𝗴𝗼𝗼𝗱 alpha

✦ ៹ O6 !

La visita de su abuela le había puesto patas para arriba, durante toda su estancia, TaeYeon no hizo más que recriminarle lo mala omega que era por insistir en seguir faltando al colegio, apenas la matriarca se fue, su padre hablo con ella precisamente sobre ese tema.

No podía ni iba a seguir faltando, por más que lo único que quisiera era esconderse debajo de su cama y no ser encontrada por nadie, perderse ahí por un tiempo, libre de preocupaciones o alfas estúpidos con los cuales lidiar.

Talló sus ojos por última vez, mirando su reloj. Eran las 7:15 AM, en cualquier momento HoSeok subiría para decirle que bajara a tomar su lonchera y luego se subiera al auto. Ella ya estaba vestida, aseada y peinada. Su cuello era adornado por una gaza, la cual seguía protegiendo su herida, evitando el sangrado o cualquier tipo de infección. Ella suspiró con pesadez, volver a lidiar con YeonJun no era algo que estuviera en sus planes, mucho menos ahora, que todo el instituto la veía como una ofrecida, lo había visto en el blog escolar.

@ hhhasooheen12
Consiguió lo que quería desde que ingresó, ser marcada por YeonJun-Oppa, que envidia. ╥ ╥

@ leeleeliz
Muero por ver su cuello cuando vuelva, probablemente presuma esa marca como un billete de lotería, lol.

Ladeo la cabeza tratando de borrar el recuerdo de esos comentarios, no quería empezar a llorar antes de poner un pie fuera de casa, moría por hacerlo, pero no era el lugar ni el momento. Estaba harta de los regaños que le recordaban una y otra vez que ya no era una cachorra para estar con esas niñerías, así que prefería ahorrarse el mal rato y reservar sus lágrimas para una ocasión que lo amerite más.

Se sobresalto sobre su cama al escuchar como su puerta era tocada. Miró el reloj y ahora eran las 7:25, sabía que iba a llegar tarde y eso no podía alegrarla más, tal vez logre esconderse de YeonJun, al menos por las primeras dos horas.

—Voy. —murmuró con cansancio, tomando la mochila que anteriormente había colado sobre su cama. Suspiró para luego abrir la puerta, sin siquiera dirigirle la palabra a su padre, no estaba de humor.

Nunca lo estaría realmente.

Bajo rápidamente a la cocina para tomar su lonchera, pues tampoco tenía mucha ganas de hablar con TaeHyung, por las mismas razones. Hoy no era su día, y ningún día lo sería a partir de ahora.

En silencio salió de la casa para dirigirse al automóvil de su padre, apretó su lonchera y volvió a suspirar, sintiendo como sus ojos comenzaban a picar nuevamente. Los apretó y apresuró el paso, ya no era una cachorra para dejar que sus emociones salieran a flote.

Al menos eso decía TaeYeon.