TWO; TALK

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「 ✦ CONTANDO OVEJAS

ERA JUEVES y nuevamente había Sido vilmente arrastrada hasta Liniers, está vez con la tentadora propuesta de un helado. Contrariamente a cualquier situación había aceptado sin pensarlo demasiado, los pros eran más que los contras.

Se mantenía sentada en un banco cercano a la puerta del tren esperando atentamente que está se abriera para salir corriendo. Está vez no contaban con el dinero suficiente para pagar dos pasajes.

Su hermano se mantenía hablando con dos chicos, los cuáles había visto en la prueba anterior.

───¿E' tu wacha?───preguntó Danilo mirando a la muchacha que descansaba con los ojos cerrados───

───No, nada que ver───negó riendo───;es mi hermana.

El asintió observando a la chica. Realmente no les encontraba algún parecido en común más que los rizos que se formaban en su cabello. Luego de esa similitud eran como aceite y agua.

Miro un poco desconcertado al inspector que se encontraba peligrosamente cerca de ellos. Julián rápidamente se acercó a su hermana apurando la.

Las puertas se abrieron haciendo correr a los cuatro adolescentes hasta que estuvieron lo suficientemente lejos del inspector que les gritaba enfurecido.

─── ⋆⋅☆⋅⋆ ──

OBSERVABA con atención el partido, su hermano está vez parecía un poco difuso en la situación. El chico con el que había hablado en el tren, Danilo, parecía hacer la mayor parte del trabajo en el equipo.

Una vez terminado el partido el técnico dividió en dos grupos a los adolescentes, dándole la espalda al grupo donde se encontraba su hermano, empezando a agradecer a los chicos por presentarse.

El chico morocho del tren comenzó a patear los objetos distribuidos por toda la cancha con irá. Elara se preguntó si acercarse, el chico no había jugado mal y le daba pena que no haya quedado. Discutió un largo rato si acercarse o no, ganando la vergüenza.

Su hermano se acercó junto al otro muchacho castaño, Julián se lo presentó, ella lo saludó con un poco de vergüenza. Jamás a había Sido buena para acercarse a la gente.

───Jugas re bien.───habló ella sin saber bien que decir. Danilo murmuró un "gracias"───Si te hubieran puesto contra Julián lo re bailabas───lo molestó.

───Callate, Tarada.───la golpeó levente en el hombro.

Danilo observaba divertido la escena. Los hermanos parecían no poder compartir más de dos segundos sin pelear, como si fuera eso lo que los unía.  

Carlos un poco más tranquilo se acercó a los chicos. Se dirigieron hasta el tren hablando durante el camino hasta sus hogares. Su hermano hablaba con el morocho diciendo que cosas mejores iban a llegar. Mientras que Elara permanecía sentada junto al castaño.

───¿Vos jugas?───preguntó el castaño haciendo referencia al fútbol───

───Ni ahí, soy malísima en los deportes───vociferó,───prefiero mil veces quedarme en mi casa sin hacer nada.───

Ella observó al chico de cerca, estaban sentados en el piso junto al otro. Sus ojos eran marrón oscuro, sus pestañas eran cortas; Tenía una nariz un tanto prominente, sus labios eran finos y se encontraban un poco paspados; su rostro dejaba ver unas pequeñas marcas de acné que aún así no lo hacían ver feo.

El anuncio del chico la hizo salir de su ensoñación:

───Llegamos───se levantó estirando su brazo para que la chica pudiera repetir su acción.

Siguieron los mismos pasos que anteriormente. Aunque ahora las desoladas calles del fuerte apache  hacian notar que el tiempo lejos de casa había sido mucho más del esperado esperado, pasándo más de las dos de la tarde.

「 ✦ CONTANDO OVEJAS ✦ 」

𝘾𝙤𝙣𝙩𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙤𝙫𝙚𝙟𝙖𝙨; 𝘿𝙖𝙣𝙞𝙡𝙤 𝙎á𝙣𝙘𝙝𝙚𝙯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora