21. Parque.

229 28 4
                                    

Después de un extenso abrazo, y una que otras lágrimas derramadas por la señora, Jared se acerca a mí pasando una mano por mi espalda, lo que llama la atención de la señora.

- Ella es Nerea - me presenta con una sonrisa - Nerea, ella es la señora Lucía. Es alguien muy preciada para mí - culmina la presentación.

No hace falta que lo diga, por la manera en la que la trata su aprecio por ella es más que evidente.

- Es un gusto conocer a alguien tan importante para Jared - le sonrío amistosamente.

La señora pasa una mano por su rostro quitando todo exceso de lágrimas, y me sonríe dulcemente.

- El placer es mío, no todos los días mi niño trae a una chica tan bonita por aquí... - hace una pausa - mejor dicho nunca - agrega dándome un guiño.

- Me alegra escuchar eso - me animo a decir, logrando que la señora me mire aún más sonriente y luego se eche a reír sonoramente por la cara de asombro que puso Jared.

Incluso yo termino uniéndome a sus risas.

- Me gusta esta niña, harían muy feliz a esta anciana si se sentaran a hacerme compañía un momento.

Ella pasea su mirada suplicante de Jared a mí, sería imposible decirle que no.

- Porsupuesto, siempre que Jared esté de acuerdo - acepto encantada.

La señora me ha caído muy bien, y seguro que puede contarme algunas cosas acerca de Jared.

- Claro que sí - acepta tomándome de la mano y guíandome a una de las tantas mesas que hay vacías.

Me gusta esto.

Nos sentamos uno al frente del otro, la señora llega luego de unos minutos cargando una bandeja con tres helados gigantescos.

- Estos eran los favoritos de Jared hace un tiempo, creo que podrían gustarte - dice dejando los helados en frente de cada uno - siempre creí que era demasiado helado para un niño de diez años, pero sorprendentemente Jared siempre pudo con ello - cuenta con una sonrisa.

- No sabia que le gustaba el helado - Jared sonríe mientras se encoje de hombros.

- Aun hay mucho de mí que
desconoces - agarra su helado para empezar a comerlo cucharada por cucharada.

En su cara se hace evidente lo mucho que lo disfruta.

- Come antes de que se descongele niña - dice la señora Lucía tocando cuidadosamente el dorso de mi mano.

Le sonrió cálidamente y empiezo a comer mi helado.

Está delicioso. Sinceramente hacía un tiempo que no comía helado. No sé porque, pero ya no durare tanto para hacerlo.

No sabía que a Jared le gustara. Pero como supuse, aquí podré conocerlo un poco mejor.

Luego de pasar un agradable y entrañable rato con la señora Lucía, Jared me llevó al pequeño parque que estaba frente a la heladería, y por último nos despedimos de los chicos y su hermana.

Fué un día increíble de verdad.

Y tengo toda la intención de cerrarlo con broche de oro.

No importa qué, le diré a Jared que me gusta.

Ya no tengo porque esconderlo más.

El ambiente en el auto es de lo mejor, apesar de que ambos estamos inmersos en nuestros pensamientos.

- Me gustaría beber un poco del té al que me has hecho adicta. ¿Podrías llevarme a comprar uno? - Jared me mira unos segundos antes de volver su vista al frente.

- Para eso tendremos que ir a mi casa, claro que no es ningún problema para mí- sonríe discretamente.

Podría simplemente decirle que está bien, pero me interesa saber algo antes de aceptar.

-¿Por qué a tu casa? - me giro en el asiento para poder verlo mejor - ¿Sigues con eso de que no sepa la receta? - lo miro con los ojos entrecerrados - si es así, puedes ir tú mismo a comprarlo sin la necesidad de que yo sepa de que té se trata.

Pero él niega.

- Ese té no suele venderse en en cualquier lugar, pocos restaurantes exclusivos cuentan con él.

¿En serio?

- Ya sé que el té es bueno... - él alza una de sus cejas insinuantes - OK, buenísimo, pero no puede ser para tanto.

-¿Qué no es para tanto? - habla con tono ofendido - creo que confíe demasiado en tu paladar - salta a reírse.

Ahora yo soy la ofendida.

- Mi paladar es digno de toda confianza.

Jared niega.

- No lo creo, no después de creer que el té más caro y bueno del mundo no es para tanto - trago grueso.

-¿Qué...qué té es? - mierda.

No me digas que he estado bebiendo oro líquido y ni siquiera me dí cuenta.

- Da Hong Pao - pronuncia perfectamente.

¿Qué, qué?

Volteo la cara rápidamente contra la ventanilla, y él solo se echa a reír.

Creo que mi paladar no resultó tan confiable como creí.

Osea, el té de verdad es delicioso. Pero del famoso Da Hong Pao solo he escuchado. Precisamente de Emely, hubo un tiempo en el que solo hablaba de eso.

Y pensar que lo he estado consumiendo tan descuidadamente.

El auto se detiene y solo me doy cuenta de que estamos en la casa de Jared cuando veo descuidadamente por la ventanilla.

Esta vez me perdí profundamente en mis pensamientos.

Bajo del auto en silencio, y nos adentramos en la casa.

-¿Por qué tan calladita? - pellizca mi nariz - solo bromeaba.

Abro grande los ojos.

-¿Entonces no es Da Hong Pao? - pregunto algo entusiasta.

Jared niega sonriendo.

- Sí lo es,  pero bromeaba con respecto a tu paladar - se dirige a la cocina y yo vuelvo a poner cara de perro regañado.

¿Cuánto gastó solo en prepararme ese té?.

Me lleva una mano al pecho recordando un detalle que había estado olvidando.

Si ese tipo de té no se vende a menos que sea en lugares exclusivos,  significa que el té que me bebo todas las mañanas en la oficina...Jared lo lleva preparado des la casa.

No solo me ha estado llevando un té super caro, si no que además tiene que invertir su tiempo en prepararlo solo por mí.

Sí, es por mi. Porque en muchas ocasiones él no lo toma.

Voy a la cocina encontrándolo de espalda, preparando el famoso té que le pedí hace unos diez minutos sin saber el trasfondo de todo.

Me acerco a él con paso decidido lo abrazo fuertemente provocando que todo su cuerpo se tense por unos segundos.

Me abrazo fuerte y recuesto mi cabeza en su confortable espalda mientras él permanece inmóvil.

Él se da la vuelta luego de unos segundos y me mira fijamente a los ojos.

Decidida lo beso, uno mis labios a los suyos como había estado queriendo hacerlo desde hace un tiempo.

Jared no es como Richard, no puedo compararlos cuando hay una diferencia tan abismal entre ellos.

Al separarnos solo puedo pensar en una cosa.

- ¿Jared Kinsley, quieres ser mi novio?

^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^

Camelia_Red

💝 Ciao Cuores💝

La Novia de Rojo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora