𝓔𝓵 𝓸𝓻𝓯𝓪𝓷𝓪𝓽𝓸 -ᴴʸᵘⁿˡⁱˣ

𝓒𝓪𝓹 23

El sol finalmente había salido y con el sus rayos de luz que me alumbraban en la cara.

Entreabri los ojos por esa molesta y caliente luz. Mira a mi alrededor y efectivamente estaba sobre Hyunjin.
Su brazo derecho estaba bajo su cabeza utilizandolo como almohada mientras que su brazo izquierdo acariciaba mi espalda.

-Hasta que al fin despiertas, mi vida-Ese nuevo apodo realmente me encantaba, ya no me molestaba que los dijera.

-auhh-bostece-Hace cuanto estás despierto?.

-Desde hace 1hora quizas.

-Porque no me despertaste-Seguramente estas incómodo.

-A decir verdad,si estoy incómodo, pero te veías tan pacifico durmiendo que dudé en despertarte.

-Bueno, muchas gracias entonces Jinnie.

Todavía seguiamos expuestos a la realidad, los dos nos encontrabamos sin ropa asi que supuse que era tiempo de ponermela.

Escaneé todo el lugar para encontrarla y para mis ojos al ver dónde estaba.

Parecía ironico a donde fue a parar, estaba al costado de esa virgen que no me dejaba de mirar. Se que es muy tonto pero la mirada de esa vírgen me causaba una mala espina, siempre odié las figuras que estaban por todo el orfanato, pero esta era la más grande y no me agradaba para nada.

Al pararme rápido casi me caigo de mi lugar, pero Jinnie me agarró de mi cintura.

-Si seras tontito pequitas, creíste que no te dolería después de una noche intensa-Igual no eres el único que sufrio, tan solo mira mi espalda.

Mire lo mencionado y estaba lleno de cicatrices por mis rasguños.
Igual no es peor que mi situación. Por que sí, me dolía todo el cuerpo, incluso allí abajo.

Con ayuda de Jinnie fui por mi ropa y decidió ponermela, como si de un niño pequeño se tratará.

Después de eso me dejó en el banco para poder cambiarse y este al terminar se vino a sentar a la par.
Estuvimos ahí, agarrados de las manos hasta que su cabeza dio media vuelta y me miraba.

Sabía que el tenía algo que decirme y insinue que me lo dijera.

-Que ocurre-trague-mi amor?-Aún estaba acostumbrándome de decir esas cosas, se sentía tan irreal.

Yo nunca demostré mucho afecto a nadie en particular, crecer sin amor me había hecho no sentir nada por nadie más que no sea yo mismo, pero aquí me estan viendo, enamorado de un ser del más allá.

-En un rato tendre que irme Lix-Pero volveré hoy a la noche.

Esa sensación de temor nuevamente volvió.
Que estaba insinuando, me estaba por dejar.

-Que, que estas diciendo- ¿Acaso no te quedaras?-grite levemente euforico.

-Ire a arreglar unos temas allá-dijo señalando el piso. Sabía perfectamente a lo que se refería- y quedate tranquilo pequitas, yo no me alejare de ti y tu menos de mí- dijo mientras señala detrás de mi cabeza, justo en la parte de mi cuello.

Tome un vidrio roto que estaba en el piso de madera y hice lo que pude para mirar allí atras. Había una marca, una marca de un simbolo un poco particular: ✧

-Anoche cuando te di mi alma-afirmó-una parte mía se conecto a la tuya, estamos unidos, como si fueramos uno sólo-me dijo-Pero tan solo estamos unidos en carne y hueso sino que también espiritualmente. Aun qué por si te preocupa, no eres un demonio verdaderamente, es como si fueras de mi propiedad.

Él acerco su mano a la nuca detras de su cabello azabache y lo levantó, se podía apreciar la misma marca que estaba en mi cabeza. Nunca se la había visto.