Capítulo 6

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Jisoo quería fingir que no sabia por qué le aterraba decirle a Rosé que tendrían que pasar el fin de semana en Jeju, irían a Corea supervisar a la oficina de ese país y al evento que estaba próximo en un par de meses.

Pero estarían ellas dos solas, a una puerta de distancia, con la mayor de ellas queriendo ignorar la tensión que se estaba formando y con Rosé... con Rosé intentando hacer visible la tensión.

Habían pasado dos días de roces de manos, miradas descuidadas, pequeños coqueteos que Jisoo, si era sincera con ella misma, adoraba con locura.

Sin embargo, ella nunca pensó lo del párrafo de arriba, para nada.

Sacudió su cabeza e ignoró todos los pendientes de su día en cuanto Rosé atravesó la puerta. Suspiró. Ella estaba vestida con una camisa manga corta, un chaleco tejido y unos pantalones gris oscuro.

Siempre esta tan linda, pensó.

¡Mierda, otra vez!

-¡Buenos días, señorita Kim!-Jisoo le dio una mirada de reproche- Un poco de respeto no está mal.-y se rió.

Ella tenía una risa que llenaba toda la oficina.

-Buenos días a ti también, Roseanne.-y la menor le guiñó el ojo- Tenemos otro trabajo de campo, rubia.

Rosé se terminó de sentar en su escritorio para mirarla.

-¡Vamos a ello!-e hizo como un soldado.

Jisoo negó riendo.

-Oh, no es tan fácil.-dijo arrastrando un poco las palabras- Tendremos que tomar un avión en este caso.-Rosé fue cambiando su rostro a una expresión de desconcierto- Irenos a Corea, a la Isla Jeju.

Rosé quedó pensando por un par de segundos, y luego una sonrisa rompió su desconcierto transformándolo en pura emoción.

-¡Es en serio!-se levantó- ¿Iremos a Jeju? Mi mamá me ha hablado mucho, allá fueron mis padres para su luna de miel.

¿Luna de miel? Oh, joder. Está pasando de nuevo.

¡Aleja esos pensamientos ahora! Se gritó internamente.

-Iremos a supervisar el trabajo de la sede de Corea, el evento debe estar organizado lo antes posible. Sólo nos quedan tres meses.

La rubia asintió feliz repetidas veces, y Jisoo sonrió, necesitaba esa energía.

-¿Cuando es?-preguntó Rosé.

Y aquí es donde Jisoo se mordía el labio apenada.

-Mañana.

Rosé abrió los ojos en pánico.

-¿QUÉ?

...

Después de una noche muy agitada, Rosé pudo tener su maleta lista para el repentino viaje de trabajo que por alguna razón Jisoo se había negado a informarle antes.

A veces podía ser un dolor de cabeza, cuando solo era su jefa.

Pero no es solo tu jefa, se dijo.

No tocaría ese tema con sigo misma, por ahora tenía un trabajo que hacer, y procedió a dormir tres horas antes que el auto de la empresa la pasara buscando. Tampoco pudo dormir bien pensando en que tenía que despertar temprano, pero bueno. Estaba lista cuando el claxon sonó.

Ella bajó y como siempre, esa terrible pelinegra cautivadora estaba ahí de pie, con la puerta del auto abierta y atenta a su mirada.

Ambas sonrieron, queriendo ignorar el porqué.

Yes, Miss Kim | ChaesooTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon