Sinopsis:
JK, Jeon JungKook, es el líder y cantante principal de la banda de Rock más famosa en Corea del Sur, Golden. Tras un hiatus forzado de su banda, por sus múltiples delitos menores y tener que cumplir servicios a la comunidad, su come back e...
El silencio del cerrado vacío cuando golpeó para cerrar la puerta de su coche le hizo darse cuenta de lo que le pitaban los oídos tras el jaleo vivido las últimas horas. Con un suspiro pesado dejó caer su frente en el volante el cual abrazaba con fuerza con sus manos.
Estaba frustrado, las últimas palabras que le había dicho no carcomían como el idiota que era. Creía que lo había dejado atrás, pero bastó con tener que volver a exponerse al ojo público para sacar esa vena infantil y tóxica que poco tiempo atrás había descubierto no era normal y que odiaba.
Arrancando el coche, saliendo del parking, presionó los botones en el volante para llamar. ¿Qué habían sido? ¿Tres o cuatro horas? El resquemor de haberlo dejado mal, tras una discusión, tantas horas le quemaba el pecho.
-Hola. -El suave tono de su voz, al responder al segundo tono, fue lo que necesitaba para que su lobo apaciguara su angustia.
-Hola. -Respondió tomando la avenida principal del polígono donde se encontraba la estación de la entrevista. -¿Estabas despierto? -El murmullo en respuesta le indicó que "no".
-Estaba viendo la televisión. -Otra aguja del culpa clavada en el alma. Aún peleados, él había estado atento a su entrevista.
-¿Nos has visto? -Preguntó sabiendo la respuesta.
-Gyu y YeonJun han venido a verlo a casa. -Explicó, al otro lado se oían golpes de vasos en el fregadero. -Nam ha venido a por YeonJun hace unos minutos y Gyu se ha dormido en el sofá.
-Ha sido una noche divertida, entonces. -El reflejo de su rostro, la gran sonrisa que tenía natural, al verse sin querer en el espejo retrovisor. De lejos, calles atrás, la furgoneta con sus amigos salía del estudio. -Los chicos se han enfadado por mi respuesta. -Expuso parando en el semáforo antes de la intersección. -Exigen saber qué mierda me pasa...
-¿Y qué es lo que te pasa? -A pesar de sonar a una pregunta casual, JungKook notó el enfado en el timbre se voz. Soltó otro profundo suspiro y supo que aquella conversación no debía ser por teléfono.
-No es fácil para mí. -Arrancó de nuevo cuando la luz se prendió verde. La furgoneta con sus compañeros de banda a escasos metros de distancia. -Hablemos cuando llegue a casa, ¿sí? No quiero que estés enfadado conmigo...
La frase que JungKook decía quedó parada en seco ante el atroz ruido seco. El Omega con el que hablaba por teléfono gritó su nombre desesperado, despertando a su hermano que dormía en el sofá, molestando a los vecinos por la hora entrada en noche que era.
El coche del Alfa había sido golpeado en la intersección se semáforos. A gran velocidad, ocasionando que girara y quedada boca abajo en medio del asfalto. El coche que le había golpeado no titubeó en marcharse a pesar de estar destrozado.
-¡JK! -TaeHyung fue el primero en bajar de la furgoneta de Golden. Corriendo hasta lo que parecía un ataud de hierros y metal. -¡Por la mierda! -Al tirarse de rodillas al suelo, metiendo casi su cabeza dentro del coche por la ventanilla rota, alcanzó a tocar el rostro de JungKook. -Ya estoy aquí.
-¡Llamar a una puta ambulancia! -El grito de YoonGi resonó entre el eco de la noche. El Alfa frío, con el que recién había discutido, lloraba en brazos de su menor, HyunJin, mientras JungKook trataba de enfocar su vista en el salpicadero de su coche.
-Ya viene la ayuda. -Decía en bucle TaeHyung, anlizando el cuerpo colgando del cinturon de su amigo boca abajo. -Putos locos, ¿qué mierda hacían conduciendo así y...? -Sus quejas enfadadas callaron cuando finalmente JungKook pudo darse cuenta de que no había nada, por el tremendo impacto, en el salpicadero. -¿Qué? -Preguntó al escucharlo murmurar.
-El móvil. -Susurró dolorido en el pecho y garganta ante el quemazón del cinturón. TaeHyung se acercó más hasta pegar su oído a los labios de su líder pero menor en edad.
-¿Tu móvil? -Preguntó para estar seguro.
-Sí. -Respondió alzando su mano y tocando el techo para buscarlo a ciegas. Había algo frío en su cabeza que llegaba hasta borrar su visión.
-No es momento de preocuparte ahora por eso... -Detuvo su mano y la entrelazó con las suyas.
-Tae, mi móvil. -Pidió más enérgico aún si se sentía más ido. -Llama a Hyung.
-¿Hyung? Suga Hyung está aquí. -El nombrado lloró más fuerte y las primeras lágrimas en HyunJin nacieron.
-Jin. -Pidió insistente, de forma inútil.
-HyunJin también está aquí, tranquilo. -Los ojos brillantes, negros y grandes, que siempre desprendían alegría y viva luz, se apagaron de golpe haciendo entrar a TaeHyung en pánico. -Hey, no te duermas. -JungKook abrió sus ojos lo justo para centrarlos en los de su amigo antes de desmayarse.
-Llama a Jin Hyung.
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