06

1.8K 241 97
                                    

Francisco

En mi pequeño parlante color celeste se empezó a reproducir "Say yes to heaven" de Lana del Rey, sinceramente no tenía muchas ganas de escuchar a Lana, sentía que esta canción me iba a robar la poca energía que me quedaba en el cuerpo después de estar durante tantas horas trabajando en la computadora. Aunque sentía que la melodía me seducía de a poco.

Troné mi cuello, dolía un poco.

A medida que la voz de la canción llegó a mis oídos empecé a relajarme y a escuchar, no había prestado real atención las veces que la había escuchado antes. Mientras avanzaba inevitablemente pensé en Rafa y sonreí, lo extraño, últimamente está un poco distante por su trabajo, lo siento cansado.

No logro entender porqué trabaja tantas horas extra a veces, con nuestros sueldos normales estamos más que bien y lo que le pagan demás no hace mucha diferencia en las cuentas mensuales, preferiría mil veces que el tiempo que gasta en el trabajo lo pasara conmigo, lástima que siempre que arrancamos a hablar sobre este tema lo corta lo más rápido que puede.

Cerré la notebook, ahora con ánimo de irme a dormir una siesta, pero la dulce voz seguía llenando mis oídos y no podía no quedarme hipnotizado. ¿Rafa estará escuchando música ahora? A él le gusta tanto o más que a mi, aunque tenemos gustos un tanto diferentes.

Miré la heladera, ahí tenemos una foto nuestra de una vez que fuimos a una plaza.

Un sentimiento de pesadez se me instaló en el pecho y sentí enseguida como un nudo se empezaba a formar en mi garganta. Aunque eso no duró mucho. Escuché un ruido y estoy casi seguro que mi corazón dejó de latir un microsegundo. Me giré de forma innata para encontrarme con Esteban, lo que hizo que respire tranquilo de nuevo y una sonrisa se deslice en mi boca de forma natural, amo la compañía, más si es una buena.

–¿Todo bien?– su tono preocupado llegó a mis oídos y me hizo recordar lo que siempre dice mi mamá “Tus ojos son tan fáciles de leer como una buena poesía”.

Me acomodé en la silla para poder apartar mi vista de él –Todo piolis– creyéndome esas palabras volví a mirarlo con mi sonrisa más genuina, no me gusta asustar a los demás.

Susurró un "Que bueno" y se sentó frente a mi en la pequeña mesa redonda.

Justo en ese momento me di cuenta que la canción seguía sonando, y que si la dejaba más tirmpo no seguiría bien por mucho. Así que encendí mí celular y la pausé rápidamente.

Quería seguir escuchando música, pero ninguna de las que me apareció a primera vista me convenció.

–Kuku, decime una canción–.

–¿Una canción?– asentí y vi como empezaba a maquinar su cabeza en busca de una respuesta –Uh, me mataste– soltó una risita y se pasó la mano por la nuca.

–Cualquiera, que no sea una tristona– lo ví mirar alrededor mientras hacía un sonido de vibración con su voz.

Se quedó mirando un cuadro de un bosque, y como si algo le hiciera click en la cabeza me miró enseguida.

–Pone "Luz de dia"– como respuesta agarre mi celular y puse la canción.

Una melodía llenó el comedor, y después la voz del Marciano Cantero la acompañó. Empecé a tararear, hace mucho que no la escuchaba, hace mucho que no escuchaba música en Español de hecho.

–¿Los escuchas?– la sonrisa en el rostro de Esteban era de felicidad pura.

–¿Hay alguien que no los escuche?–.

–Rafa– sonreí, era verdad –Te quedaste con el tipo con peor gusto musical en la tierra– asentí a sus palabras, completamente de acuerdo.

Mí novio ama la música, pero eso no significa que la música que escucha es buena.

Suspiré –Ya sé, pero así lo quiero– recordé fugazmente las veces que discutimos por diferentes artistas y volví a sentir esa especie de vacío en el estómago, haciendo flaquear mi sonrisa.

Escuché a Esteban empezar a cantar y lo miré –Hagamos que choquen nuestras copas, por habernos encontrado– levantó su mano, acercándola hacia mi con lo que supuse era una copa imaginaria.

Mí sonrisa volvió y siguiéndole el juego "choqué" nuestras copas. Él continuaba cantando y haciendo la mímica de lo que decía la canción, sacándome una que otra risa por lo exageradas que hacía algunas acciones. Me levanté de forma automática, siguiendo únicamente mi instinto, y le extendí la mano en una invitación a bailar. Mi cerebro no estaba en todos sus sentidos, porque sino habría caído en que hace una banda que no bailaba con nadie y que si bien el chico frente a mi me caía excelente, no lo conocía hace mucho, pero eso se borró cuando Esteban agarró mi mano y se paró también.

Sin pensar mucho porque la canción corría, mis manos fueron a sus hombros y las suyas a mi cintura, como si fuera algo cotidiano y hecho a medida, encajamos perfectamente, nos movimos juntos y coordinamos enseguida, relajados ambos fuimos lento, siguiendo el compás. Ahora los dos cantábamos suavemente la canción, pasados unos segundos nos acercamos de forma obvia y podía sentir su calma respiración, llevando una hermosa sensación de paz a través de todo mí cuerpo, de forma consecuente después de un tiempo mi rostro termino reposando en su hombro y sentí como de nuevo él encajaba a la perfección conmigo al también apoyar levemente su cabeza sobre la mía.

Sin darme cuenta la canción se deslizó en el tiempo, abandonandonos de a poco como si no quisiera alertarnos, dejando solo aquel ambiente de tranquilidad y comodidad para que un breve silencio se adueñase del lugar, haciendo que me separe despaciosamente del cuerpo ajeno, para sentir el vacío en aquel lugar donde anteriormente habían descansado sus manos.

Ya había empezado otra canción para cuando nuestros ojos conectaron, pero no fue importante porque no podía prestarle real atención, no cuando Esteban estaba frente a mi sonriéndome de forma tan bonita, contestando a la sonrisa de oreja a oreja que había en mi rostro.

























________________________________________________

Tardé pero acá está al fin JAJAJAJ.

Me perdí el live de Fran la otra vez, alguien que se quede hasta tarde se ofrece a llamarme si Fran hace live?? Le agradecería una banda 😔.

Voten, comenten y siganme, se les ama!!

Like an angel | Esteban kukuriczka x Francisco RomeroWhere stories live. Discover now