Capitulo 8

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Lo que vimos al principio fue un gran balcón que permitía ver el jardín, un laberinto y ver dos piscinas igual.

Era de noche, por lo que la iluminación fue hacia el laberinto.

Nicolás y Padme se acercaron al borde del balcón y se detuvieron. Yo me puse nerviosa por Eris, solo espero que la esté pasando mejor que aquí.

Me acerqué y ambos me sonrieron. Pero ví que todos los Novenos sacaban unos pequeños binoculares.

—Para poder ver bien el laberinto tienen que usarlos —nos indicó Nicolas. Puso una mano sobre mi espalda y nos ofreció compartir la de él.

Sentí escalofríos...

Yo dejé que empezarán ellos primero, comenzaron a platicar entre los dos, algo que no me importó en meterme, pero vi que Padme movía su mirada en Damián, no muy disimulada.

Miré de reojo y él ya nos miraba cómo un total asesino a punto de atacar.

No puedo creer que les guste ver todo ésto. Que maldito... asco, no logro entender¿qué les pasa? Así es como a las presas nos hacen.. y ellos disfrutan del maldito espectáculo.

Todavía tiene su mano sobre mi espalda… se siente extraño, bueno, solamente la mantiene ahí, pero puedo jurar que quiere moverla. Me muero si lo hace.

En eso, me alejé de ambos y caminé para irme del lugar, pero Nicolás me detuvo.

Este Noveno…

—¿Y tú qué te atreves a tocar mi brazo? — pregunté al soltarme de su agarre. Me puse a la defensiva.

—No puedes irte, te vigilan —indicó, acercándome al balcón.

—No quiero ver —murmuré.

—Deberías, así podrás ver también para tu presa, ¿no?

Y volvemos a fingir.

—Oh, sí, sí. Hablo con la persona a la que le encanta hacer prácticas de cacería con sus amigos —susurré, cruzarme de brazos y ver.

Padme ya había dejado de ver, así que yo lo hice. Miré cómo la presa era perseguida por el Noveno. Pero ese Noveno llevaba una motosierra. ¿En serio?

Me tenso un poco ver caer al chico, por lo rápido que llegó hacer. Su cuerpo se arrastró sobre el pasto, intentaba levantarse pero no conseguía éxito.

Y para acabarla, aquél Noveno tomó esa grandiosa y estúpida oportunidad, corrió más rápido y lo alcanzó, pasándole la motosierra.  

Lo peor es que lo disfrutó.

Cuando lo ví satisfecho, aquél Noveno se perdió entre los arbustos del laberinto en busca de más.

Aparté los binoculares de mis ojos y se los entregué a Nicolás, perturbada por lo que acababa de ver.

Lo que más me sintió asqueada fue que algunos que estaban detrás nuestro calificar y disfrutar lo que había hecho aquél Noveno, alabando esa estupidez de mierda.

—Sabías que antes, lo mejor de La Cacería no era matar, sino el hecho de hacerlo en grupo —comentó Nicolas, estando cerca mío. Miré a mi alrededor en busca de Padme, y la ví toda asustada, debía cambiar ese rostro, antes que alguno la viera—. La historia de los Novenos es algo curiosa..

—¿Y qué tanto sabes de ella? —pregunté curiosa—. No es que tenga mucha diferencia

—La he estudiado lo suficiente como para decir que somos más que unos asesinos.

—Ah, así piensa el Damián —comenté.

Nicolás me miró, soltó un suspiro y se le escapó una sonrisa antes de responder.

—Sí, la diferencia es que él lo ve con fascinación. Yo lo veo con criticismo —indicó, haciendo que me confunda un poco.

No entendí.

—¿Qué se supone que significa eso?—le pregunté

—Damián y yo no somos iguales a pesar de que fuimos amigos. Precisamente por eso dejamos de serlo. Nos dimos cuenta de que ambos teníamos perspectivas diferentes, en especial con el concepto de ser Noveno.

—Ya, entiendo. En realidad para nada son iguales, eso significa que, ¿se pelearon y ahora se odian? —Empecé a preguntar sin poder evitarlo—, ¿Para eso quieres que Padme esté en tu manada? ¿molestarlo es algo que te agrada? Porque veo que te gusta hacerlo.

—Me gusta molestarlo, pero le ofrecí estar en mi manada —hizo un silencio—: porque ahí va a estar mejor, Jen. Sí, un dia peleamos, pero no fue por algo tonto ni nada. Algo pasó.

Eso me causó curiosidad, eso no me dijo Damián. Nada sobre Nicolas me dijo, sino hasta cuando lo conocí por mis curiosidades, lo admito, tuve la culpa por haberme adentrado esa vez al Bosque, pero.. no entiendo que ven de malo en Nicolas. ¿Qué sucedió entre esos dos para que acabaran así?

—¿Qué fue lo que pasó?—le pregunté con bastante curiosidad. Ahora tiene mi atención.

—Mmm, te contaré si aceptas estar más tiempo conmigo —habló está vez algo emocionado—. Sí lo aceptas, te lo diré.

En un momento quería decirle que no, pero al final acepté.

—Está bien —acepté. Pero la risa de Hanson se hizo presente en el balcón—. ¿Tú tienes mucho qué decir sobre el dueño?

—La verdad es que no. Es un hombre que viaja y deja poco rastro, ¿No te agradó?

Para nada, parece raro. No raro en sí, pero me da la mala espina en que algo se trae con algo.

—No lo digo así, se ve poderoso —confesé

—Como debemos vernos los Novenos —mencionó y yo lo miré confundida, Nicolas miró con sus binoculares y añadió—. Ah, creo que van a llevarse el cadáver.

Él señaló el laberinto y le pedí los binoculares para observar a donde. Un par de hombres se habían acercado al cuerpo de aquella persona y los ví llevárselo.

Volteo a ver a Padme, quién ya se tiene el rostro con horror tremendo y se fue corriendo.

Nicolás la siguió con la mirada, y al no poder entender lo que sucedía, sus ojos se posaron en mí. ¿Ahora que debo decirle?

Suspiré pesadamente, ya que decidí volver al tema principal.

—¿Y qué hacen con los cadáveres?

Nicolas pensó por un momento, todavía seguía con la duda, pero parecía que no volvería a mencionarlo y respondió.

—Los llevan a un sitio que está por aquí cerca. Creo que era una armería en tiempos de guerra, pero ahora solo sirve de depósito. En un rato irán a dejarlos allá, los huéspedes se darán un paseo para verlos y todo ese tipo de cosas.

Me paralicé por unos segundos.

Eris, la pequeña Eris era quién estaba ahí.

—¿Qué sucede? —preguntó, frunciendo sus cejas.

Toca improvisar.

—Me duele mucho el estómago —confesé.

—¿No es algo grave? —se acercó un poco más a mí.

—Para nada —musité—. Ya sabes… tengo hambre, debe ser eso. Hasta luego Nicolás. —sonreí, y luego me alejé para ir con Padme.

Espera, ¿le acabo de sonreír?

Twisted Love [Nicolas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora