chapter 6

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2019

Parecía un feliz inicio. Luego de ese último viaje de Enzo visitándola, se volvieron a encontrar varias veces más, retando a la distancia. El rodaje de Mamma Mia había finalizado en Mayo, permitiendo ser el turno de Valentina ahora de visitarlo a él.

Sin embargo hicieron un viaje a la isla Santorini, Grecia. Enzo había ahorrado para reservar en Asteras Villas para su estadía y planeado varias visitas alrededor. Se movieron en barcos para ir a Mykono y Atenas, ella sacaba fotos de todo y él le sacaba a fotos a ella. No faltaron las risas cuando se quedaron dormidos tomando sol y parecían marmolados, o como cuando los invitaron a bailar en medio de unas calles y Enzo no coordinaba los pies. 

Pero lo especial lo tenía preparado para una noche en específico, iban a ir a cenar al restaurante La Colline Restaurant. En el borde de un acantilado, una mesa elegantemente vestida con un mantel blanco ondeaba suavemente al viento. Velas titilaban suavemente, iluminando el rostro de la pareja sentada frente a frente. El sonido de las olas rompiendo contra las rocas proporcionaba una banda sonora única para su encuentro.

Valentina llevaba un vestido blanco con figuras de colores largo y ligero que se movía con la brisa. Enzo, quien usaba una chomba azul y unos pantalones blancos, la miraba con admiración mientras sostenía una copa de vino.

A medida que compartían risas y conversación, el ambiente se llenaba de ternura y complicidad. De repente, un violinista apareció discretamente en el rincón, tocando melodías suaves que se mezclaban con el susurro del viento y el murmullo del mar. La pareja se levantó para bailar, girando suavemente sobre la terraza mientras la música los envolvía. Esta noche no les importaba la gente de alrededor los veía sin lentes, pañuelos, gorras o capuchas. 

— Siguen pasando los meses desde ese febrero, y poco a poco me estoy adaptando a tu mundo. Con cada día sigo afirmando y sintiendo que te amo más que el día anterior, tu parte de ser súper conocida no alteró nada. Me gusta que sea secreto lo nuestro, que nadie sepa que tus sonrisas pícaras las guardas para mí y que mi parloteo es solo para vos - le da una vuelta volviendo a juntar sus pechos - Y estoy seguro de cómo me siento con vos, y así es como te quiero hacer sentir siempre. Así que si me permitis, ¿puedo ser tu novio?

— Por dios, claro que sí - lo abraza sintiendo el viento correr su pelo y su corazón explotando de amor mientras este le da una vuelta en el aire - te amo En. Te amo como a nadie. 

A medida que la noche avanzaba, intercambiaron miradas y sonrisas, compartiendo historias y sueños bajo el manto estrellado. El perfume de las flores silvestres acentuaba el aire mientras se deleitaban con la serenidad y la belleza de Santorini, uniendo sus corazones en una noche que nunca olvidarían.

Pasaron por un bar de amanecida saliendo del restaurante y no podían borrar las sonrisas de sus caras, era la noche perfecta. En el lugar soñado, cada uno con la persona soñada.

Regresando al hotel caminando no podían evitar besarse en cada rincón oscuro. El labial rojo que había utilizado al principio de la velada había sido cambiado por el rojo hinchazón del besuqueo. Faltaban solo un par de cuadras para llegar y se encontraron con un último pasaje sin luz.

 Faltaban solo un par de cuadras para llegar y se encontraron con un último pasaje sin luz

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ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏ ᴅᴇ ᴄᴏɴᴏᴄɪᴅᴏꜱ || enzo vogrincicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora