Capítulo 1

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Luego de aquella llamada que lo puso de mal humor unos cuantos minutos, su madre apareció con algunas galletitas y, detrás de ella, Emiliano Martínez hacía presencia con una camiseta de Independiente sobre el hombro y una gran cara de cansancio.

Lo saluda con un beso en el cachete y toma asiento en una de las reposeras que esta junto a la de su mamá. — ¿Y te llamaron? — Pregunta, se pone los lentes de sol y se tira para atrás. Lionel toma otro tere que le pasa su madre.

— El tontín lo mandó a cagar. — Responde la Alfa. Messi arruga la nariz.

— Si, pero desde Manchester supuestamente me llamaron, no es como que me voy a tomar un colectivo y me va a dejar en la embajada de Reino Unido. — Le pasa el matecito y se queda ahí, escuchando la conversación que ahora tienen los Alfas. Se ríe bastante con los comentarios del morocho porque bueno, él es su amigo de toda la vida y básicamente había una clase de amor-odio entre su madre y él.

El Dibu y Lionel se conocieron en la primaria y desde ahí casi que se volvieron inseparables, a pesar de las diferentes castas y lo mal que se sigue viendo algún tipo de relación Omega-Alfa sin ningún lazo, ellos disfrutan de su amistad a pleno.

Así que cuando su madre decide hacer los mandados para la comida, ellos se quedan en el jardín del Omega charlando. Él le cuenta que está conociendo a un chico un año menor y que a pesar de rozar la ilegalidad, el chico era tan llamativo y divertido que lo dejaba bobo. Leo se queja del último Alfa con el que estuvo y terminan la tarde así, entre chismes y teres.

— ¿Se queda a comer el sucio? — Celia, la mamá de Messi, es quién interrumpe la conversación de los hombres. Al chusmerío se sumó Rodrigo, el hermano mayor de Lionel y su padre, Jorge.

— Depende, ¡si cocinas vos ni en pedo!

— Cállate, tarado. Estoy por hacer una ensalada de zanahoria y milanesas de carne. — Se apoya sobre la puerta que da al jardín y mira a todos.

— Yo voy para casa, Ma. — Rodrigo se levanta. — La gorda me espera con los chanchitos. — Entonces saluda a todos allí y se va a paso lento, casi como si no quisiera encontrarse con su mujer y esos tres revoltosos críos.

Martínez dice que se queda a comer y, de mala manera, Lionel es obligado a caminar hasta la heladería más cercana por el postre. El señor que los atiende es amable y no evitan el quedarse más tiempo de lo indicado para saber el nuevo puterio del barrio. Al parecer José intentó pegarle a su hijo mayor y terminó en una guerra con un par de patrulleros intentando alejarlos.

— Es un hijo de puta ese, tiene que ir preso y no salir más o de última agarrar una escopeta y volarle los huevos. —  Tan sutil como siempre, el Dibu hace que agarra un arma y le dispara al aire. El castaño ríe un poco pero termina asintiendo.

Es cierto que ese vecino era la viva imágen de un ser despreciable que ya no merecía pertenecer a la sociedad. El típico machito que abusaba de su casta y maltrataba a sus cuatro hijos Omegas. Un hombre odiado con la vida misma.

No se imagina el horror que deben pasar esos chicos.

La cena transcurrió normal y casi tan divertida como de costumbre, aprovechando a ver un partido de La Liga Argentina mientras comentaban todavía sobre el gran mundial de la Albiceleste.

Su padre es quién levanta la mesa y, mientras Martínez lava los platos, Lionel sirve el helado.

— Te suena el celu, hijito. — Jorge le pasa el aparato. El menor de los Messi deja el pote sobre la mesa y atiende la llamada.

— ¿Messi? Disculpe la molestia una vez más. Mi nombre es Alejandro Gomez y...

— No quiero ningún plan, gracias. —  Y aleja su celular para cortar, pero escucha un gran grito a lo lejos. — ¿No sos de movistar?”

— No, soy el representante de Sergio Agüero y quiero contratar tus servicios para ser el niñero de Benjamín, el hijo de Sergio. — La voz del hombre suena un poco agitada, casi nerviosa. Lionel suspira y no sabe qué contestar. — Y no, no es una bromita ni intento abusar con la necesidad laboral en Argentina.

— Y… ¿pero cómo voy a cuidar al nene si yo estoy en Santa Fe?

— ¿En Santa Fe? Bueno, Sergio pidió específicamente su servicio así que podríamos arreglar lo del viaje y todo lo demás.

— ¿Y cómo sé que no me van a secuestrar, me van a drogar y me van a usar para la prostitución clandestina en un burdel medio rarito?

— Bueno, para eso vamos a tener la primer entrevista vía zoom así ajustamos detalles y todo lo demás, tengo entendido que usted está cursando la facultad todavía ¿no?

— Sí, syi. Primer año terminado recién. —  Comenta sin saber qué más añadir. A su lado está su madre intentando escuchar la conversación y a lo lejos se ve como su padre discute con Emi sobre algo. — ¿Por qué Sergio quiere solo mis servicios?

— Por su casta, porque especifica saber inglés y fue el único que comprobó tener experiencia en el cuidado de cachorros.

— ¿Pero tenés en cuenta que estoy en Santa Fe y no en Reino Unido?

— No lo sabíamos cuando lo contacté, porque no dice específicamente dónde se encuentra usted, pero podemos arreglar el viaje y la estadía. Solo será durante un año y sirve muchísimo que hables inglés.

— ¿Por qué?

— Porque Sergio juega en el Manchester City y es importante una comunicación en inglés, Benjamín tiene que comenzar el jardín.

— Bueno, llámame mañana para la entrevista así sacamos dudas. —  El otro hombre le da una respuesta afirmativa y termina por cortar la llamada.

Celia lo mira con duda y niega totalmente. — Vos no te vas. —  Le dice. Lionel sonríe un poco y abraza a su madre. — ¿Estás loco?

— No sería una mala experiencia, hay un contrato y es un año. Puedo conocer, cobrar en dolares y volver después. — Explica luego de separarse, volviendo a servir el helado.

— ¿Mi cachorro abandona el nido? — Emiliano es el que pregunta entre risas, Jorge le da un golpecito en la nuca y no hablan más del tema hasta el día siguiente.

Alejandro lo llama a la tardecita y charlan horas para quitarse todas las dudas. Él le explica que Sergio está medio ido con su trabajo y necesita que alguien cuide de su cachorro. Le comenta cosas de Benjamín y su intuición le dice que pruebe, que no sería malo conocer Manchester, mientras cuida al nene.

Nene que recién cumplía los cuatro añitos. Lo único que le molestaba era saber que tendría que alejarse un año de su familia. Tan solo pensar que no iba a tener los mimos de su padre mientras miraban partidos o las charlas de su madre, le generaba una sensación rara en el pecho. Saber que estaría un año completo lejos de Emiliano, sus hermanos y sus sobrinos le daba un ligero malestar.

Gomez le da tres días para pensar sobre la propuesta y al segundo ya está aceptando. Su madre lo ayuda a preparar las valijas y su padre le mete miles de recuerdos de Newell's. El Dibu no se separa ni un segundo, siempre abrazandolo y diciendo lo mucho que lo iba a extrañar.

Entonces, Lionel sostiene el pasaporte y parte rumbo a Manchester.

Entre aromas dulces - Kunessi [Adaptación]  Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin