Epílogo

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Epílogo

3 años después

Nino (23 Años):

Miro con atención cuando el semáforo cambia a verde y rápidamente arranco la camioneta tratando de llegar a tiempo con Marshall quien de por sí ya lleva un buen rato esperándome en la pastelería.

Miro de reojo la caja del pastel que yo mismo he hecho y la verdad me siento un poco nervioso, para que mentir. Es la primera vez desde que nos conocemos que, a mi decir, intento hacer un pastel decente por su cumpleaños, y es que no es para menos ya que se trata de uno muy importante, su cumpleaños veinticinco.

El día en que sabremos si Marshall abandona su condición como Fork y si recuperará los sentidos del olfato y el gusto.

Leí toda la noche anterior acerca de los casos exitosos y aunque son muy pocos los que están registrados, tengo la fe de que Marshall será uno de ellos también, que esta condición que lo ha limitado en varias ocasiones al fin se irá.

El centro de comando de la camioneta suena anunciando una llamada y con un movimiento de mi dedo contesto, sonriendo apenas escucho la voz que desde hace cuatro años dice mi nombre de la manera más dulce.

— ¿Dónde estás, pastelito? —dice seguido de una risa.

—Ya voy, ya voy, aún sigo en carretera —respondo rodando mis ojos pero sin perder de vista el camino—. ¿Cómo está la pastelería el día de hoy?

—Repleta, al parecer muchas personas cumplen el día de hoy o tienen un evento importante, creo que será nuestra mejor venta hasta ahora —eso me hace sonreír, porque el sueño de Marshall se está cumpliendo como realmente me lo dijo hace años.

—Eso suena genial, pero recuerda que hoy tienes que cerrar temprano, tenemos algo que celebrar en casa —le digo esperando que diga lo que pienso pero su respuesta no es lo que espero.

—Sí... sobre eso, creo que hoy no podremos celebrar mi cumpleaños temprano —eso me saca una mueca pero al mismo tiempo me hace pensar con realismo.

Él está trabajando y sabemos que hay días en los que no podemos salir por lo mismo, es por eso que pienso en mi segundo plan y aun así sonrío.

—Está bien, llegaré rápido contigo.

— ¿En serio vendrás? —dice notando la emoción en su voz.

—Ujum, es tu cumpleaños, así que debería acompañar a mi esposo y ayudarlo a trabajar, ¿No lo crees? —lo escucho afirmar con un sonido y no puedo evitar sentirme contento de usar esa palabra para definir lo que ahora ya somos.

Esposos.

—Espérame.

—Te estaré esperando con ansias —dice en voz baja y asiento aunque sé que no puede verme.

Continúo conduciendo y rápidamente le doy un vistazo a mi dedo anular de la mano izquierda sin poder evitar sonrojarme al recordar nuestro día. Fue algo intimo solo de familia y amigos, fuimos vestidos de traje, ambos de negro, dijimos nuestros votos con todo el amor que sentimos en la actualidad y cuando finalmente firmamos el acta de matrimonio no pude evitar otro segundo más y lo besé recibiendo los gritos y aplausos de nuestras familias y amigos que hasta la fecha siguen en nuestras vidas.

Doy una risita al aire y cuando casi choco con un auto pido disculpas inclinando mi cabeza, aun así el hombre que lo conducía me insulta y no puedo evitar reír nervioso. Uno de estos días realmente me estrellaré por estar soñando despierto.

— ¡Lo siento! —me disculpo a pesar de que el hombre me saca el dedo de en medio. Resoplo pero aun así le encuentro el lado divertido a esto, porque el otro auto también se iba a pasar el alto.

Dulce como el pastel [BL - Cakeverse] © ✔Where stories live. Discover now