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Para tu Placer: Acto II

Advertencia: 1) La clasificación de la historia fue elevada a Explícito. 2) Este capítulo contiene menciones de non-con pero sin entrar a detalle.

Recordatorio: Este fic fue creado antes de que la serie fuese estrenada, basado únicamente en el piloto y contenido de streamings, además de hcs. Hay cosas que se podrán ir ajustando con la serie (la cual, al momento de esta publicación, solo ha estrenado 4 capítulos) y otros no.

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Angel cerró la puerta de la limosina con fuerza y marchó hacia la puerta del hotel. Deliberadamente había pedido al asistente de Vox que lo dejara un poco lejos, lo suficiente para poder desahogar su frustración antes de tener que ponerse la máscara de bonita y superficial araña que no le importaba nada.

Usualmente, llegar al día siguiente no era algo que lo avergonzara. Él solía pavonearse en el camino de regreso, mentón alto, caderas moviéndose como péndulos y dinero bien ganado en su bolsillo.

Pero ese día sí era una marcha vergonzosa.

No.

Indignante.

Vox y él habían dedicado toda la jornada de trabajo a hablar sobre erotismo, sobre placer más allá del orgasmo. Bueno, Angel había hablado entusiasmado y Vox lo había escuchado. Ellos habían analizado estadísticas, y Vox se había regodeado enseñándole los momentos más populares entre toda la librería multimedia que existía de Angel. Como un tonto fanboy que coleccionaba todo de su personaje favorito. Fue después de cenar, que Angel se percató de lo tarde que era, pero no había querido parar. Caprichosamente se había estado divirtiendo demasiado hablando de trabajo como para dejar de hacerlo. Además, a pesar de su apariencia de vanguardista empresario, Vox era un absoluto nerd, y Angel no podía dejar de brillar en su atención, en la forma en que Vox parecía colgarse de cada palabra que salía de sus labios y reírse de sus comentarios astutos. Era como estar en el escenario, pero vestido y en una pieza.

Así que siguieron trabajando, ambos acostumbrados a irrespetar sus horarios de sueño.

Pero en algún punto de la madrugada, Angel se había quedado dormido en el regazo de Vox, considerando el lugar mucho más cómodo que cualquier rincón del estudio donde a veces podía recuperar unas horas de descanso.

Pero nada de eso había sido el problema.

Oh, no.

¿Pero el sueño que había tenido?

Fantásticamente jodido.

Absolutamente revelador.

Valentino tenía razón, era un puto codicioso que siempre quería más de lo que realmente se merecía.

Y había sido tan realista.

Había iniciado con algo muy posible: Una larga sesión de besos con Vox, escuchándolo adular sus ideas y besar sus manos casi con adoración. Pero esa adoración se volvió incómodamente romántica, y las palabras que Vox le decía comenzaron a tomar un tono íntimo, mucho más personal, alabando aspectos de Angel que pocos consideraban importantes. Vox había tomado su rostro solo para sonreírle de una forma tan aterradoramente personal que hizo que Angel se encendiera como un letrero de neón. Los besos se convirtieron en algo mucho más intenso, y el Overlord lo recostó sobre el amplio escritorio, dándole espacio suficiente para aferrarse a los bordes y dejarlo bromear sobre cómo Vox lo estaba ilusionando demasiado. Pero cuando este lo volvió a besar, sus manos fueron más osadas, sus labios más hambrientos y su deseo más intenso. Angel pudo sentir una presión firme, similar al bulto que se había formado en su falda. Él jadeó con sorpresa. Por primera vez había logrado una reacción del Overlord, firme y deseosa, directamente estimulando la que Angel llevaba cargando por tanto tiempo. Él no pudo contener el prolongado jadeo que escapó de sus labios y la forma en que sus caderas se levantaron buscando más fricción. Su descaro hizo que Vox riera contra su boca, mientras este guiaba sus manos para que lo desvistiera. Angel trabajó ágilmente, revelando piel de obsidiana y luz turquesa, suave y cálida, que él no dudo en apretar entre sus manos para memorizar el cómo se sentía tener a Vox para él.