El hombre de la motosierra reacciona

GENERO INVERTIDO

Los presentes habían tomado un muy bien merecido descanso luego de ver tantas cosas locas sin parar. El tiempo en ese lugar, según palabras del anfitrión, era completamente subjetivo, mientras que estuvieran aquí su mundo permanecería en pausa o algo así, cuando todo terminara los devolvería justo en el momento en que los secuestro. Aunque claro, la mayoría tenía la duda de si recordarían lo que había pasado o les borrarían las memorias, algo con lo que obviamente no estaban de acuerdo en lo absoluto.

Los que ya estaban muertos, como era el caso de la mayoría de la parte 1, Makima incluida, estaban ansiosos por tener que regresar a donde sea que hubieran estado antes que los trajeran, en el infierno o en la nada. Ese pensamiento no les gusto mucho, sobre todo a la pelirroja, puesto que no estaba contenta con saber que estaba muerta. Ella aún quería vivir porque aún tenía muchas cosas que hacer y una de ellas tenía que ver exclusivamente con cierto pibe motosierra.

Aki e Himeno sorprendentemente no estaban tan en desacuerdo con no revivir, ellos ya habían muerto y por ende ya no pertenecían al mundo de los vivos, las cosas eran así y se debían respetar. Himeno sobre todo era la que se mostraba un poco reacia a volver a un mundo que posiblemente se extinguiría si lo de la profecía de Nostradamus se cumplía. Aki ya estaba con ella en el más allá y no tenía realmente algún motivo por lo que volver. Era egoísta pero no le importaba, ya paso por mucho sufrimiento y solo quería paz al fin.

Yoshida quien era consciente de sus pensamientos no estaba contento, ellos ya estaban más que tiesos, pero al menos podrían mostrar un poco de consideración no, darles apoyo de algún modo para el apocalipsis profetizado. Pensándolo en perspectiva y por más inverosímil que fuese, la posibilidad de traer a los muertos al mundo humano para pelear contra esa gran amenaza no estaría nada mal.

Fumiko: ¿En qué tanto piensas Pulpo?

Yoshida: En nada y deja de llamarme así por favor.

Fumiko: Eres un mentiroso y no, ese apodo te queda como anillo al dedo.

El pelinegro solo pudo suspirar y mover la cabeza, no soportaba la actitud de su compañera.

Denji se reía disimuladamente de su desgracia, el maricón se lo merecía al fin y al cabo. Estaba de mucho mejor ánimo, pero las escenas vistas seguían reproduciéndose en su cabeza. Su hogar fue o sería destruido por un supuesto bien mayor, no podía estar más indignado. Además que estaba frustrado porque al parecer el mundo quería estar en contra de Chainsaw Man, se supone que era un héroe y ahora lo crucificarían o algo así, qué mamada.

¿Por qué nada le salía bien?

¿Por qué el universo siempre quería hacerlo miserable?

No por primera vez se preguntó sino estaría mejor muerto, lejos de toda esta porquería y desgracias por doquier. Por alguna razón que no sabía como explicar, sentía que la muerte no sería tan mala como pensaría en un principio, y con lo visto ya no tenía dudas de que tal vez y solo tal vez la muerte lo trataría mucho mejor que los humanos en su vida.

???: Por supuesto que te trataré bien Denji, podríamos hacer muchas cosas juntos si estuvieras conmigo... Quiero hacerlas contigo.

El pibe se estremeció en demasía al escuchar esa voz, pero como se dijo anteriormente no estaba tan asustado, incluso se podría decir que estaba algo feliz.

Sin percatarse que Kiga lo miraba atentamente mientras nuevamente devoraba plato tras plato de comida, su atención siempre en el pibe que pensaba apartado del resto. La jinete nunca pensó que le estaría prestando atención a él de entre todas las personas, su plan tenía que ver con él, pero lo irónico es que solo habían hablado una misera vez de camino a sus casas. Sin mencionar que técnicamente sería culpable que ahora Chainsaw Man fuera visto como un monstruo por los humanos, algo que debía pasar para que el plan funcionara, pero que en esos momentos ya no le gustaba mucho que digamos.