Capitulo 3

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Jonathan 

Dios, es muy hermosa, lastima que una de las reglas de esta empresa sea no follar con los demás empleados. 

Ni siquiera por ser el hijo del dueño puedo saltarme esa regla.

Miro a Alice irse hacia su puesto de trabajo y mi polla se entristece.

Ella es todo lo que me gusta en una mujer.

Con un poco de tristeza observo a la muchacha que será mi nueva aprendiz.

—Avery—Dice.

No quise ser maleducado e ignorarla, pero al verla sentí un pequeño deja vu.

¿De dónde la conozco?

¿Me la habré follado en algún momento? Es peliroja así que lo dudo.

¿Y si antes fue pelinegra?

Lo que no puedo negar es lo guapa que es y lo buena que está. El impacto llega a mi cuando sus ojos azules conectan con mi mirada, se siente como si ella estuviese viendo mi alma.

Dios, qué profundos son sus ojos.

Okey, eso sonó patético, pero juro que sus ojos tienen tono de azul muy profundo.

Alzo las cejas al notar que se sienta frente a mi escritorio con una increíble confianza cuando ni siquiera le dije que podía hacerlo.

Lo primero que debo enseñarle es el respeto.

La observo fijamente y la sensación de creer conocerla sigue latente. Busco en mis recientes recuerdos y por más que me esfuerce en ubicarla, mi mente no lo recuerda. Así que, sin pena, pregunto lo que me ha estado rondando la cabeza.

—¿Antes eras pelinegra y follamos?—Pregunto.

Para nadie es un secreto que yo no busco una relación amorosa, pero eso no significa que no me guste el sexo y yo lo practico, mucho. Por ello, pienso que pude haberla conocido de esa manera, pero por su cara de indignada entiendo que no.

—No follaría con alguien como tú —Dice.

Alzo una ceja ante su respuesta.

¿Alguien como yo? 

¿A qué se refiere?

Una sonrisa se dibuja en mi cara. Nadie, nunca en mi vida, me había dicho tal cosa. Es la primera vez que me siento rechazado por una mujer.

—Voy a fingir que eso no me dolió—Digo mantenimiento mi sonrisa.

—Lo siento...yo no quise decir eso—Dice con cara apenada.

—¿Entonces sí follarias con alguien como yo?—Pregunto.

Las ganas de soltar una carcajada se hacen presente, pero yo me aguanto.

Esto es más divertido de lo que creo.

—¡No!—Dice nerviosa—Lo que quise decir...

—Es broma. Yo tampoco follaría con alguien como tú —Digo devolviéndole el golpe.

Ella me mira con sorpresa y decido explicarle.

—Eres pelirroja—Me encojo de hombros—Me gustan las pelinegras.

Ella mantiene su estoica cara unos segundos para luego responder por lo bajo.

—Gracias por el dato que no te pedí —Dice.

Entendí perfectamente lo que dijo, pero finjo que no oí para ver su reacción.

—¿Disculpa?—Pregunto.

Contratada para enamorar Where stories live. Discover now