Campamento Infernal Parte 2

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Jardín del Edén

En tiempos antiguos el jardín del Edén había sido la cuna de muchas especies que Dios padre había creado, una de ellas siendo el ser humano, pero desde el destierro de estos mismos hace mucho tiempo, el propósito del jardín había terminado, pasando así a convertirse en un monumento fúnebre que traía el recuerdo de muchos hermanos y hermanas caídos.

El jardín ahora era un cementerio donde se encontraban las tumbas de todos los ángeles, nobles y entregados a su trabajó, aquellos que cayeron durante la larga historia de conflictos donde las fuerzas celestiales fueron participes, antes, ahora y seguramente en el futuro.

Michael pasaba la gran parte de su tiempo libre cuidando una gran zona del jardín del Edén que ella misma había llenado de todo tipo de vegetación, aunque su favorito personal era una gran pradera llena con su flor preferida, la estrella de Belén, hermosas flores blancas cuyos pétalos parecían estrellas de cinco puntas.

Las tumbas de varios compañeros suyos descansaban rodeadas y envueltas por estás flores.

A ella le gustaba recostarse sobre el campo de flores, observando el amplió cielo azul y disfrutando de la dulce y plácida brisa, sentía paz.

Ella venía aquí para estar a solas con sus pensamientos y ultimadamente tenía mucho que pensar.

Antes de la rebelión sus hermanas Lucifer y Beelzebub eran su inspiración, aunque ellas solo eran unos siglos mayores que ella, las veía como esa figura a la que tenía que aspirar, fueron creadas para ser la perfección inmaculada.

Todos las querían, las respetaban y las admiraban, por qué entonces hicieron lo que hicieron?, una parte de Michael nunca se recuperó después de eso, simplemente se quebró.

"Sabía que te encontraría aquí"

Michael se levanta del suelo y ahí frente a ella se encontraba una mujer bastante alta, más de 3 metros eso es seguro, llevaba un uniforme de gala militar y se podía notar una musculatura prominente debajo de el, tenia un largo y voluminoso cabello dorado que llegaba hasta su cintura encuadrando su cara y su flequillo ocultando ambos ojos, dejando solo a la vista su nariz y boca.

Una mujer bastante intimidante, era evidente que disimulaba el tono de su voz para hacerla más dulce, pero se podía sentir la autoridad y la fuerza detrás de cada palabra.

"Metatrón?"

"Perdón si te despierto en tu hora de relajación, pero es algo importante"

"Ya iba a regresar al trabajo" Michael se para por completo del suelo.

"Has hecho algunos viajes al infierno no es así?"

Michael se pone algo nerviosa pero trata de ocultarlo "Solo hago mi inspección habitual"

"Tu en persona?"

"Quería estar segura de que no se estuviera pasando nada por alto"

"Cómo el regreso de Beelzebub?"

Michael se queda pasmada sin poder decir algo, la pausa después de esa pregunta solo ayudo a sentir más presión en su pecho.

"Estamos al tanto de ese tema"

Michael se para derecha frente a su superior y con un ligero tartamudeo pregunta "El... Lo sabe?"

"Si, desde hace un tiempo, aunque a estado ocupado en otros asuntos siempre tiene un ojo puesto donde algo no cuadra"

"Y el...?"

"No está enojado contigo si es lo que quieres saber, pero quiere un cambio de planes"

Michael entrecierra los ojos mirando a su hermana "Cuál es su decisión?"

Los extras no van al cielo / extras don't go to heavenWhere stories live. Discover now