Jeon Jungkook es un joven Omega con un gran temperamento, una terrible vida y un temible pasado, mismo que lo llevó a lo que era ahora. Un peleador callejero, que ganaba tan poco como para hacer una comida al día, aun así necesitaba hacerlo para sob...
Yoongi caminaba a la par de aquel alfa, quien se había mantenido en silencio todo el camino. Estaba ansioso por saber como estaba su amigo, puesto que él fue en otro auto, acompañado del hombre a su lado.
Sobre todo, algo que le causaba cierta curiosidad, era el motivo por el cual aquel alfa decidió entregar cien millones de dólares en efectivo a aquellos hombres, solamente por llevarse a su amigo.
¿Qué planeaba hacer con él?
Solo esperaba no fuera ningún tipo de enfermo mental con algún deseo atroz. Jeon había dejado de ser el esclavo de un alfa para convertirse en el de otro y eso sin duda le causaba cierta desilusión.
– Disculpe... – murmuró Yoon, viendo al alfa detenerse frente a una habitación – ¿Cuál es su nombre?
– Pensé que nunca hablarías – murmuró el alfa, riéndose y abriendo la puerta, dejando que el Omega entrara primero.
– No sé que clase de alfa es, así que... No quería hacerlo enojar.
El alfa se rio, acercándose al médico y dándole la mano en cuanto lo tuvo enfrente.
– ¿Cómo se encuentra? – preguntó el alfa.
– Estable, fue golpeado en el ring y después recibió una paliza debajo de él así que se encuentra muy adolorido y cansado sobre todo. Pero va a estar bien, necesita dormir.
El alfa asintió.
– ¿Es algo de usted este Omega? Solo en caso de... Que sus padres pregunten por mi visita, ya que el secretario de su madre vino a dejar un paquete en cuanto yo llegué.
– Es mi Omega – murmuró, viendo al médico quien le veía consternado – puede decirle eso. Que vino a tratar a mi Omega.
– ¿Está seguro?
– Mmh – sonrió ligeramente de lado, en una especie de mueca y metió sus manos en los bolsillos de su pantalón, volteando a ver al Omega sobre la cama.
– Bien, señor Kim, entonces me iré.
El alfa asintió, hizo una corta reverencia y entonces el médico procedió a irse.
– ¿Por qué sigue diciendo que es su Omega? ¿Ustedes se conocen? – preguntó Yoongi una vez estuvieron solos en la habitación.
– Mmh, nos conocemos – murmuró Kim, sus ojos clavados en aquel Omega – no lo suficiente, pero... Lo hacemos.
Yoon le miró confundido.
– Dígame su nombre, el motivo por el cual necesita a mi amigo en su vida y... Como lo conoce, no quiero que sea alguna historia turbia de algún sucio acosador, déjeme decirle que tenga el dinero que tenga no le da el derecho de-
– Tranquilo – interrumpió el alfa, riéndose ante lo gracioso que era el amigo de Jungkook – este Omega... Si que es preciado para ti, ¿No?
Yoon asintió.
– Jungkook me salvó, su don y su maldición son sus puños. Con ellos me salvó.
Kim volteó a ver de nuevo al Omega sobre su cama.
– Es... Una virtud que siempre ha tenido, supongo – murmuró, volviendo su vista a Yoongi – mi nombre es Kim Taehyung, ¿Y para que quiero a este Omega?... Para casarme con él.
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