Capítulo 40

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— ¿Por qué? - interrogo — Si no quiere que la mencione entonces pase tiempo con Seol

Él bufa...

— No me interesa lo que Yeony hubiera querido. Yo tomo mis propias decisiones. - me mira con desdén y continúa caminando sin decir una palabra más.

— ¿Va a seguir ignorando el hecho de que Seol es un pequeño que necesita demasiado a su papá?

— No me importa lo que necesite. - responde con frialdad

Camino hacia él rápidamente y lo giro tomando su muñeca con fuerza — Escúcheme bien Señor Jeon - inicio con molestia — Va a bajar y va a pasar tiempo con su hijo le guste o no, recuerde los momentos en familia que tenia con Yeony y Seol, aunque su esposa ya haya muerto usted no tiene ningún derecho de tratar de esa manera a Seol - bramo molesto

— No te atrevas a hablarme así. - me mira con furia y libera su muñeca de mi agarre.

— Usted cree conocerme, pero no lo hace - inicio — Me atrevo a hablarle así porque soy su esposo

— No eres mi esposo, solo estás aquí para hacerte pasar por él. Recuerda tu lugar y no te atrevas a cuestionarme de nuevo. - me miró con desprecio antes de alejarse sin decir una palabra más.

— Suficiente - digo antes de caminar hacia él y empujarlo — ¡Es un maldito cobarde!

— No tienes idea de lo que dices. - se da la vuelta rápidamente y toma mi brazo con fuerza — Si quieres jugar, te aseguro que puedo ser mucho peor.

Mi semblante es de molestia mientras intento soltarme de su agarre fuerte — Jugaremos en ese caso, porque lucharé por qué Seol sea feliz

— No tienes idea de lo que estás haciendo ni desafiando. - aprieta su agarre en mi brazo con más fuerza, mirándome fijamente a los ojos

Un pequeño gemido de dolor se escapa de mis labios mientras sigo mirándolo

— No subestimes mi determinación. Haré lo que sea necesario para proteger a Seol y su felicidad, incluso si eso significa enfrentarte a ti.

¿Y yo porque? Mejor protejalo de usted mismo, maldito cuadribipolar

Frunzo el ceño — ¿Y qué se supone que está haciendo por la felicidad de Seol hasta ahora? - interrogo mirándolo

— Yo... - su expresión se suaviza un poco, mostrando una pequeña muestra de vulnerabilidad — No sé cómo ser el padre que Seol necesita. Pero estoy dispuesto a aprender y cambiar por él.

Aprovecho ese momento para empujarlo y soltarme de su agarre — Entonces no se aleje de él

— No lo haré. - murmura

Suspiro — Baje, pídale disculpas y pase tiempo con él - inicio — Señor Jeon, estos momentos con él no regresarán, si usted sigue haciéndolo de lado, aprenderá a vivir sin usted y cuando quiera convivir con su pequeño él ya no querrá y usted se lamentará de por vida

— No necesito tus consejos. Pero tal vez... - su voz se quiebra por un momento — Tal vez tengas razón. Lo pensaré.

— No lo piense, no ahora, solo actúe y quizás más tarde cuando haya hecho feliz a su pequeño conejito pueda reflexionar con lo que le dije

— No te atrevas a decirme qué hacer. Pero... tal vez tengas razón. Haré lo que sea necesario para cambiar y ser un buen padre para Seol. - su voz muestra una mezcla de determinación y resignación

Oh cariño, siempre tengo razón...

Le hago una seña con la cabeza para que baje a la sala donde esta Seol

Señor JeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora