Prólogo

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Por los enormes y tenebrosos pasillos del calabozo una multitud de personas caminaban tranquilamente matando a todo monstruo que se cruzaba en su camino.

Esa familia era la segunda más poderosa de Orario, la familia Loki la cual estaba subiendo los pisos después de haber terminado la expedición.

—¡Hagamos una competencia para ver quien mata a más monstruos! —exclamo una amazóna con emoción a otra amazona que iba en el grupo.

—jaja será fácil —acepto la otra con confianza.

—no jueguen en la mazmorra, tómense esto en serio Tiona, Tione —dijo el capitán de la familia Finn soltando un suspiro cansado.

—se comportan como unas idiotas —dijo cierto hombre lobo con molestia haciendo que ambas amazonas se enojen.

—señorita Ais ¿Cree que haya subido mucho en sus estadísticas? —pregunto cierta elfa a una rubia de rostro inexpresivo.

—eso espero —fue su corta respuesta sin dejar de caminar.

Era un grupo grande el que caminaba por los pasillos de la mazmorra, eran más de cincuenta así que el camino era relativamente fácil.

Y entre todas esas personas que íban platicando animadamente y peleando caminaba cierto albino atrás de todos ellos con una pequeña sonrisa viendo a sus compañeros.

Ese chico era Bell Cranel, otro miembro más de la familia Loki.

¿Quien era él? ¿Acaso era un alto ejecutivo de esa familia? ¿Acaso era un miembro poderoso que toda la familia admiraba? ¿Acaso era una joven promesa para la familia Loki?.

Pues.....nada de eso.....

Solo era un simple soporte de la familia notándose en la enorme mochila que cargaba en su espalda.

—hoy también están muy animados —pensó animadamente observando a su familia platicar mientras seguían subiendo pisos.

Bell pertenecía a la familia Loki desde hace un año cuando llegó por primera vez a la ciudad donde la diosa lo acepto aunque algunos se quejaron por tener a un novato pero poco le importo.

Desde que se unió a la familia no había cambiado mucho, a penas estaba en el nivel uno a mediados de camino, prácticamente era el miembro más débil de la familia.

Lo único decente que obtuvo en ese año fue una habilidad la cual le permitia cargar cosas pesadas sin esfuerzo alguno, razón por la cual decidió hacerse soporte de la familia para ser de utilidad ya que peleando no destacaba por su bajo nivel.

Los primeros meses pasó muy deprimido sintiéndose un inútil al no poder cumplir su sueño de ser un héroe pero después de un tiempo acepto la realidad acostumbrándose a su papel de soporte en la familia, ningún héroe obtuvo su fuerza de la noche a la mañana así que el sería paciente y se esforzaria al máximo a pesar que subiera poco en sus estadísticas.

—hoy nos fue bien en la expedición —pensó con una pequeña sonrisa ya que habían recolectado una gran cantidad de materiales de gran rareza que se venderían a un buen precio—. Con esto recuperamos el dinero que gasto Loki-sama en licores.

La distancia que llevaba Bell con los demás era de unos diez metros, a pesar que no era discriminado en la familia por su debilidad aún asi se mantenía atrás ya que no se sentía digno de caminar junto a ellos.

Además que era un miembro.....poco conocido en la familia......

No era repudiado o algo por el estilo pero Bell era tímido como para interactuar con los demás miembros de la familia y los demás no intentaban relacionarse con él, no porque lo odiaran, simplemente porque era alguien que pasaba desapercibido sin que se dieran cuenta, incluso algunos lo apodaban como el fantasma blanco de la familia por desaparecer y aparecer sin que nadie se diera cuenta.

Simplemente me enamoréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora