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Capítulo ochenta y uno
Ser la esperanza del mundo

Reunidos alrededor de las puertas de la Sala del Alma y el Tiempo, residía un pequeño grupo de guerreros

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Reunidos alrededor de las puertas de la Sala del Alma y el Tiempo, residía un pequeño grupo de guerreros. Un saiyajin, un mestizo, un namekiano y una anodita. Cada uno observó atentamente las puertas con expectante anticipación para ver a las dos personas que ingresaron el día anterior. Concretamente, una de ellas esperaba ansiosa la salida de ambos chicos.

Finalmente, las puertas se abrieron, y los sentidos del grupo fueron asaltados por el poder que emanaba de Vegeta y Trunks cuando salieron de la habitación. Aunque ninguno elevó su ki, el aumento de su energía, era inconfundible.

Una gran sonrisa apareció en el rostro de Reya.

━¡Hola, chicos! ━los saludó Goku alegremente━. ¿Cómo ha ido vuestro entrenamiento? ¿Habéis alcanzado nuevos niveles?

Vegeta sonrió y cruzó de brazos, tratando de ocultar el enorme cansancio que arrastraba durante todo el año. Lo primero que sus ojos vieron, fue la preciosa imagen de Reya, y el impulso abismal de abalanzarse sobre ella, de abrazarla, besarla y no soltarla jamás, le fue casi imposible de retener.

Ahí estaba ella, esperándolo con su radiante sonrisa que tanto amaba.

Tal y como prometió.

━Digamos que será una pérdida de tiempo para ti y tu mocoso ━se jactó Vegeta, prepotente━. Puedo derrotar a Cell sin la ayuda de nadie.

Piccolo rodó los ojos ante la típica repuesta del príncipe, pero no pudo reprimir el asombro que sentía por su poder. No tenía palabras para expresar la magnitud del ki de Vegeta. Si poseía tanta fuerza en su estado base, no quería ni imaginar lo poderoso que sería como Súper Saiyajin.

Era irreal.

En vez de elogiarlo por su logró, simplemente gruñó y miró minuciosamente a Trunks en busca de una explicación detallada del éxito de su entrenamiento. Pero el chico del futuro se mostró reacio a mirarlo. Vegeta le había dicho explícitamente de no revelar nada de su entrenamiento.

Ante la mirada de fijación del grupo hacia su persona, se sonrojó.

━Oh, mi bumgorf ━Reya se aproximó a su hijo terrícola y lo abrazó amorosamente. Sonrió con dulzura y le dio un beso en la mejilla━. Me alegro mucho de ver que estáis bien. ¿Ha ido bien vuestro entrenamiento? ¿Cómo ha sido entrenar un año entero con Vegeta?

━Bueno... ━dijo Trunks mientras se separaba de Reya━. Ha sido agotador.

La sonrisa de Reya se ensanchó y asintió levemente. Conociendo a su pareja, no esperaba menos que marchacara a hasta la muerte al pobre Trunks. Por lo menos, no parecía que hubiera sufrido una paliza.

«Veo que se portó bien con él. Al menos a su manera», se alegró internamente.

De mientras, Vegeta resopló y avanzó en dirección a Reya. Estaba tan cansado que apenas podía mantener los ojos abiertos, pero no quería mostrar debilidad delante de todos. Su armadura, que se encontraba en perfectas condiciones cuando entró, ahora estaba hecha un desastre. Su traje de spandex estaba hecho jirones, al igual que sus guantes. Aunque tenías ganas de desplomarse por el cansancio, se obligó a permanecer orgullosamente erguido. Lo único que quería, era llevarse a su mujer y regresar a la Corporación Cápsula.

STAR COLLISION ━ VegetaWhere stories live. Discover now