Like an angel | Esteban kukuriczka x Francisco Romero

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Suspiró, como lo venía haciendo cada una hora al menos hoy, y es que muy a su pesar y contra su voluntad le habían dado un día libre en el trabajo, lo que para él no significaba otra cosa más que "soportar" a Francisco, su novio.

–Francisco, ya te dije que no tengo ganas de salir– levantó un poco el tono de voz, su cabeza comenzaba a doler –me dan un día para descansar y venís a molestar– lo miró con un deje de desprecio, casi inexistente pero que de todas formas si se encontraba ahí.

–Bueno perdón, es que hace banda no salimos...– bufó, el nudo en su garganta casi le impedía que el oxígeno llegara a sus pulmones.

Los ojos del chico se mostraron tristes, al igual que su tono de voz. Había desviado su mirada, ante el evidente fastidio, hacia la mesa, trazando pequeños círculos con su dedo en busca de alguna distracción, si había algo que no quería en este momento era pelear, como venían haciendo hace semanas.

El mayor suspiró, nuevamente, y estiró su mano hacia la del otro, para darle un leve apretón –Y bueno, no sé, otro día salimos ¿Sí?– sin más que decir de su parte lo soltó, se levantó de su silla y caminó hacia aquella habitación que compartían para poder acostarse a dormir.

Unos ojitos verdes lo siguieron en su camino, con pinceladas de tristeza arraigadas en ellos, y preguntas inundando sus pensamientos.

¿Es que estaba siendo muy pesado?¿Intenso?¿Tal vez exagerado? No sabía, pero estaba cansado.

Lágrimas silenciosas comenzaron a salir de sus ojos, no se molestó en limpiarlas porque al ser gorditas caían rápidamente para perderse en su pálida piel, dejando un pequeño rastro que se secaría mas tarde, como siempre que pasaba aquello.

Un día había sido por la comida, otro por el ruido, otro por los abrazos en la noche, otro por los gatos, otro por hablar demasiado, las discusiones se estaban tornando idiotas a su parecer, no podían respirar cerca del otro sin que hubiera un problema, y sonaría feo pero él sabía que no era el causante de aquello, sino que lo era el reclamante. Todavía recuerda como se había enojado Rafael cuando llegó un día del trabajo y él estaba comiendo sushi que había pedido en una aplicación, "desperdiciar" plata de esa forma para el mayor era un pecado, aunque el dinero fuera de su trabajo como modelo, o sea suyo, no parecía importar para el otro.

Le había comentado la situación a sus amigos en busca de consejos, todos le dijeron lo mismo <<dejalo a la mierda Rorro>> pero él les recordaba lo mismo todas y cada una de las veces <<Él me dijo que me ama, me lo juró, yo a él lo amo también, ¿Cómo le voy a hacer eso?>> Y el corazón de sus amigos se encogía ¿Cómo es que su amigo terminó con aquel chico? Y sintiendo bronca y tristeza por partes iguales le intentaban dar otros consejos, o al menos palabras de aliento porque no comprendían a fondo después de todo, ya que Rafael se había encargado de mostrar su relación como algo perfecto a los demás -y Fran no ayudaba a derribar esa idea todavía-, cuando estaban con otra gente eran la pareja más linda del mundo, algo que obviamente se había convertido en solo una capa superficial de lo que era su verdadera relación.

Y después de pensarlo largo rato por varios días mientras las lágrimas no lograban secarse antes de que otra cayera, llegó a una conclusión.

Entre ellos solo quedaba meramente un amor superficial.

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Esta es una idea base, seguro dsp lo edito o algo 🤓