Chiquito: 𝐛𝐥𝐚𝐬 𝐱 𝐞𝐬𝐭𝐞𝐛𝐚𝐧

Feliz cumpleaños

El viento soplaba fuerte y los árboles, algo débiles, se doblaban rozando tenues el vidrio de la ventana.

Esteban tenía los ojos cerrados y una sonrisa en sus labios, podía ver a través de la membrana delicada de los párpados la luz oscilante de la vela.

-¿ya está?-preguntó ansioso

Blas miró el reloj y, efectivamente, eran las doce en punto.

-si, listo

el rubio abrió los ojos y vio a su chico parado frente a él, con una vela corta clavada en un alfajor en un platito.

-te mataste con la torta

-bueno no seas malo,mañana me junto con Mati que me va a ayudar a hacer una  de verdad, ahora ¡pedi un deseo,dale!

Esteban dio unos pasos, cerró los ojos y sopló la vela, no necesitaba pedir nada, todo lo que quería lo tenía exactamente en frente.

-feliz cumple-le dijo Blas dejando la torta improvisada sobre un mueble de la habitación.

Hacía ya dos meses que estaban juntos,y cada día parecían más enamorados.

-gracias, mi amor-dijo y acortando la distancia entre los dos, le besó suavemente en los labios,muy lento,sintiendo la calidez de su boca.

En general, Blas besaba rápido, así que lograr hacerlo a un ritmo lento era un logro y se sentía bien, como una droga maravillosa.

Sus lenguas jugaron un rato, lento, mientras Esteban escuchaba sus gemidos leves, como los ronroneos de un gatito.

Con tranquilidad le recosto en la cama sin dejar de besarlo y se acomodó entre sus piernas, cubriendo su cuerpo con el suyo, sintiendo los largos dedos de Blas meterse por debajo de su camisa, acariciandole la piel de su espalda y entonces le dio una pequeña mordida en los labios para luego trazar un camino de besos cortos hasta su cuello, con delicadeza, metiendo una mano por debajo de su remera,sintiendo como el chico se estremecia.

-eh, chiquito ¿tenés cosquillas?

-un poquito-dijo él sonriendo, subiendo una mano hasta su pelo para acariciarse un par de rulos

Esteban le sacó la remera y siguió acariciandolo y besando cada centímetro de su piel,con las manos de Blas jugando con su pelo.

Un gran chupón en su pecho hizo que el menor gimiera retumbando las paredes de la habitación de su novio y lo motivó a sacarle la camisa, dejandole el torso al desnudo.

el contacto de ambas pieles desnudas les produjo una electricidad imposible de soportar; sus bocas volvieron a encontrarse en un beso húmedo que cubría gemidos.
Esteban volvió a besarle el cuerpo sintiendo sus piernas alrededor de su cadera; besó su panza jugando con su ombligo y siguió bajando hasta sacarle el pantalón.

Como siempre, Blas ya estaba excitado, asi que sin hacerlo esperar metió su miembro en su boca, chupando y besando cada centímetro de su piel rosada, pasando su lengua lento por la punta.
Cuándo lo sintió listo volvió a besarle la boca mientras se sacaba el pantalón y rozaba su miembro con el contrario.

Lo penetró lento y ese fue el ritmo que adoptó, lento, despacio, dando embestidas pausadas mientras lo besaba con amor, sintiendo sus piernas alrededor de su cuerpo y escuchando sus gemidos que sonaban a sollozos.

Cuándo Esteban sintió que estaba cerca metió una mano entre ambos cuerpos y tomó su miembro, masajeandolo un poco para acabar juntos.

Algunos minutos después, se quedaron dormidos, enredados entre si hasta el día siguiente.

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Al mediodía del otro día fueron juntos a la casa de Mati y Enzo, pues la de Esteban era chica para aquél festejo.

llegaron temprano y Mati y Blas se pusieron manos a la obra con la torta mientras Enzo y Esteban se quedaron en la sala.

-flaco ¿podes dejar de decirme eso?-se quejó Matias. en menos de media hora Blas había dicho "mi novio" unas veinte veces.

-bueno ¿que? ¿estás celoso?

-no, pero sos denso

-anda a cagar

-cuidate, no quiero que sufras

-¿como me haría sufrir Esteban? mira lo que es-dijo enamorado mirando a Esteban quién al notar su mirada le guiño un ojo

-literalmente el tipo más insulso que vi en mi vida

-que malo estás

-te jodo,pero calmate un poco, baja un cambio

Blas no podía hacer eso, estaba enamorado y no pensaba reprimir eso.

●●●

Con la torta y el almuerzo listos, empezaron a llegar algunos invitados que saludaron a Esteban, quién no sabía de la presencia de ellos en su cumpleaños.

Algo aturdido, buscó a Blas, que buscaba poner algo de música en la computadora.

-hola

-hola

-estoy buscando a un chiquito por acá ¿lo viste?

-no sé, capaz lo pise, si es chiquito...

-espero que no, porque es mi novio-dijo haciendo sonreír a Blas-tiene rulitos y es muy lindo...

-sos tonto

Esteban se sentó a su lado y lo abrazó con un brazo mientras besaba su mejilla.

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Todos se sentaron a la mesa y almorzaron.
Blas estaba emocionado, le gustaba que todos supieran que Esteban y él estaban juntos.
para Esteban, sin embargo, la cosa era distinta; se sentía juzgado, estaba todo bien con Matias y Enzo, pero los presentes desconocian la relación.

Sin embargo ninguna de las charlas los tenían a ellos en el foco, al menos al principio, hasta que Blas, seguido por su impulso, abrazó a su novio delante de todos.

Una de las invitadas los miró sonriendo

-¿están saliendo?-preguntó sorprendida

-si- dijo Blas

-no-respondió a la vez el rubio, arrepintiendose al instante, aunque ya era tarde

Blas dejó de sonreír y bajó su brazo.
Todos se quedaron en silencio mirando incómodos a Esteban, que en ese momento quería desaparecer

-¿si o no?-preguntó ella

-si, pero desde hace poco...

Blas se levantó sin decir nada y fue al cuarto de Mati y Enzo, siendo seguido por Esteban que se encontró con la puerta cerrada

-amor...

-dejame solo

-Blas, abrime,no quise...

Blas abrió la puerta y lo enfrentó.
estaba llorando.

-¿te doy vergüenza?

-¡no! es que...

-¡¿que, Esteban?!

-es...la edad, siento que vos pareces más chico y yo...no quiero que me juzguen o piensen...

-bueno, no te preocupes

-amor

-se terminó tu problema, cortamos

-Blas, no...

La puerta se cerró dejandolo afuera, no solo de la habitación, si no también del corazón roto de Blas.