantó de golpe del sillón en el que estaba, estaba demasiado desesperado. –¡Hemos estado esperando a Tim y a tío Jason por más de 30 minutos! ¡No sé qué intentas hacer, pero lo que debería de importarte ahora es buscar a mi hermano que esta desaparecido por culpa de un lunático! –levantó la voz. Ya no aguantaba a Bruce y su pasiencia. Pero Bruce solo lo miro con la misma cara de siempre; un rostro serio. Eso no le gusto nada a Matthew. –¡Bien! ¡Yo iré a la cueva a ver si puedo hacer algo! ¡Y lo haré sin tu ayuda! –después de decir eso, se dirijo al reloj que habría la puerta de la batí-cueva, introdujo el código que le permitía el acceso y entro al lugar dando pisotadas molestas.

Bruce solo lo miraba alejarse, sabia que regresaría una vez la puerta principal de la mansión se habriera. Era un niño después de todo, uno curioso a sus trece años. Así que no le tomo mucha importancia al comportamiento del chico. Claro que le importaba Terry, se trataba de sú hermano después de todo, ¿a quién no le importa su hermano? Detrás de ese desprecio que se muestran, sabe que ellos se cuidan entre sí. Matt era la prueba de eso ahora mismo.

Tal y como Bruce lo predijo desde un inicio, se escucho un rechinido desde la puerta de la mansión Wayne, eso significaba que habían llegando.

–¡Bruce! ¡Por favor dinos que no estamos locos! ¡Al menos no completamente! –esa era la voz de Tim Drake. Sonaba algo mayor, pero también muy confundido y desesperado.

–¡Dinos que esto... –ese era Jason Todd, quien resalto bastante esa palabra señalando su cabeza. –...son los efectos secundarios de esa cosa que me dio Damian cuando tenía quince años! –dijo refiriéndose a un experimento fallido donde él fue el sujeto de prueba.

Bruce solo se levantó de su aciento y se acercó a los adultos qué estaban casi frente a él.

Miró a ambos, esa mirada podía ser sería como la que siempre tiene, pero ahora mismo solo podría significar una cosa. Era verdad lo que pasaba por sus cabezas.

A Jason se le fue el aire un momento. Era poco probable que eso fuera cierto. No imposible. Vivían en una sociedad donde había autos volando a más de 50 metros de altura y demás cosas que en sus tiempos parecían imposibles, así que no le sorprendía mucho realmente.

–Pero... ¿Que paso, Bruce? ¿Tu debes de saber que sucedió, no? Tienes una cámara en su traje. –esta vez Tim hablo, quería saber que pasó exactamente.

–Oigan, ¿estan bien? ¿Quieren un vaso de agua? –los mayores voltearon a ver de donde provenía esa voz. Era la voz de Matt.

Matthew estaba parado a un lado de los tres. Tim y Jason estaban muy pálidos, así que no espero respuesta y fue por un poco de agua.