1- ¿Gira que?

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Draco Malfoy, no es un secreto para nadie que es una persona exagerada, el drama queen de Slytherin, pero claro, muchas de las serpientes lo admiraban o al menos lo seguían por su estatus, así que ahí estaba el, en la enfermería, Pansy Parkinson a su lado mientras Madame Pomfrey vendaba su brazo, susurrando que no le pagaban lo suficiente como para aguantar a Malfoy y sus lloriqueos, realmente no era nada grabe, probablemente Neville Longbottom había sufrido más con el ataque de su libro de animales mágicos que Malfoy con el rasguño del hipogrifo, aún así, siguiendo el Protocolo pidió a la chica y a toda la bola de Slytherins que estaban ahí que se retiraran para "dejar descansar" a Malfoy.

Ya eran las 11pm y Malfoy había pedido dormir ahí está noche. Mantuvo su atención en el libro que leía mientras los ojos le iban pesando poco a poco indicando el sueño, sin embargo, no alcanzó a dejar el libro en la mesita, pues de la nada logró ver la figura de un chico frente a él ¿quien mierda era?...

Carajo, ¿estaba alucinando? Tal vez había sido mala idea pedir medicamento por un simple rasguño. Se congeló por un momento cuando vió a su propia figura frente a él, el libro se resbaló de sus manos cayendo al suelo creando un sonido que alertó a... "Su otro yo", quien hasta el momento parecía igual de confundido. Pronto se acercó a el con una sonrisa triunfante, El Malfoy sentado en la camilla de la enfermera no entendía absolutamente nada, ¿estaba soñando? No lo parecía.

El misterioso chico que apareció de la nada estaba examinando el momento, aun con esa sonrisa mientras confundía más al otro.

-No creía que realmente funcionara, gracias Granger

Habló para si, pero esto hizo lo que Malfoy pensaba imposible, lo confundio mucho más de lo que ya estaba

-¿Que tiene que ver la sangre sucia en esto? Y aún más importante ¿quien eres tú?

-¿No es muy obvio? Soy tu.

El silencio Reinó el lugar unos cuantos segundos hasta que el chico que estaba de pie comenzó a hablar

-Escucha, El día de la ejecución del "pollo", cuando esté a punto de sonar la última campanada, justo aquí, habla con Granger.

Malfoy no comprendía, ¿para qué hablaría el con alguien como ella?

-Yo no-

No terminó de hablar cuando el misterioso chico giró un collar dorado y volvió a desaparecer.

Al día siguiente en el Gran comedor, parloteaba en su Mesa sobre el "ataque" del Hipogrifo, esto hasta que escuchó en la mesa de al lado hablar sobre Sirius Black, claro que lo reconocía, y de algo estaba seguro, lo que sea que haya hecho, no tuvo nada que ver con quien-tu-sabes, probablemente ni siquiera había matado al idiota de Peter, ¿como era Posible que el supiera esto? Bueno, había escuchado ese nombre varias veces, Lo que le hacía pensar que Peter estaba espiando de incubierto.

Pasó el tiempo y no se había puesto a pensar sobre aquella noche hasta que llegó Hermione, insultandolo para después darle un golpe, no lo iba a admitir, pero estar así frente al niño-que-vivió era humillante.

La noche llegó y al escuchar las campanadas recordó las extrañas indicaciones que había recibido, sigilosamente llegó a la enfermería donde se encontraba el trío de oro, Ron y Harry estaban dormidos, no podía evitar pensar en que Potter no se veía tan mal. Hermione por otro lado leía un libro hasta que escuchó a Malfoy entrar.

-¿Que quieres, Malfoy? ¿Qué haces aquí?

Preguntó algo molesta, la simple presencia de aquel chico Rubió le incomodaba.

-Nada en especial, Granger, pero escuche que tienes algo que me interesa.

Respondió sin saber de lo que el mismo hablaba, pero manteniendo la postura y seguridad de siempre, lo cual lo ayudó, como todas las veces. Hermione abrió grandes los ojos ¿como sabía Malfoy sobre el gira tiempo?

-No se de que me hablas, Malfoy.

-Ya sabes.

Con eso, Malfoy hizo la misma acción que vio hacer la noche anterior, solo que no tenía el collar, así que solo imaginó que si lo tenía, no estaba seguro pero tal vez eso era por lo que estaba aquí, y al notar una cadena en el cuello de la chica, supo perfectamente que no estaba equivocado.

-...

Hermione no sabía que decir, prácticamente solo Harry, McGonagall y probablemente Dumbledore, sabían que ella poseía cierto articulo mágico.

-Seré breve, lo necesito.

-¿para?

-No te importa.

-¿tan siquiera sabes que es o como se usa?

-Muchas preguntas, Granger, solo damelo.

-¿Por qué lo haría?

Malfoy pensó un segundo, examinó la escena y apuntó su varita a Ron

-Porque no querrás que Weasley tenga que pasar más tiempo aquí del necesario ¿o si?

Hermione procesó, no tenía su varita en mano ni forma de defender a Ron, así que respiró profundo y se levantó del lugar, quitándose el giratiempo, lo Miró un momento para luego extender su mano y entregarle lo que el buscaba.

-No hagas nada estúpido, McGonagall me confío el giratiempo y si haces alguna tonteria podría afectarnos a ambos

¿Gira qué? Pensó Malfoy.

-Claro, a comparación de tus amigos no soy un idiota.

-Oh, claro que lo eres, y espero que me lo devuelvas lo antes posible.

El chico no respondió y después de guardar su varita de nuevo, dió varias vueltas al collar, las luces y tonos del lugar cambiaron rápidamente y cuando se detuvo se quedó algo sorprendido al verse a si mismo sentado en la camilla del lugar con un libro en mano, claro, ahora todo tenía sentido,

-No creía que realmente funcionara, gracias Granger

Susurró para si mismo.

-Que tiene que ver la sangre sucia en esto? Y aún más importante ¿quien eres tú?

Dijo el chico en la camilla, era extraño para el todo esto pero simplemente comenzó a hablar como si supiera lo que hacía, luego de un momento y un par de instrucciones dió vueltas al lado contrario del que había girado anteriormente y regresó al momento con Granger, sin decir nada más, se retiró del lugar, dejando preocupada a la chica.

Llegó a la sala común de Slytherin y se recostó en su cama, pensando en como usar su nueva posesión.

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