Capítulo 38

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En su grupo de amigos, Karl intentaba ser "el psicólogo" de todos, aunque muchas veces solo terminaba empeorando las cosas. Le gustaba escuchar a sus amigos y estar para ellos para ser un buen amigo. Lastimosamente a Sapnap no le gustaba mucho esa parte de él. Tal vez porque Sapnap es de los más reservados con su vida o porque le gusta tener la atención de Karl.

Por eso, cuando invitó a Karl a quedarse a dormir a su casa y este no soltaba su teléfono empezó a impacientarse.

—¿Puedes dejar de ver el video de Dream? Ya lo has visto como cincuenta veces.

—Estoy preocupado por él.

—¿Por tener más vida sexual que nosotros? Oh, claro que yo también estoy preocupado por eso —responde con sarcasmo—. ¿Sabes lo asqueroso e incómodo que es escuchar a tu amigo gimiendo en bucle? Si lo sigues viendo voy a pensar que quieres coger con Dream.

—Yo no quiero acostarme con Dream. ¡Eso es asqueroso, Sapnap!

—¡Entonces deja de ver el maldito video, Karl! Dream estaba totalmente consciente de lo que hacía y que lo haya hecho por necesidad o no, da igual.

—¡Dream es nuestro amigo!

—Y como su amigo deberías dejar de ver el estúpido video.

Sapnap le quita el celular y lo deja sobre su mesa de noche, para luego ponerse encima de Karl y besarlo de forma tan intensa para que se calle al menos por un rato.

—S-Sapnap —murmura sobre sus labios—, no sé si quiera hacerlo ahora.

—¿Por qué? Ya estás duro y apenas te he besado —Karl cubre sus ojos con una de sus manos—. ¡Oh, mierda! ¿¡Te has puesto caliente por Dream!? ¡Eres asqueroso!

—¡Fue involuntario!

Sapnap se levanta de la cama y se encierra en el baño.

—Cuando salga no quiero verte, Karl.

—¡Lo siento! Ni siquiera me gusta Dream. ¿Acaso no te has puesto caliente mirando a otros chicos desnudos?

—Es diferente. Es Dream de quien hablas. ¿Sabes qué? No quiero discutir. Hablamos de esto mañana.

—Bien.

—Bien.

Karl abandona la casa de Sapnap sintiéndose un completo idiota. Él no estaba viendo el video de Dream por morbo, solo había algo del video que no le cuadraba.

...

George llevaba horas esperando a que Wilbur volviera, aunque en sus adentros sabía que tal vez regresaría al día siguiente. Para su sorpresa, Wilbur regresó en medio de la madrugada.

—¿Dónde estabas?

—¡Mierda! —exclama Wilbur— Acabas de asustarme. Creí que estabas dormido.

—Responde mi pregunta.

—¿Quién eres? ¿Mi papá? Ya te dije que iba a hacer horas extras.

—Y me mentiste.

—¿Por qué te mentiría?

—Porque te querías quedar en la casa de tu novio. Karl me lo contó, no soy ninguna clase de acosador. Resulta que el chico con el que sales es su amigo.

Wilbur apreta sus labios formando una fina línea.

—Bien, es cierto. Me quedé en casa de Quackity, pero fue porque me invitó. No somos novios... aún.

cuando nadie está en casa [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora